Ryosuke miraba la escena con varias emociones revueltas. Sentía ganas de impedirlo por los viejos tiempos, pero sabía queese lo había ganado...lo que había hecho no tenía nombre. No podía y no iba a ayudarla. Estaba sola.

Sesshomaru envaino su espada al ver lo que sucedía. Ese asunto ya no le concernía a él. Dejaría que Taiyo hiciera su voluntad.

Lord Taiyo estaba dispuesto a cortar el cuello de Shizuka. Pero simplemente su cuerpo no le obedecía y su mente fue invadida por los recuerdos. Él misma la había criado...la vio crecer, reír, llorar, era su hija...pero nunca notó cuando se convirtió en lo que era.

En parte era su culpa...él la había hecho lo que era. Si tan dolo hubiera hecho las cosas de forma distinta... Todo sería diferente. El dolor de la perdida de dos seres que amó seguía ensu corazón y nunca se iría. Sentía rabia contra su hija al saber que ella era la responsable, pero su amor de padre le impedía acabar con su vida. Sin embargo, eso no se podía quedar sin castigo.

Apartó la espada de su cuello y se levantó.

La pelirroja sonrió burlona al ver la falta de agallas de su padre al dejarla con vida.

—Sabía que no te atreverías.

—Tenías razón—. Concedió Taiyo seriamente—. Pero recibiras el castigo que te mereces. A partir de ahora te despojo de todos tus privilejios y tu titulo de princesa del Este. Además quedas desterrada de mis tierras para siempre—. Sentenció el Lord.

—De las del Oeste también—. Agregó Sesshomaru casualmente desde atrás. Taiyo asintió de acuerdo con el veredicto.

Las facciones de Shizuka se descompusieron. No podían despojarla, era lo que le correspondía por derecho.

Varios guarfias llegaron y la tomaron de los brazos poniéndola bajo custodia.

—¡No puedes hacerme esto!—. Gritó histérica tratando de liberarse.

—Claro que sí. Te mereces vivir con lo que hiciste en el exilió—. Hizo una seña para que se la llevaran y así lo hicieron.

• • •

Kagome corrió hacía Sesshomaru y lo envolvió con sus delgados brazos.

—¿Estas bien?—. Le preguntó correspondiendo al abrazo con un solo brazo.

—Sí, solo tengo un moretó—. Admitió por fin. Sesshomaru frunció el ceño al saber que le había mentido.

—Lo siento no quería preocuparte. Descuida, ya no duele y no tengo nada más gracias a tu madre. Ella me salvo—. Le informó.

A Sesshomaru le costaba creer que su madre hizo eso. Sin embargo en el fondo estaba agradecido con ella.

—Lord Sesshomaru—. La voz de Taiyo lo llamo.

—Le pido mil disculpas por todo lo que sucedió—. El Lord se inclinó pidiendo perdón.

—Levantate, Taiyo—. Le ordenó el peli plata al ver lo que hacía.

El pelirrojo obedeció—. Le prometo que le brindaré toda la ayuda posible para reconstruir su palacio—. Prometió—. Mientras tanto pueden quedarse en el palació del Este en lo que se hace la reconstrucción.

—Eso no será necesario—. Una voz estoica llamó su atención. Lady Irasue apareciò junto a ellos—Se quedarán conmigo en mi palacio—. Dijo no dejando lugar para negativas.

Kagome sonrió ante el ofrecimiento de la youkai. Tal parecía que no era una mala mujer.

—Eso esta muy bien, se lo agradezco—. Le hizo saber Kagome con una sonrisa. Sesshomaru no replicó ya que sabía era la mejor opción.

—Muy bien—. Accedio Taiyo—. En cuanto a el viaje, se retrasara el tiempo que desee en lo que se instalan—. Informó el Lord.

Sesshomaru asintió aceptando la oferta.

• • •

Kagome se apartó dejando a ambos Daiyoukas discutir los nuevos planes. La azabache se acercó a Ryosuke que yacía recargado en un árbol con la mirada perdida.

—Siento lo que paso—. Le dijo con sinceridad sentándose a su lado.

—No, yo lo siento... Fue mi culpa—. Dijo melancólico.

—Por favor no te culpes. No es tu culpa y en cuanto a tu hermana,tampoco lo es. Ella tomo las desiciones por su cuenta, nadie la obligo a nada—. Poso su mano en su hombro en señal de apoyo—. Cuentas conmigo.

—Gracias, Kagome—. Agradeció dejando ver una pequeña sonrisa.

—Por nada. En cuanto a tu padre, ¿crees que este bien?—. Cuestionó al verlo aparentemente tranquilo.

—Aunque parezca tranquilo, sé que esta igual o más afectado que yo. Pero estoy seguro que lo superará.

• • •

Habían pasado cinco días desde que llegaron al palacio de la luna. Sesshomaru y Kagome habían pasado mucho tiempo juntos, pero esa era la última noche que él estaría ahí, puesto que a la mañana siguiente partirían al Este.

Kagome se acomodó en la cama que compartían pegando su cuerpo al de Sesshomaru.

—Ojala la noche fuera eterna—. Susurro sabiendo que con los primeros rayos del sol él se iría.

Sesshomaru la tomo entre sus brazos y la abrazo lo mas fuerte que pudo sin lastimarla.

—Volveré los mas pronto posible—. Le susurro en el oído. Poso su barbilla en la cabeza de la chica y aspiro el aroma de su cabello.

—Te estaré esperando, así que asegurate de volver—. Le pidió la azabache rodeándose para quedar frente a él.

El youkai deposito un suave beso en los labios de la humana, que poco a poco iba aumentando su intensidad. Se separo de ella antes de que perdiera su auto control. Aun no la había tocado y no iba a hacerlo hasta que ella se lo permitiera.

Una delgada mano llego hasta su mejilla y la acaricio.

—Sesshomaru—. Susurro Kagome sobre sus labios. Se sentía lista. Quería ser uno con él, ser suya en cuerpo y alma.

—Kagome, ¿tú quieres...?—. Cuestionó mirándola a los ojos. Esos grandes ojos azules que lo hipnotizaban.

—Sí quiero—. Contestó sin separarse de él—. Hazme el amor, Sesshomaru—. Pidió la azabache en un murmullo apenas audible.

El peli plata la besó esa vez sin contenerse y ahí en su habitación. En medio de gemidos y sabanas, la hizo suya por primera vez, demostrándole todo su amor a aquella criatura que pudo cautivar su corazón de hielo.

Su Kagome, siempre fue ella.

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FIN DEL MARATÓN.

Este es el fin del maratón y el capítulo final de la historia, pero no se preocupen, aun queda el epílogo.

Hagamos un trato, si este capítulo llega a los 30 votos y 50 comentarios les subo el epílogo mañana. Si no lo consiguen, no se preocupen, de todos modos lo subiré en unos días.

Siempre tú. *Sesshome*Where stories live. Discover now