Siempre tú. *Sesshome*

#32

La pelirroja miro desafiante a su padre al ver lo que sus palabras habían causado en él. No pensaba retractarse, se lo merecía... Lo destruiría de la mejor manera.

—Que ciego fuiste durante todos esto años, Ryosuke. Nuestro padre siempre fue un hipócrita... Mientras nosotros llorábamos la perdida de nuestra madre él se iba a revolcar con una humana.

Los presentes abrieron los ojos con sorpresa ante la declaración. Incluido Sesshomaru que miraba la escena expectante.

—Shizuka, basta—. Exigió su hermano sin poder creeerlo.

—Es momento de que enteres. Por esa razón se alejo de nosotros, nos hizo a un lado por una humana—. Escupió recordando como su padre se alejo de ellos.

Cuando murió su madre el se volvió cada vez más distante. Lo necesitaba y él no estuvo ahí, siempre se iba sin decir a donde. Por eso, una noche lo siguió hasta la entrada de una aldea humana, y ahí lo descubrió.

Mientras ellos sentían la perdida... El maldito estaba con esa humana entre sus brazos sin preocupaciones, planeando tener una familia. Olvidándose de ellos.

Lo que vio esa noche la enfureció y apartir de esa día, nació su odio a los humanos.

—Pensabas abandonarnos y tener una familia con ella—. Le reciminó.

Taiyo estaba sin palabras.

—Todo este tiempo supiste y jamás dijiste nada—. Dijo al fin.

Shizuka sonrió de medio lado—. No dije nada, por que hice algo mejor. Me deshicé de ella—. Admitió con tal maldad que le heló la sangre al Lord.

Una noche que su padre había salido por asuntos políticos vio su oportunidad perfecta. Se escapó del castillo y llegó hasta la aldea humana. Con siguilo entro a la cabaña donde vivía esa alimaña.

La humana dormía tranquila, agena al destino que le esperaba. Sacó una daga de entre sus ropas y con presición se la clavo en el pecho acabando con su insignificante vida y por su fuera poco, volvió a apuñarlarla en el vientre, donde sabía descansaba el bastardo que habían engendrado.

El silenció gobernaba a causa del peso de las palabras que había dicho. La azabache que observaba la escena se llevó una mano a la boca por las sorpresa. Siempre supo que había algo raro en ella, pero jamás pensó que su maldad llegará a tales extremos.

—Acabé con ella y con el hibrido que habían engendrado.

—Tú, los asesinaste—. Dijo Taiyo con la furia creciendo en su interior.

—Por supuesto que sí—. Afirmó orgullosa de ello—. No puedo creer que de verdad hubieras creído que fueron bandidos. Hice un buen trabajo incendiando esa mugrosa aldea.

Ryosuke sentía como sus piernas temblaban al descubrir que clase de ser era su hermana. Esa no era la shizuka que creció con él, era un moustro sin escrúpulos.

—¡¿Cómo pudiste?!—. Exigió saber Taiyo recordando la pena que sintió al llegar y ver todo en cenizas. Sabiendo a su compañera muerta, junto a su hijo—. Era tu hermano.

—No me hagas reír. Ese híbrido jamás iba a ser nada mio. Solo sería la vergüenza de la familia, al igual que tú por caer tan bajo—. Esas palabras fueron suficiente para liberar su ira.

Taiyo se lanzó a Shizuka desenvainando su espada. Ryosuke rápidamente se apartó. Shizuka fue derribada por su padre y el filo de la espada se encontraba en su cuello.

—¿Vas a matarme? ¿A tu propia hija?—. Preguntó ella incrédula.

—No eres mi hija, eres un moustro—. Admitió apretando mas el filo de la espada a su cuello causando una cortada de la comenzó a brotar la sangre—. Te lo mereces por todo lo que has hecho.