#18

7.2K 600 26
                                    

Ryosuke giro su rostro y poso su mirada en la pelirroja junto a él. Aquel día, Shizuka permanecía extrañamente callada, si algo había aprendido en todos los siglos que llevaban siendo hermanos, era que eso solo podía significar una cosa; estaba tramando algo.

Notando su insistente mirada, la Youkai le presto atención, y por primera vez en un largo rato, habló.

-Dime una cosa, hermano. ¿Le propusiste matrimonio? -El Príncipe ya se veía venir esa pregunta, pero esperaba tener una respuesta definitiva, lastimosamente, ese no era su caso.

-Sí-. Respondió sin dar más detalles, pero conocía a su hermana, no tardaría en preguntar.

-¿Aceptó? -Lo cuestionó con seriedad. Por la mirada que puso el mayor, supo que no sería la respuesta que esperaba.

-Dijo que lo pensaría-. Se encogió de hombros. Shizuka se mantuvo tranquila,pero en su interior maldecia una y otra vez a Kagome.

-¿Piensas quedarte esperando? -Cruzo los brazos y miro con reprobación a su hermano. -No te quedes como inútil sin hacer nada y convencela de aceptar.

A Ryosuke lo extraño su raro interés por su relación con Kagome, era obvio que no la soportaba. A pesar de que Shizuka tenía un carácter horrible, como hermana no era tan mala, siempre fue caprichosa y egoísta con todos, menos con él, bueno, no demasiado. Tuvieron sus buenos momentos juntos, así que quiso creer que solo quería ayudarlo.

Que mal estaba...

• • •

Sesshomaru yacía en su despacho, pensando seriamente que iba a hacer con el matrimonio, si bien quería romper el compromiso, debía ser cuidadoso. Lo que menos quería era un estúpida guerra que retrasara sus planes. Tenía que encontrar una solución que los beneficiara a todos.

Luego de pensarlo por un largo rato, se estaba exasperando, tanto que llegó a pensar en ir él mismo a encargarse del imbécil de Takemaru para que abandonara sus planes de atacar al Este, y de paso asegurar la paz para sus tierras, pero se frenó al analizarlo bien, no podía simplemente irrumpir en su castillo y dejar al Norte sin Lord, eso ocasionaría la guerra que tanto quería evitar, por lo tanto, debía encontrar otra solución. Lo haría, y así sería libre.

• • •

Kagome se arrojó boca arriba en su cama mientras Akemi estaba sentada en el borde de la misma. La peli rosa miro atentamente a su amiga y reparo en los obsequios que le habían sido dados. Se imaginaba lo que sucedía, había escuchado unos rumores, pero ella quería confirmarlo directamente.

-Kagome, ¿Qué sucedió? -Peguntó yendo directo al grano. La azabache soltó un sonoro suspiro y se sentó.

-Ryosuke me pidió matrimonio-. Confesó llevando ambas manos a su rostro-. Y eso no es todo, Sesshomaru-Sama me dijo que no podía casarme con él-. Esa confesión sorprendió a Akemi, no estaba enterada de esa parte.

-¿Y qué piensas hacer? -Alcanzo a preguntar.

Kagome se levanto de la cama y comenzo a caminar de un lado a otro por la habitación, estaba bastante confundida, molesta, frustrada, todo al mismo tiempo.

-¡No lo entiendo! -Exclamó parando su caminar-. Si se va a casar, ¿por qué se pone de esa manera? Es el menos indicado para decirme esas cosas-. Por el tono que uso, supo que estaba enojada, cosa muy extraña en ella.

La habitación se quedó en silencio por minutos, cada una pensaba en el mismo asunto, pero de manera muy distinta.

"Sesshomaru-Sama, tal parece que la posibilidad de perderla le ha hecho reaccionar, sin embargo no es suficiente, debe darse prisa. En cuanto a ti, Kagome. Debes pensarlo muy bien"

• • •

La azabache caminaba por los pasillos del enorme castillo en busca de Rin, le había prometido que esa tarde jugarían juntas.

-Así que te casarás con mi hermano-. Escuchó a una voz decir. Detuvo sus pasos, dio media vuelta y encontró a Shizuka detrás de ella.

-Aun no he aceptado-. Dejo en claro con expresióm seria. No le agradaba esa youkai, y sabía de sobra que el sentimiento era mutuo.

La pelirroja esbozo una sonrisa de medio lado.

-Deberías aceptar, mi hermano es un buen partido-. Comentó. Su mirada la recorrió de arriba abajo analizandola, para después agregar-. Y mucho más de lo que puedes aspirar siendo una simple humana-Dijo con desprecio mal discimulado.

Sin esperar respuesta por parte de Kagome, comenzó a caminar de nuevo. Cuando paso junto a ella, la miro de soslayo con desagrado.

La azabache tenía ganar de gritar, como la exasperaba. Jamás en su vida había conocido a alguien que causara ese efecto tan negativo en ella. A pesar de que no la soportaba, en algo tenía razón. Ryosuke era un buen partido, era amable, apuesto, pero no lo amaba. Tal vez con el paso del tiempo podría llegar a quererlo, pero ella no quería eso, anhelaba sentir el amor, ese sentimiento que solo sentía con...Sesshomaru.

Quiso alejar esos pensamientos de su mente, pero no pudo. A pesar de todo, aun lo seguía amando.

"Comienzo a pensar que no podré olvidarte..."

• • •

Una elegante carroza tirada por caballos voladores aterrizó en uno de los jardines del castillo. Varios guardias no dudaron en ir y ver la escena dudosos, puesto que no habían sido informados de la llegada de nadie.

El Youkai que controlaba a los caballos se acercó a la puerta para abrirla. Para sorpresa de todos, de ella salió una hermosa Youkai de cabello plateado. Era la madre de su señor.

-Señora Irasue, bienvenida-. Se apresuró a resivirla uno de los guardas haciendo una respetuosa reverencia, que fue imitada por los demás.

La mujer solo se limito a mirarlos sin decor una sola palabra. Eran iguales madre e hijo.

-Disculpe, mi Señora-. Dijo uno de los guardias-. ¿Sesshomaru-Sama esta enterado de su visita? -Pregunto tratando de ser lo más respetuoso posible.

-Soy su madre, y ya que el nunca va a verme he decidido visitarlo. ¿Acaso no soy bienvenida? -Cuestionó con un tono estoico que en definitiva le heredo al peli plata.

Todos los presentes de tensaron ante aquella pregunta, y se apresuraron a negar.

-Por supuesto que sí, mi Señora. Mil disculpas. -Se apresuró a corregirse al sentir el peso de su mirada sobre él.

Sin dudarlo comenzaron a sacar el equipaje de la carroza para llevarlo al castillo.

-Permitame escoltarla-. Se ofrece uno de ellos.

-No es necesario-Refuta comenzando a caminar-. Ya sé a donde ir.

Siempre tú. *Sesshome*Where stories live. Discover now