#16

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Un peso extra la hizo tener un poco de conciencia, más no abrió los ojos. Su cama se sentía tan bien, ¿por qué dejarla? Se acomodó de manera que la luz solar no le lastimara los ojos. Sintió un zangoloteo en su brazo provocado por unas pequeñas manos, arrugo el ceño aun sin intenciones de abrir los ojos.

-Kagome-Chan despierta. -Ahí estaba de nuevo el peso extra. Lo razonó unos segundos y al fin reconoció de quien se trataba.

-Rin, no. -Se rehusó. Tomo una de sus mullidas almohadas y la coloco sobre su rostro. Escucho la risa de la pequeña.

-No es hora de dormir, es tu cumpleaños. -Abrió los ojos de la nada. Era cierto, su cumpleaños era ese día. Apartó la almohada de su cara y se topo con niña que la miraba con alegría. -Feliz cumpleaños. -La felicitó. Kagome se sentó mientras Rin buscaba algo detrás de ella.

-Oh, muchas gracias. Es preciosa. -Dijo recibiendo una bella corona de flores. Sonrió y se la puso. -¿Cómo me veo? -Preguntó con una sonrisa.

-Como una princesa. -Contestó.

Las puertas se abrieron dejando ver la figura de Akemi, que al verlas sonrió.

-Pensaba venir a despertarte, pero veo que se me adelantaron. -Rin rió bajito ante el comentario. -Feliz cumpleaños, Kagome. -La felicito. La azabache salió de la cama y abrazó a su amiga.

-Gracias, Akemi.

-No agradezcas. Ahora, bajen a desayunar, ya esta todo listo. -Avisó. La pequeña al escucharlo se levantó y salió de la habitación, no sin antes decirle a Kagome que la esperaba.

Se disponía a salir de la habitación, pero la pelirosa se lo impidió.

-Por cierto, Kagome. Arreglate y ponte más hermosa de lo que ya eres para la noche. -La muchacha se sonrojo por tal alago.

-¿Por qué? -Le preguntó confundida.

-¿Cómo para que? Pues para tu celebración. -Eso la sorprendió, no pensó que le harían algo.

-De acuerdo. -Aceptó sin darle más vueltas al asunto.

• • •

Akemi supervisaba la decoración del salón principal. Estaban colocando los arreglos florares que irían en las esquinas adornando el espacio. A simple vista todo lucía muy bien, eso que aún no habían terminado. Esbozo una sonrisa satisfecha por el trabajo de todos. Quería que esa celebración fuera un éxito, era lo menos que su amiga se merecía después de todo lo que había pasado.

-La comida ya esta casi lista. -Le informó Yuka, una neko youkai.

-Excelente, todo estará a tiempo. -Se quitó una preocupación más.

-Bien, te dejo. Debo ir a atender a la bruja. -Rodó los ojos. La peli rosa no pudo evitar reír al escuchar el sobre nombre que le habían dado. Todos a sus espaldas la llamaban así. -Es insoportable. -Respaldó lo que todos ya sabían.

-No lo dudo. -Comentó ella y agradeció no ser una encargada de su cuidado. Se despidió de Yuka y volvió al trabajo.

• • •

Yuka entró a la habitación de la malcriada princesa con una bandeja de té. Salió al balcón donde estaba la bruja y su hermano.

-Ya era hora. -Comentó la pelirroja con desdén. La neko youkai se contuvo de responder, y solo se limitó a su trabajo.

-Muchas gracias. -Era el Príncipe Ryosuke. No entendía como esa víbora era pariente de ese apuesto youkai. Sonrió, hizo una reverencia y se marchó.

Siempre tú. *Sesshome*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora