Siempre tú. *Sesshome*

#12

Sonrió por enésima vez ante el recuerdo del beso de la noche anterior, aún podía sentir el sabor de sus labios, las sensaciones que le produjo, llevó su mano a sus labios con el corazón rebozando de felicidad. El hecho de que su amo se hubiera acercado y correspondido el beso le daba esperanzas.

Necesitaba expresarle su felicidad a alguien, y ya sabía muy bien quién sería. Salió de su habitación en busca de su mejor amiga.

• • •

La pelirroja miraba por su balcón pensando en las opciones que tenía, hasta que unos golpes en la puerta la distrajeron. Rodó los ojos ante el sonido, pronunció un seco "adelante" y la puerta se abrió dejando ver a su padre.

-Shizuka, debo hablar contigo. -Solicito su padre seriamente. La youkai hizo una mueca de desagrado.

-No estoy de humor, padre. -Era cierto, y la culpable de su mal humor era esa asquerosa humana que se interponía en sus planes.

-Tengo una noticia para ti, que de seguro de cambia el animo. -Informó sin inmutarse por el humor de su hija. La había visto peor, eso no era nada. La princesa del Este suspiro resignada.

-¿Qué es?-Se cruzó de brazos esperando por la noticia.

-Lord Sesshomaru ha aceptado el matrimonio. -Los ojos violetas de Shizuka de abrieron ante la sorpresa. ¿Había aceptado? Así nada más.

-¿Cuando te lo dijo? -Quiso saber aún incrédula.

-Esta misma mañana. -Le respondió Lord Taiyô . Shizuka esbozó una sonrisa llena de malicia y se imagino la cara de la humana cuando se enterará. Al final, ella ganó. No podía esperar para restregarselo en la cara.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por su procreador. -Los preparativos iniciaran lo antes posible para llevar a cabo el matrimonio.

-Excelente. -Musito. -Tenías razón, padre. La noticia me ha puesto de buen humor.

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A medio camino distingue la figura de Rin, la niña al verla corre a abrazarla.

-Kagome-chan la he estado buscando. -Confiesa separándose de ella. -¿Quiere jugar conmigo? -Le pide mirándola con entusiasmo.

La azabache aceptó, no había jugado con Rin desde hace días, además necesitaba relajarse y que mejor manera. Vería a Akemi después.

Ambas humanas fueron al jardín, en el camino la pequeña niña le contaba lo que tenía planeado para esa sesión de juegos. Llegaron al lugar deseado y de inmediato comenzaron a recolectar flores para hacer unas coronas.

Estuvieron jugando por un rato entre risas, pero algo rompió esa tranquilidad.

-Buenas tardes. -Saludó Shizuka con una sonrisa fingida. Kagome al verla se tensó. Iba acompañada por una youkai pájaro que sostenía su sombrilla para que no le diera el sol. Al no recibir respuesta, habló de nuevo. -Tuviste mucha suerte en despertar. -Comenta con un tono escondido en sus palabras.

-Eso creo. -Respondió la azabache. ¿Qué querrá? Se preguntaba mentalmente.

Aparto un mechón rojo de su rostro. -Sesshomaru estuvo muy ocupado todo ese tiempo tratando de encontrar una forma de despertarte, pero ahora que ya esta bien ya podrá tener tiempo para mi. -Dijo con malicia mal disimulada.

A la azabache le molestó ese comentario, pero no perdió la calma. -¿Tiempo para qué? -Cuestionó cruzándose de brazos.

-¿A caso no lo sabes? -Pregunto Shizuka simulando sorpresa. Kagome no responde, por lo que la pelirroja agrega. -Soy su prometida. -Pronuncia con orgullo. Aquellas palabras se clavaron en el corazón de la chica como una daga. Que doloroso era, sintió como sus ojos se humedecían por las lágrimas, pero las reprimió, no le daría a esa mujer lo que quería.

-No es cierto...-Murmuro, pero la youkai lo escuchó.

-Es cierto, si no me crees, ¿por qué no le preguntas? -La reto y le dedico una mirada fulminante.

"No puede ser"

Shizuka se dio la vuelta para irse con una sonrisa triunfal, la youkai pájaro que la acompañaba miro a Kagome con compasión, en definitiva no se lo merecía y era más digna del amo que esa bruja.

Una vez que se fue, Rin habló por primera vez. -Kagome-Chan, ¿es cierto? -Preguntó temerosa. Posó sus ojos azules en la pequeña niña. -¿Sesshomaru-Sama se va a casar con ella?

-Espero que no. -Le respondió.

• • •

Con paso apresurado buscaba a Akemi por los corredores del enorme castillo, no estaba en las cocinas, así que la azabache la comenzó a buscar por todo el castillo. La necesitaba.

Frenó en secó al encontrarla caminando por un corredor, se acercó a ella con la esperanza de que le dijera que todo eran mentiras, que el amo no se iba a casar, pero toda la esperanza se fue, cuando Akemi se percato de su presencia y la miro, su mirada reflejaba tristeza y preocupación, ahí fue cuando lo supo.

-No...-Musito

La pelirosa agacha la mirada. -Me informaron hace un rato, para los preparativos -Confesó

Ya no pudo contener más las lágrimas, así que las dejó salir. Se abalanzó a los brazos de Akemi buscando consuelo, donde fue bien recibida por ella, que le acariciaba la espalda de forma tranquilizadora.

-Soy una tonta. -Sollozo.

-No, Kagome. -La corrigió de inmediato. -No lo eres, el amo es el tonto. -Le dijo sin importarle que la escuchara, tenía ganas de gritarselo ella misma.

-Ahora todo tiene sentido. -Dice sin dejar de llorar. -Por eso vinieron al castillo. -Tomo a Akemi de los hombros y la miro por primera vez. -Esta comprometido y aún así me ilusione, aún así... Me besó. -Lo ultimo lo susurro, pero gracias a su condición de youkai la escuchó.

-¿Qué? -No se lo creía, ¿Lord Sesshomaru la había besado? Eso no era propio de él.

-Sí. -Confirmo escondiendo su cara en el hombro de su amiga. -Anoche, en el jardín, creí que después de eso las cosas cambiarían, pero me equivoqué...

La youkai siguió consolando a su amiga, pero por su mente no dejaba de dar vueltas lo que ella le dijo. La había besado...y justo después de eso...cayó en cuenta de lo que sucedía, su amo era un idiota que no tenía ni idea del amor.
Le dolía ver a Kagome así, por su culpa.

Kagome ya se ha enterado de la noticia, ¡y de que manera! Y Akemi esta de acuerdo con ustedes sobre que Sesshomaru es un idiota. (Ella también le quiere gritar)

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