Capítulo 21

2.2K 144 20
                                    

Salgo de mi casa y tomo un taxi; después de que firmara los documentos del supuesto "matrimonio" decido ir a casa de Ian. Ya había firmado, pero necesito saber con exactitud lo que iba a traer esto porque una espina dentro de mí me dice que no será nada bueno.

-Aquí es señorita -El conductor del taxi habla, pago lo correspondiente y salgo del auto, debo admitir que los nervios no me dejan pensar en lo que tengo que decir, pero ya no hay marcha atrás, ya estoy frente a la gran casa.

Llamo al timbre pero nadie responde, vuelvo a llamar; una, dos, tres veces, hasta que finalmente abre alguien que no esperaba y que a decir erfad hace que mi estomago se revuelva.

-¿Qué quieres tú aquí? -Su tono de voz es con total desagrado, y me muerdo la lengua para no preguntarle qué demonios hace ella aquí, acaso paso la noche con... No, no, eso no puede ser, de pronto siento un nudo en el estomago de tan solo imaginarlo.

-¿Esta Ian? -Emito sin ninguna emoción, si me detenía de no hacerla a un lado, pasar y buscar a Ian para gritarle unas cuentas cosas era precisamente por el hecho de que no tengo nada que reclamar, él no es nada de mí y por más recelo que llegue a sentir no puedo hacer más.

-No, así que largate, sino quieres que...

-¿Sino qué Katherin?-La ronca voz de mi "esposo" la interrumpe el ambiente o que se ha creado entre la rubia y yo. Katherin comienza a ponerse roja de cólera para después proceder a quedarse callada -Ahora hazte aun lado y deja que pase Natalie.

En un intento de ser una completa perra me introduzco a la casa con una descarada cara de satisfacción plasmada en mi rostro, en cuanto llego a la sala lo veo a él; no lleva puesto nada más que sólo unos pantalones de chándal, tiene el cabello totalmente enmarañado y la cara de recién levantado, ¡Madre mía!, juro que me estoy conteniendo de no abalanzarme sobre él, se ve tan jodidamente sexy. Sin embargo toda aquella ensoñación desaparece al ver como la rubia se coloca a su lado tomándolo del cuello y caigo en cuenta de que ella no tiene más que una camisa de él puesta, es más que obvio que pasaron la noche juntos y no puedo evitar sentir esos terribles celos de los que todos alardean.

-Dejanos solos Katherin -Ordena amargamente que incluso logra hacerme estremecer.

-¡¿Qué?, ¡no!, ayer la pasamos tan bien y no per...

-¡Que te vayas de una puta vez!, recoge tus cosas y vete -Su voz es dura y dominante, ella con un mohín de frustración hace lo que le pide, recoge su bolso, y se va resonando el suelo con sus extravagantes tacones, sinceramente por más que pudiese caerme mal esa mujer no me alegraba el que el la tratara de ese modo, acostarse con ella y después desecharla, eso es algo totalmente vil y como mujer no me gustaría que me lo hicieran.

-Yo lamento interrumpir -me disculpo y voy directo a la puerta para salir pero su voz me lo impide.

-¿Qué es lo que quieres? -enarca una de sus cejas y yo saco el sobre de mi bolso entregándolo -¿Qué es esto? -Levanta su mirada hacia mi confuso, aún mantiene sus facciones tensas.

-Son los documentos de matrimonio, ya los he firmado y... -hago una pequeña pausa -Yo solo vine a eso, entregarlos.

-Bien, supongo que sabes que todo esto es falso, no estamos casados legalmente, si es lo que te preocupa -Asiento levemente.

-Bueno yo me voy -giro sobre mis talones, pero de nuevo su voz me lo impide.

*N/a: Poner aquí la canción de multimedia (fetish- Selena Gomez)*

-No -Avanza hasta estar unos centímetros cerca de mí, los músculos de sus brazos y abdomen estan totalmente contraídos, ¡Acaso este hombre no puede dejar de verse tan jodidamente caliente! -Quedate conmigo -Susurra cerca de mi oído, acción que de inmediato provoca que me estremezca y mis piernas parezcan dos estúpidas gelatinas, estoy segura de que me veo tan patética ahora.

-Ian, ya hemos hablado de esto y creo que deberíamos acabar con esta situación de una vez -No podía ser posible, mi voz estaba patéticamente nerviosa y extasiada, no había forma de ocultarlo.

Me alejo un poco de él, estoy sumamente agitada debido a la situación.

-No, quiero que te quedes a mi lado, no te alejes -Se acerca quedando en la misma posición de antes -Quiero amarte, sentirte cerca -Roza sus labios con los míos y una sensación electrizante me cautiva en cuestión de nanosegundos -No quiero que huyas pequeña -¿Por qué me haces esto Ian Blake, por qué?, un escalofrío se apodera de mí hasta la médula impidiéndome respirar con normalidad.

Miro fijamente sus ojos, el color verde-grisáceo que suele tener se hace más obscuro, la perversión en sus lagunas, su mirada lasciva sobre mí comienza a tornarse delirante. Toma mi cintura con delicadeza y me sube a su torso desnudo haciendo que enrolle mis piernas a su alrededor. ¡Oh santa mierda!, ¿hace calor aquí o soy yo? Comienza a rozar sus labios en mi cuello depositando pequeños besos húmedos sobre esté mientras que yo sólo me quedo en silencio disfrutando, quiero que continúe, y no sólo yo, mi cuerpo lo pide cada vez con más anhelo, lo implora y exige. Enredo mis delgados dedos entre su sedoso cabello y le obligo a que me mire, aprovecho este momento y junto más su rostro al mío uniendo nuestros bordes cereza, lo beso con necesidad, esa maldita necesidad de tenerlo cerca.

La pasión comienza a borbotear dentro de mí con una intensidad desmedida y aunque sé con exactitud que esto esta mal, que todo lo que se relacione con Ian es un error, pero joder como resistirme a esta mierda tan tentadora y si este era el infierno no me importa arder entre las llamas que conlleva este, no me importaría incluso convertirme en cenizas por él; porque de eso se trata este sentimiento tan cegador; de absorberse, consumirse y deshacerse entre las más grandes tinieblas del infierno.

Camina conmigo hasta la cocina y me sienta en la barra, se separa de mi por unos segundos y vuelve a aprisionar mis labios con los suyos, ahora con mas ferocidad pero a la vez con dulzura, fuese lo que fuese esto lo estaba disfrutando y no deseaba que terminase, inclusive en este preciso momento me importaba una reverenda mierda que hace unas horas estuviese dentro de otra; porque sí, me estaba convirtiendo en una tremenda perra pero eso también me esta importando un carajo, sólo tenia conciencia de que nuestras bocas eran la perfecta unión jamas hecha y podría jurar que estaba en el mismísimo cielo, si no fuera porque estoy justo con el hombre que pareciera ser la perfecta creación de satán.

-No necesitas pedírmelo cariño -Susurro con la voz más libidinosa que le pudo dedicar.

Esto ya esta comenzando a subir de nivel, ¡No me maten! que esto esta muy confuso, con Liam e Ian, pero pronto verán el porque de todo esto, y si que Natalie es una idiota por seguir a los pies de Ian, pronto esto tomara una sentido que hasta yo estaré eufórica, los amo ❤.

Para Siempre #PS1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora