Capítulo 3

4.7K 249 18
                                    

—Vamos hija, debemos irnos.—Fueron las palabras de mi madre, quién ya se encontraba desesperada, antes de marcharnos.

—¿Segura que estará bien? —Pregunté sin ánimos, quería asegurarme de que mi abuela estaría bien, sólo habían pasado tres días, los cuales se me hicieron muy cortos; hubiese querido atenderla por más tiempo y más en esos momentos en que me necesitaba, pero bueno, no todo era posible.

—Sí, ya te dije que el médico me a asegurado que por ahora deberá tomar reposo y tomar el medicamento recetado, y depende de como reaccione vendrán las quimioterapias. Ya verás que tendrás abuela por más tiempo —Explicó en un intento vago de tranquilizarme, yo sólo asentí dudosa. Esperaba que sus palabras fueran ciertas, de verdad que sería muy doloroso que terminé siendo sólo un engaño.

.....

—¡Natalie, despierta! —Gritó mi mamá, de nueva cuenta como todos los días, mientras levantaba las persianas de mi habitación dejando entrar toda la claridad que llevaba justo a mi ojos.

—Cinco minutos más —Chillé como siempre, cada que era mi rutina, me volví a acomodar dispuesta a seguir durmiendo esperando que aquellas típicas palabras dieran algún efecto.

—Esta bien, pera será una lástima que el salmón que te he comprado se lo dé al perro —advirtió saliendo de mi habitación con un tono de voz desconsolado.

—-¡SALMÓN! —Sin saber ni cómo dí un brinco dirigiéndome a la ducha, pero retrocedí al recordar  algo muy importante.

—Un momento, nosotras no tenemos perro, ¡Elizabeth Campbell! —Grité con todas mis fuerzas hacia mi madre y sólo escuché una risa de su parte, ¡diablos, sólo quería despertarme! Bueno eso era obvio, pero dejé engañarme.

Rebusqué en mi armario que llevar al instituto, y como soy tan linda e impresiono a cualquiera con lo sexy que era (nótese el sarcasmo) decidí llevarme lo primero que encontré, me acomodé mi descuidado cabello y cogí mi mochila sin más.

—Mamá, ¡me voy al preciado instituto! —informé con cara de niña buena aunque sabía perfectamente que no podía verme, aún así no pude evitarlo.

—Si claro que te lo crea tu conciencia —Sólo reí con autosuficiencia y me dispuse a salir directo hacía mi tortura. No entendía a la persona que creo la escuela, ¿qué al caso no le pareció tan cruel la vida como para agregarlo, y en sí también agregarle las matemáticas como algo fundamental?

Entré a mi clase correspondiente y para desgracia mía encontré a Liam, pero eso no era lo malo, lo peor era que se encontraba sentado en MI lugar que me es asignado por el profesor, agregándole que estaba transmitiendo bacterias bucales con una morena que no había visto antes, y bueno debía remitirme de decir que no era un chico mujeriego.

—Dejen de pasarse corriente y larguense de mi asiento. —Traté de decirlo normal, sin una pizca de enojo pero no pude. ¿Cómo podría hacerlo? Enseguida se separaron y la morena muy cínica me dió una sonrisa falsa a lo que yo le respondí de igual forma.

Liam sólo se limitó a pasar y chocar su hombro contra el mío "accidentalmente" y yo, como la dama despampanante y educada que soy, le mostré mi dedo corazón provocando su sonrisa fanfarrona.

Cansada y a regañadientes me senté en mi lugar, coloqué mis audífonos; en ese momento llegó el profesor anunciando que un chico se cambiaría a nuestra clase, no le dí importancia así que me dispuse a cantar una canción que en aquél momento amaba con locura. Kid in love-Shawn Mendes.

I know that we just met
Maybe this is dumb
But it feels like there
Was something from
the moment that we touched

Cause its alri......

—Mierda —Maldijé en mis adentros. Ese ojo-azul era el idiota con quien choqué el día de ayer ¿Es en serio? Pero cómo es posible, que coincidencia, ¡vaya!

La clase transcurrió normal y por suerte me olvidé por completo de ese chico. Me limité a concentrarme en lo que decía el profesor, pese a que su clase me estaba durmiendo. Tras varios minutos sentí como varios objetos con poco peso arremetían contra mi cara, giré hacia el lado donde provenían y para mi sorpresa el ojiazul era el culpable de que bolas chocarán contra mi cabeza. ¡Qué mierda le sucede!

—Deja de aven... —No terminé de completar la frase cuando una de esas bolas terminó introducida en mi boca. Ese desgraciado sólo comenzó a reírse como foca retrasada, maldijé por eso. Por inercia abrí el papel arrugado y observé que se trataba de una nota.

William
Hey, ¿Me recuerdas? Soy el hombre más guapo que hayas visto. ;)

Vaya apenas si me conocía y su ego parecía ser más grande que su... inteligencia.

-N
Bien, esta es bastante crueldad, el tipo que hace unos segundos quería ahogarme tiene un ego tan grande.

Lancé la nota hecha bolita, pero como mi puntería era peor que yo en deportes, le cayó a Rita quien se encontraba a 5 filas alejada de ¿William?, si ese es su nombre; por suerte este con algunos métodos logró convencerla que le diera el papel. ¡Genial!

Aunque mi "buena suerte" no duró mucho cuando el profesor observó lo que hacíamos, y por lo consiguiente Liam me observó con una pizca de ira, la cual desconocía.

—Si no guardan silencio en este momento ustedes dos —Nos apunto a ambos con su dedo bastante chueco —Irán a la oficina del director.

Tras aquello decidí quedarme quita en mi asiento, por más que odiará la escuela no pretendía obtener una incidencia en mi historial; sin embargo, de nuevo el mismo papel arrugado cayó en mi lugar, sólo me limité a poner los ojos en blanco y leer lo que el grandioso idiota escribió.

William
¿Quieres saber que otra cosa tengo tan grande? ;)

-N
Sí, espera ya lo sé, ¡es tu estupidez!

William
No, es Penelope... mi gata

-N
¿Penelope?, jajaja, si claro y mi perra se llama Sexobriela.

William
Eso ni siquiera es un nombre .-.

-N
Jodete.

Para Siempre #PS1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora