Capítulo 43.

588 96 61
                                    

Besé a Jane. La besé por primera vez, y tuve que imaginar que era John al que besaba. 

    Esta se separó de mi con una sonrisa y de inmediato todos comenzaron a aplaudirnos, Jane tenía lágrimas en los ojos y saludaba a todos con una sonrisa, mientras que yo me quedé inerte, no podía creer que era lo que había echo. 

   Jane me arrastró hacia la salida de la capilla, mientras todos se ponían de pie y nos veían pasar, al salir de inmediato fuimos cubiertos por una lluvia de arroz, mientras Jane se abalanzaba contra mi y me daba un abrazo -Pensé que dirías que no- susurró contra mi oído -Siempre cumplo mis promesas- contesté. Esta se separó de mi con una sonrisa victoriosa y se recargó en mi hombro, mientras que comenzábamos a recibir felicitaciones. 

    -Felicidades, amigo- me felicitó George con una sonrisa de lado, mientras que a su lado Ringo tenía la misma expresión de perplejidad que yo -No sé que he echo, George- le susurré. Sentía un terror puro recorrer todo mi cuerpo, me sentía frío, como si acabara de morir. Mi padre se acercó a nosotros con una sonrisa completamente falsa y me estrechó el hombro. 

    -Al fin haces algo bien- me dijo, haciendo que todo el frío que sentía se evaporara y fuera suplantado por ira que corría rápidamente por mis venas -¿Donde está John?- le pregunté, frunciendo el entrecejo, este soltó una carcajada irónica y negó con la cabeza -En Escocia, niño tonto, no iba a dejar que arruinara tu boda- 

   -¿Y aún así lo harás rey?- pregunté, apretando los puños, mientras una señora le decía a Jane como debería de comportarse una buena esposa -Tengo un plan para darte una lección, pero no te apresures, disfruta tu día- me dio una palmadita en la espalda y giró la vista hacia Jane -Espero que sean muy felices- le dijo, y se dio media vuelta en dirección al castillo. 

    ¿Qué había echo mi padre con John? La pregunta me carcomía el interior ¿Y si las cicatrices que tenía en el rostro eran por una pelea que tuvo con John? ¿Y si había entregado a John a los escoceses para que lo encarcelaran? Estaba a punto de ir con George a plantear todas mis preguntas, después de todo, él siempre tenía razón. Pero Jane volvió a arrastrarme en dirección a sus padres. 

   -Es un honor tenerte en la familia- me dijo su madre con una sonrisa y lágrimas en los ojos -Esperamos muchos nietos- esta me guiñó un ojo y de inmediato se me hizo un nudo en la boca del estómago, que no pude deshacer durante toda la fiesta. Jane había mandado a ardonar todo el salón del trono con telas blancas, rosas blancas y un gran banquete, que tenía como centro un pastel enorme. 

    Todo lo que hice durante la fiesta fue sonreír nerviosamente a todos los hombres que se me acercaban para darme consejos para entender a las mujeres, de los cuales no entendí gran cosa, y embriagarme hasta casi perder el conocimiento. George y Ringo se habían desaparecido a mitad de la fiesta, y Cynthia estaba muy ocupada sirviendo vino como para querer charlar conmigo, así que me quedé sentado en mi trono, mientras sentía como todo daba vueltas, lo que fue un gran problema al tener que bailar. 

   Pisé a Jane por lo menos 10 veces, pero a pesar de eso ella no dejaba de sonreír, quizá estaba demasiado feliz como para reparar en el dolor de pies. Conforme avanzaba la noche el miedo se iba apoderando más y más de mi, tenía que acostarme con Jane, lo sabía, pero tenía miedo. 

   Estaba tan ebrio que no me di cuenta en que momento había llegado a mi nueva habitación, que era dos veces más grande que la otra, y estaba decorada demasiado femeninamente para mi gusto, con muebles demasiado caros y detallados, además de que todos los vestidos de Jane ya se encontraban ahí. 

    Me tiré a la cama, fue lo único que atiné a hacer. -¿Estás bien?- me preguntó Jane, pasados unos minutos, o quizá unas horas -Claro, ven- contesté, dándole unas palmaditas al colchón, está sonrió y me obedeció, acomodándose en el espacio que sobraba de la cama. No supe en que momento fue en el que se había cambiado, pero ahora solo estaba en pijama, o si a eso se podía llamar pijama, ya que era demasiado corta. 

     -¿Tú estás bien?- le pregunté -Claro que si- esta comenzó a acariciar mi pecho, trazando círculos que me producían cosquillas. Me giré para quedar cara a cara con Jane, que parecía igual de cansada que yo -Fue una gran boda- susurré, tomando valor y acercándome lentamente a la chica -Eres una buena planeadora- volví a decir, a la par que Jane comenzaba a cerrar los ojos. Acaricié un poco su mejilla y choqué su nariz con la mía, sabía que tenía que hacer ahora. 

Perdón John. 

Y la besé. 

----------------------

¡Recorcholis! D: 

Pregunta rápida, amigos: ¿Quién ya leyó todos mis fanfics? 

El primero en responder se lleva un premio. 

No, no es cierto. 

With a little luck. [McLennon]Where stories live. Discover now