©Parte; [28]🦊

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||capitulo editado||√√
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Jiraide se encontraba aún en recuperación, Jiraiya y Naruto se habían ido hace unos días y ella se encontraba sola, sola en esa habitación tan vacía con olor a desinfectante, le preocupaba lo que podría pasar en un futuro muy próximo, pero agradecía que su padre quisiera entrenar al niño para que pudiera defenderse perfectamente por si solo.
Por otro lado la joven sentía que se le iban a encoger los músculos, se sentía oxidada, necesitaba moverse y rápido.

Jiraide: ¿qué hago aquí? Iré a entrenar.-apunto de levantarse-

Tsunade: no iras a ningún lado -aparece cruzada de brazos-

Tsunade no podía curar del todo a su hija, era una herida muy profunda y la mayoría de ninjas médicos se encontraban ocupados con aldeanos con peor salud, y Tsunade curaba a los niños de la misión de recuperación, ya que estos habían quedado graves excepto Shikamaru.

Jiraide: mamá, mis huesos se van trabar de no hacer nada, además no me entretiene estár aquí, es horrible, la comida no me gusta.-se queja-

Tsunade: deja de quejarte, eso sucedió por salvar al niño de la arena, ya deja de arrepentirte.-me regaña-

Jiraide: en realidad no me arrepiento de haberlo salvado -sonríe- al contrario mamá.

Tsunade la observa, sabía que su hija le había tomado cariño a esos niños, tanto a los de la hoja como a los de la arena.

Tsunade: ven te cambiaré esas vendas.

La rubia mayor ayudó a su hija a sentarse, le quitó las vendas del estómago y miró la herida. El agujero aún no secaba, de hecho la herida se veía realmente mal, apunto de infección.

Jiraide: ¿cómo va? -Tsunade no contestó- madre dime algo.

Tsunade: bueno -se rasca la cabeza- mejorará pero tendré que desinfectarla otra vez.

Jiraide abrió sus ojos muy en gra de, no le gustaba para nada la idea, la otra noche no pudo dormir por el ardor en la herida, pero era mejor eso a una infección.

Tsunade pasó una pomada y después el ardiente alcohol, Jiraide se sujetó a la camilla y ahogó un grito poniéndose roja, al poco tiempo el ardor disminuyó y Tsunade puso de nuevo las vendas, con suma suavidad para no herirla, sabia que Jiraide se moría de dolor pero no lo iba aceptar.

Tsunade: ahí está tú comida y te dejé una chaqueta por si te da frío.-sonríe- tengo que revisar al niño Akimichi y después a Inuzuka.

Jiraide: gracias madre -le sonríe y Tsunade se va- no me quedaré aquí, yo hoy comeré Dangos, esos deliciosos y jugosos dangos.-babea-

Ella esperó que fueran las 7:00 p.m y salir de su habitación. Se puso la chaqueta azul larga hasta las rodillas que le dió su madre y comenzó a caminar sin hacer ruido, cuando llego fuera sus desnudas manos sintieron el horrible frío y la brisa golpeó su rostro, pero...

Xx: ¡no deberías estár aquí! estás en recuperación.

Jiraide se giró mirando esos ojos negros que la observaban con preocupación.

- La Hija De Los Sannin (Kakashi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora