- La Hija De Los Sannin (Kakashi)

©- Parte; [9]

Jiraide sintió un dolor terrible en el pecho y se lo sujetó, su corazón volvió a doler como años atrás. Un dolor rotundo, sus ojos habían perdido su brillo y su rostro tenía una mueca de desesperación.

Gai: ¿Jiraide?-todos la miran-

Kakashi: ¿te sucede algo?.

Jiraide: no sé bien...-suspira- el abuelo.

Jiraide salta hacia la arena seguida de los demás jounin, mira el lugar hacia donde esta el hokage y la barrera desaparece.

Gai: La barrera.

Kakashi: desapareció. -atonito-

Kurenai: ¿donde está lord hokage?

Todos miran como unos tipos se llevaban a Orochimaru y otro lanzaba una red de chakra que detuvo a los ANBU para no ser seguidos y poder huir.

Gai: Jiraide, Kakashi, están escapando debemos hacer algo.

Kakashi: espera Gai. No estoy seguro...

ANBU: tiene razón es mejor quedarnos aquí y no caer en sus trampas.

Gai: ¿y qué sugieres? ¿que nos quedemos aquí sin hacer nada y dejar escapar al canalla después de hacerle esto a nuestra aldea? así no actúa un shinobi de la hoja.

Kakashi: entonces procuras que no hagamos nada-lo mira acusadoramente- eeeehhh Kabuto.

El tal kabuto se quita la máscara y sonríe se logra apreciar sus ojos negros y sus lentes redondos.

Kabuto: bueno bueno, eres muy brillante.

Kakashi: ¿volverás a escapar de mí?

Kabuto: es demasiado obvio, ¿para que enseñar mis cartas si es mejor tenerlas en la oscuridad? ese ojo tuyo no puede verlo todo ¿cierto?... En fin -hace un sello y desaparece-

Kakashi aprieta sus puños con furia que solo Jiraide pudo notar.

Jiraide: Kakashi -pone una mano en su hombro- iré a ver al hokage.

Gai: yo te sigo.

Kurenai: vamos -llama al resto-

Jiraide corría y saltaba, y cuando por fin logró llegar, miro al tercero tirado en el suelo y con una marca en su estómago, tenía sangre en su boca, los ojos de Jiraide se volvieron oscuros, estaba muerto.

Su abuelo estaba muerto. Jiraide deseaba hablar con él cuando terminaran los exámenes, pero ya no pudo.

Jiraide: A-Abuelo- se sujeta la cabeza- no no no.

Kakashi: Jiraide- la mira triste-

Jiraide: no... -iba avanzar pero Gai y Kakashi la sujetaron- sueltenme...

Kurenai: Jiraide -la mira melancólica-

Jiraide: mataré a ese maldito de Orochimaru.

Jiraide con tremenda fuerza se safa del agarre de sus dos amigos y se lanza al cuerpo de Hiruzen, pone la cabeza inerte de este en sus piernas y comienza a mirarle con una profunda tristeza, las lagrimas de Jiraide caian por la frente del hokage, esas lágrimas que reflejaban sus enormes sentimientos por ese anciano, esas lágrimas calientes llenas de rencor quemaban en sus ojos quería asesinar al hombre de sus pesadillas cuyo nombre era Orochimaru.