¡Esto es guerra! © #2 [BORRADOR]

22. Carreras universitarias, piercings y tatuajes.

—¿Era tu novio? —cuestionó.

La Ashley mala interior quería contestarle "¿Qué te interesa?" o "¿qué te importa?" y volver al living, pero mi Ashley exterior no lo hizo...

Negué.

—No... era un amigo, si es que aún se lo puede llamar así... —murmuré en un sonido que él fuera capaz de escuchar—. ¿Cómo sabías que necesitaba ese producto? —cambié de tema.

—Bueno, mi madre es médica reconocida y Mike está estudiando de forma obligada pediatría... aprendí de ambos —se encogió de hombros.

Activé mi mueca de confusión.

—¿Pero pediatría no se estudia luego de los siete años de medicina? —cuestioné.

—Su padre es un médico muy, demasiado reconocido en ese ambiente y, por ende, tiene "privilegios" y pedidos de otras universidades con becas... —se volvió a encoger de hombros—, aunque quizá no lo creas, Mike es muy inteligente...

Asentí esbozando una mini-sonrisa.

—¿Qué estás estudiando? —pregunté.

—Especialización en Criminología —contestó, abrí mi boca, sorprendida—, mis padres querían que me metiera en derecho... pero se los negué, ¿y tú?

—Licenciatura en diseño de indumentaria y textil, también me obligaron... y estudio modelaje, pero como estoy "acomodada" digamos que no es un "estudio" es más trabajo que otra cosa... —suspiré abrumada, asintió alzando las cejas—, aunque como estoy en el primer año... es un último repaso de todas las materias que tenía en el Instituto...

Asintió.

Y sí, las universidades de aquí en el primer año repetían las materias que uno tenía en el Instituto, eso era para saber si estás seguro de entrar a tal carrera sin necesidad de perder el primer año...

Por ende, ya había cursado las mismas materias el año anterior... y estaba podrida con matemáticas, así que se lo consultaré al director.

—Aunque ahora que lo pienso, ya cursé el año anterior y no me gustaría volver a cursar primer año otra vez, más sin conocer a nadie...

Lució confundido, le sonreí nerviosa a darme cuenta de lo que le había dicho, le extendí el talco, lo tomó y depositó en la mesa.

Me sonrió y se pasó la mano por el cabello, nervioso y miró disimuladamente mis brazos y cuerpo.

—Gracias por el producto... —hablé.

Negó.

—No, por nada... —me sonrió y comenzó a caminar hacia el living, hasta que frenó y se giró—. Emm, ¿Ashley?

Alcé las cejas esperando a que prosiguiera.

Suspiró y miró el suelo, apenado:—Perdón por las bromas...

Sonreí al obtener lo que quería.

—No pidas perdón, Ash... ya atacaré con otras peores... —proseguí a sonreír con malicia.

Me sonrió negando divertido, me guiñó el ojo y volvió a
girarse hacia el living.

En ese momento, Byron entró en la cocina mirando a Asher confundido y de forma rara, negó y me miró.

—¿Asher te dio el polvo? —preguntó.

Asentí, lo agarré y se lo extendí.

—Ah, gracias —suspiró aliviado y se lo aplicó por sus brazos y abdomen.