Guerra Mundial X #X-MEN AWARDS

Cambio de planes 3

Capitulo 4, parte 3.

Peetz, Colorado.

Peter tomó fuerte a Wade del cuello y en cosa de segundos habían llegado a Colorado, latigazo de nuevo y al piso por la falta de oxigeno.

-En serio correcaminos, no voy a acostumbrarme nunca.

Peter soltó una carcajada burlona. Deadpool por su parte se vio forzado a hacer funcionar su disfuncional cerebro, trazando el camino a aquel miserable lugar donde creía, su Spidey lo esperaba.

-bien, debemos llegar a este punto- mostró con la pistola en un mapa- Vas a parar y esconderte, cuando contraviva a los de primera seguridad vas a correr lo más rápido que puedas y vas a buscar a Peter hasta en el último rincón.

-si- Maximoff siguió con su energética, masticando con la cabeza ladeada un infantil popote.

Estaban en un bar de mala muerte disfrutando del que podía ser su ultimo almuerzo juntos, donde nadie les miraba raro porque estaba lleno de sujetos aun más extraños refugiándose en la oscuridad del sitio, Wade conocía el lugar por ser posada para mercenarios.

-si las cosas salen mal puedes morir enano, y no quiero eso- Wilson dijo masticando con la boca abierta su chimichanga- maldita sea esto no sabe como en México.

Peter volvió a reír, de un rato hasta ahí el muchacho estaba muy risueño, las margaritas de sus mejillas le recordaron su edad y lo perturbador que resultaba el asunto. ¿Cómo podía Logan con aquello sin sentirse una asquerosa bestia? Entendió que por eso no demostraba tanto amor como al niño plateado le gustaría y quiso decirlo aprovechando la instancia.

-tienes que entender a Logan...no es fácil para un anciano como él admitir que siente cosas por un crio como tú, puedo asegurarte que se derrite cada vez que le sonríes- Rayos, eso sonó terrible, le dio otro sorbo a su cerveza esperando que el niño no se hubiese molestado, este seguía con la mirada perdida en la sucia ventana mientras sus dedos golpeaban rítmica y velozmente la mesa, recordando cómo tan solo una semana atrás las cosas le parecían perfectas.

"Como una mañana cualquiera la puerta se abría estruendosa a las 8 AM.

-vas retrasado niño-solía decirle Logan, con las manos en los bolsillos del jeans de turno y una sonrisa picara, aunque no lo admitiera el aspecto del mocoso por las mañanas le gustaba demasiado, el cabello descuidado y marcas de las sabanas en la piel, era la visión que esperaba tener todos los amaneceres de su vida en adelante, sin dejárselo saber por supuesto.

Peter se incorporaba luego de estirarse, gateaba lento y sensual hasta el final de la cama y apoyaba ambas manos en el pecho de su novio para levantarse, quedando frente a frente un segundo y besándolo luego, en ocasiones lograba que Wolverine se lanzara sobre él y entre besos se revolcaran cinco minutos antes de clases, otras solo una caricia en las mejillas. Cual fuera el resultado le encantaba saberse capaz de dominar a su maestro de historia.

Aunque la última frase antes de dejar la habitación siempre fuera la misma.

-ve a desayunar, no comas chatarra"

-siento que muy pronto veré a Logan, sabes, es extraño pero casi puedo escucharlo aquí regañándome por comer tanta chatarra- Peter murmuraba aun mirando al exterior.

-entiendo lo que es eso-ahora era Wade quien sonreía-cuando eres inmortal y amas a alguien que no lo es, quieres cuidar su vida de todas las formas posibles- se perdió también en la mística del vidrio empolvado.

"-vamos hombre déjame curarte.

Spiderman recorría el apartamento furioso, golpeando cuanta cosa se topara en el camino, un gran incendio había consumido un edificio cercano, conocía a mucha gente que lo habitaba y aunque llegó tan rápido como pudo no alcanzó a salvar a la mujer del piso 3. Esa amable treintañera con quien se topaba todas las tardes en la verdulería de la esquina. No evitaba llorar al recordarlo y esa mezcla de lágrimas y sudor que le recorría el cuerpo le hacía arder la profunda y sangrante herida en el hombro que dejaba ver un poco de su carne expuesta.

-vamos a parar esta mierda-Wade rebuscaba entre los cajones del roído armario, encontrando aguja e hilo. Pasó la aguja por el fuego de un encendedor chamuscándose los dedos y le siguió los pasos a Peter.

-¡esto será a mi manera arañita y juro que te dolerá más si no te quedas quieto!

Parker se asombró de lo decidido que sonada Wade.

-no vas a cocerme como a un animal Wilson, estas cada día más loco.

-pero arañita no puede ir a un hospital.

-déjame así que no es tan terrible...- se tendió en la cama ensuciando todo en el acto, pero Deadpool no lo dejó. Tomó una botella de Vodka de la heladera, una camiseta vieja y arrodillándose a su lado comenzó a limpiar su herida, sin que el chico hiciera nada para evitarlo.

-no voy a dejarte Peter, no puedes deshacerte de Deadpool tan fácil, menos si lo dejaste entrar en tu cama.

-y en mi corazón...-suspiró el menor en una mueca de dolor, dándole tanta felicidad que le temblaron las manos mientras vertía el alcohol sobre Peter"

Wade dejó el dinero en la mesa con un palmazo sonoro y se incorporó de igual forma.

-bien rapidito, ya es hora.

Montañas rocosas, Colorado.

Todo pasó de nuevo, la mano en el cuello, el ahogo y las ganas de vomitar lo recién comido.

Antes de normalizar la respiración sintió un extraño contacto húmedo en su deforme mejilla, el chico frente a él se ruborizo.

-pero qué demo....

-veré a Logan en este sitio, tú saldrás de aquí con tu Peter y mucha sangre encima. Era el momento de agradecerte por encontrarme- miró su reloj acelerando sus palabras- eres un sujeto extraño pero buena onda y me gustaría que sigamos siendo amigos.

Iba a responder pero un gruñido salvaje seguido de muchos disparos dentro de la instalación lo distrajeron. Era Wolverine, la conexión entre Maximoff y el veterano era ciertamente enorme.

Sacó su máscara de la mochila, se la puso y desenvaino las katanas, saliendo desde atrás del arbusto, quedando a plena vista de los guardias armados en la entrada.

-amigos- dijo en dirección a Quicksilver, este entendió la señal, acomodándose las antiparras esperó que la puerta se abriera con un tipo clavado a ella por la espada japonesa de su ahora amigo y entró a aquel infierno tan veloz como pudo.