Obito: Kakashi como es que...

Jiraide: ¿¡qué!? Kakashi- me limpié los ojos y miré a Kakashi-

Kakashi: no podía dejar esto a cargo de un ninja como tú.-mira a Obito-

Jiraide: yo estoy a cargo no hace falta que hables como idiota en este momento.

Kakashi: ¡detrás de ti jiraide!

En ese momento me acobardé y en lugar de frenar al ninja que venía con la espada solamente me quite de su ataque, provocando que le sacara el ojo a Kakashi...

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Me tome la siguiente copa. Y miré a Sakura quien estaba atónita.

Jiraide: así es... Fue mi culpa Sakura, eso me pasó por cobarde -me quité el chaleco Jounnin-. Y todo por no salir herida.

Sakura miraba impresionada, haciéndome una seña de que prosiguiera con el relato.

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El grito de Kakashi aplastó a mi corazón como una roca gigante cayéndo sobre ella, y la sangre brotaba de su ojo, yo tuve que girarme y golpee con mucha fuerza las costillas del ninja haciendo que este cayera tendido en el suelo con sus costillas pulverizadas.

Kakashi: ¡¡mi ojo!!..-se lo sujeto- ¡Aaaaa-aah!

Obito: ¡Kakashi! -atónito-

Jiraide: Kakashi -lo levanté y comencé a llorar- fué mi culpa.

Obito: oye Kakashi ¿Estás bien?.

Obito se levanta enojado al igual que yo, miramos como ninjas que tenían un jutsu para ser transparentes venían hacia nosotros gracias a las huellas que dejaban en los árboles.

Antes de que yo pudiera reaccionar Obito lo había matado, mire su rostro y tenía su sharingan sus ojos rojos brillaban, eran realmente hermosos.

Kakashi: Obito tú...

Jiraide: lo siento yo...

Kakashi: no digas nada..-bajamos de la rama- en cambio podrías curarme.

Lo recosté en el árbol, saque un pequeño botiquín, y comenze a limpiar la zona con lágrimas para después usar mi jutsu médico, las lágrimas salían sin que pudiera controlarlo, mirar a Kakashi sin un ojo me hacía sentir realmente mal.

Obito: ya no llores Jiraide -me sujeta un hombro-

Yo me limpié las lágrimas y asentí, saqué unas vendas y tape la zona pasando estas por la cabeza de Kakashi quien solo miraba al suelo con su único ojo.

Yo maté al guarda de ese lugar con un pequeño Rasengan, cuando entramos Rin estaba atada y estaba dentro de una ilusión. Yo hice una posición de manos.

Jiraide: liberar.

Rin nos miró a todos, la desatamos y comenzó a temblar, un temblor de gran magnitud yo me tuve que sujetar a una roca para no caer.

Jiraide: estamos en problemas.

El lugar se comenzó a llenar de polvo, dando a entender una cosa...

- La Hija De Los Sannin (Kakashi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora