—¿Estás bien? ¿Qué sucede? —pregunté una vez me senté a su lado. 

—Tranquila, no es nada. 

—No te creo... —suspiró—. No es bueno callar las cosas que sientes o piensas, podrías algún día explotar y herir a los que menos deseas herir, mentir y ocultar algo no trae más que acumulaciones que con el tiempo rebosan el límite. 

—Madison, no quiero hablar contigo ni con nadie, por favor, déjame solo.

—De acuerdo... —me levanté y me senté nuevamente junto a Abi. 

—¿Qué te dijo? —suspiré. 

—Que no quiere hablar con nadie —asintió y se dispuso a observar la calle a través de la ventana.

Cuando llegamos al instituto nos notificaron de un cambio de horario a partir del día de hoy, por suerte en la mayoría de las clases toqué con Abi, a excepción de química, biología y literatura; la primera clase que me tocaba era economía y me fui directo al aula acompañada de Abi, nos ubicamos en los puestos cercanos a la ventana, y al abrirse la puerta entró la profesora dando por iniciada la clase.


—¡Al fin libres! —gritó Abi mientras besaba el suelo. 

—Abi, todos están mirándote —susurré. 

—¡No me importa, soy libre! ¡Libre soy, libre soy, no puedo ocultarlo mááás! 

—¡Cállate! —gritó alguien pero entre tanta gente, no se sabe de donde provino el grito. 

—¡A mi no me calles, es más, ven a besarme el culo desgraciadoo! 

—Señorita Adams, por favor acompáñeme a mi despacho —apareció como si nada la profesora más temida, la profesora de química. 

—¡Usted también puede besarme el tras... —se interrumpió a si misma al darse la vuelta y toparse con la frívola mirada de la profesora Greta. 

—Le invito a terminar su oración. 

—Yo decía que... Voy directo a su despacho —se fue a paso veloz hacia la sub-dirección.
Genial... Tendré que comer sola. 


Estaba en la cafetería y llevaba conmigo la bandeja de comida e hice lo que Jason me pidió, que no comiera tanta chatarra ya que me hacía daño, así que mi habitual dulce como postre lo reemplace con una taza de frutas, tome solo un plato de arroz con pollo y ensalada de zanahoria con una limonada como bebida, tenía buena pinta, aunque la cantidad es menor a la que suelo comer; estaba buscando alguna mesa vacía y me pareció raro que la del fondo, en la que siempre me siento, había alguien sentado, pero no pude reconocer quién era ya que se encontraba de espaldas con una chaqueta grande y la capucha puesta, a lo mejor era Jason, me dirigí con mi bandeja de comida hacia la mesa, y me senté a un lado de él sin verle el rostro. 

—¿Te sientes mejor? 

—¿Eh? —preguntó, su voz sonó rara, pero lo ignoré. 

—Que si estás mejor de lo que te haya pasado esta mañana. 

—¿Ésta mañana? ¿Y como sabes que me siento mal? —sin duda, este no es Jason, no es su voz, me digne a observarle el rostro y me encontré con unos pequeños ojos azules observándome con curiosidad, yo simplemente me limité a encogerme en el asiento. 

—Lo-lo siento... —tartamudeaba—. Pensé que eras otro persona. 

—Sí, ya veo. 

—Me voy entonces —me dispuse a irme tomando mis cosas cuando él me sujeto de la muñeca. 

—No, disculpa, quédate ¿te importaría hacerme compañía? 

—Eh... Yo... 

—Solo quédate y come tranquila, no quiero interrumpirte. 

—Bueno... 

—Ehm... —se rascaba la nuca, parece que se le olvidó mi nombre. 

—Madison. 

—Sí, Madison, la otra vez te vi hablando con Rebecca, de casualidad... ¿ustedes son amigas?

—Nos llevamos bien, pero no se si deba llamarla amiga, casi ni nos conocemos ¿por qué? 

—Verás, te lo contaré porque noto que no hablas con nadie, así que se que nunca se lo dirías a nadie, y necesito hablarlo con alguien sin que se burle. 

—Claro... —suspiró.

—Verás, ehm...

—¿Notas que dices mucho verás? 

—Sí, verás, es que... —se interrumpió y toqueteó su frente—. Volví a hacerlo, lo hago inconscientemente —sonrió. 

—No te preocupes.

—Bueno ehm... Yo había ido a la casa de Susan por su cumpleaños, hizo una gran fiesta para celebrarlo, al principio le pregunté a Becca si quería ir conmigo, que yo no me llevo muy bien con Susan y ella dijo que estaba enferma, que se quedaría en casa, entonces le dije que tampoco iría, pero a última hora decidí ir porque todos mis amigos me animaron, cuando llegué allá todo estaba repleto de gente, bebiendo, bailando, etcétera; en un momento de la noche me decidí a ir al baño, pero cuando estaba por subir las escaleras me encontré a Rebecca y a Scott, que es un chico de otro instituto el cual es la principal competencia de nosotros; ella me vio ahí delante de ellos y no dijo nada, hizo como si no me vio, se sorprendió, pero lo disimuló muy bien. Y estoy tan enojado y desanimado —suspiró. 

—¿Pero los encontraste hablando?

—Se estaban besando y metiendo mano. Lo peor es que continuó besándolo delante de mí, como si nada, controlé mi ira para no golpear al hijo de puta en medio de una fiesta, pero enserio que deseaba hacerlo, lo único que pude hacer fue irme —tiraba de su cabello. 

—Oye, no hagas eso. 

—Lo siento, es que estoy furioso, lo peor fue que Becca vino a saludarme como si nada, no se que hacer. 

—No se mucho acerca de relaciones ya que solo he leído y escuchado de ellas, pero yo diría que deberías hablar con ella, saber porqué hizo eso y porqué no habló contigo, sé sincero con ella, todo lo que piensas, todo lo que sientes, y que sea sincera contigo también, hablen a solas, sin nada que los interrumpa alrededor, ahí sabrás que hacer.

—¿Tú crees? 

—No lo sé... Pero inténtalo. 

—Bueno, en realidad ella y yo... —fue interrumpido por la campana anunciando la entrada a clases, observé mi bandeja y estaba casi intacta, el hizo lo mismo y se disculpó por ello—. Lo siento... Debo irme, por favor no le digas a nadie, gracias por al menos escuchar, no tenia con quién desahogarme —me dio palmadas en el hombro y se fue.

Eso ha resultado incluso más extraño que el habitual comportamiento de mi hermano...



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~Madison en multimedia~


Espero que les esté gustando!

Gracias por su apoyo

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