Especial II: He never fails

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Inframundo. Actualidad. Horas antes. PETER PAN POV.

Ayudé a ponerse de pie al maltrecho hombre; noté el temblor que zarandeaba sus manos y cómo sus ojos viajaban de un lado a otro con nerviosismo; aquello solo era el recipiente de lo que alguna vez fue Michael. Ya no quedaba nada del hechicero sabio y tranquilo que estaba alerta y se mostraba en control en cualquier situación. Sus ropajes carmín, que alguna vez me resultaron extravagantes y majestuosos, estaban deshilachados y estropeados con manchas secas de sangre. Su rostro estaba hinchado por los golpes y cicatrices que enmarcaban sus facciones demacradas.

—Déjame, vete. —Repuso el hombre con voz rasposa. Miré con cuidado los vanos intentos del hechicero por apartarme. —Si tardas más aquí será demasiado tarde para tus amigos. Hades mandó unas...

¡Furias! ¡Peter! ¿¡Cómo demonios entraron dos de ellas aquí!?

La voz de pánico de Cheshire mandó un escalofrío por mi columna. Mi cuerpo se tensó cuando una oleada de pensamientos inundó mi cabeza. ¿Cómo podían pasar esas cosas a través de la barrera de protección? La única forma era que yo no tuviese la capacidad de mantenerla o...

Me separé abruptamente del hombre y los ojos lastimeros del hechicero cambiaron a unos serios y negruzcos. La oscuridad solo provocó que se ennegreciera aún más su iris. — ¿Qué sucede, Pan? —La forma ácida en la que escupió mi nombre me dejó en claro que no estaba tratando con Michael.

—¿Dónde está? —Cuestioné con voz monocorde.

—¿Y aun lo preguntas? —El rostro arrugado del viejo fue cambiando a uno más joven. Las facciones de Hades se mostraron unos segundos después. —¡Muerto! —El señor del Inframundo aplaudió con entusiasmo al pronunciar aquello. Las ropas del aprendiz quedándole holgadas.

Di un paso hacia atrás como acto reflejo; los ojos del Dios de infratierra me siguieron en todo momento. —No creo del todo que este muerto. —Argumenté con firmeza.

—¿Qué te hace pensar eso? —Interrogó con curiosidad al tiempo que fue avanzando con paso tranquilo pero constante alrededor de la habitación. —¿Quizás el hecho de que te advirtiera de mi pequeño plan? —Alcé una ceja de forma escéptica. —Puede que compartamos cuerpo; es bastante útil conocer todos los movimientos que se llevaron a cabo a mis espaldas; como el hecho que Merlín no cumplió el acuerdo por completo y... tú. —Hades me señaló con sus dedos índices. —Tienes algo que, por derecho, es mío.

—Sigue vivo. —Musité, ignorando por completo el palabrerío restante. Hades rodó los ojos de forma irritada.

Peter. Te necesito aquí. Ya. La voz de Cheshire era agitada y demandante. Las cosas se estaban saliendo de su curso y yo estaba estancado en aquel lugar.

—Lo que viste era el último vestigio de lo que alguna vez fue el aprendiz. —El hombre hizo comillas en el aire ante el apodo de Michael. —Su alma terminó por consumirse hace unos minutos, por eso mis Furias pudieron asaltar la mansión, ahora este solo es un traje de carne con residuos de magia y recuerdos. —El señor del Inframundo se llevó la mano a las sienes con una sonrisa retorcida. —Es bastante curioso el apego que le tenía Mickey a Rapunzel.

—Es bastante retorcido que te empecines con recuerdos que no son tuyos ¿Te has dado cuenta? Es deprimente porque quiere decir que los tuyos no son cosa del otro mundo. —Le regalé una sonrisa burlona cuando Hades me miró con cara de pocos amigos. —No me sorprende que Zelena te rechace una y otra vez.

Hades levantó la mano y mi espalda chocó contra una rocosa y pegajosa pared. Mi sonrisa solo aumentó a pesar del lacerante dolor que se expandió por el resto de mi cuerpo. —No vuelvas a hablarme de ese modo.

Rapunzel and the lost demon (Robbie Kay, OUAT)Where stories live. Discover now