Capítulo 4

5.4K 439 29
                                    

POV ANASTASIA

— ¡Ana, reacciona! —Escucho la voz de Kate, pero mis parpados están muy pesados, no puedo despertar.

De pronto, siento un horrendo olor a alcohol que me invade la nariz, hasta llegar a mi cabeza y abro los ojos, ¿Dónde estoy?

—Ana, dime ¿cómo te sientes? —Me dice Grace, se encuentra a mi lado sentada en la cama junto con Kate a los pies de la misma.

— ¿Qué me pasó? —Pregunto algo aturdida. Lo último que supe es que Carrick salió del estudio diciendo que renovarían la búsqueda de Christian en la mañana.

— Te desmayaste en la sala, ¿Cómo te sientes? —Pregunta Grace nuevamente.

Veo a mi alrededor estoy en el cuarto de Christian, aun puedo percibir su olor.

— ¿Y Christian? ¿Regresó? —Pregunto esperanzada, rogando por que la respuesta sea un ¡Sí!

— No querida, la búsqueda continuara al amanecer. —Me dice Grace con tono de tristeza. No me puedo controlar empiezo a llorar de una manera inconsolable, pero no puedo detenerme Grace y Kate tratan de calmarme.

— Tengo que revisarte, sentí que tu presión está muy baja, ¿me dejas? —Pregunta Grace, y veo preocupación en sus ojos. Pobre Grace, está tan asustada tanto o más que yo.

Asiento con la cabeza, sé que ella tiene algo que hacer, para no volverse loca mientras estamos en esta pesadilla. Enseguida me pone a checar mis signos vitales.

— Kate, puedes pedirle a la señora Jones que le prepare a Ana un té de Jengibre, con azúcar, tal vez eso ayudara a que suba la presión. —Dice Grace, haciendo que Kate salga rápidamente de la habitación.

—Muy bien Anastasia, te voy a hacer unas preguntas que necesito que me contestes, ¿puedes hacerlo?

—Grace, estoy bien, solo algo mareada, pero ya se me pasará. —De hecho me siento muy mareada, pero no quiero que se preocupe, es simplemente la situación que me tiene de esa manera.

—Anastasia, esto no es un juego, estoy pensando seriamente en llamar a una ambulancia y llevarte a cuidados intensivos del hospital. —Me quedo con la boca abierta, la verdad no creo que sea tan grave, creo que me está asustando para que haga lo que dice. ¡Me recuerda tanto a Christian!

—Ahora necesito que contestes unas preguntas.

Asiento resignada, Grace ya tiene metido en su cabeza lo que tiene que hacer y nadie la va a detener.

— ¿Estas embarazada? Me pregunta. ¡Madre Mía!, debo tener la cara enrojecida, al fin al cabo es mi suegra.

— No. —Niego categóricamente ladeando mi cabeza.

— ¿Cómo estas segura de que no?

— Pues, porque la doctora Green, me hizo una prueba de embarazo el sábado pasado, pensó que estaba embarazada porque había dejado la mini píldora.

— ¿Por qué dejaste de tomar la pastilla?, ¿Querías quedar embarazada? — En cierto modo me duele que piense eso de mí, es como si quisiera quedar embarazada para atrapar al Pez Gordo que es su hijo.

— ¡NO!... yo... Christian y yo habíamos terminado. —Le aclaro rápidamente. —Pensé que no volveríamos, así que no seguí tomándola.

— ¿Y desde cuando tomabas la píldora? — Siento vergüenza de estar diciéndole esto a ella.

—Empecé a tomarla hace dos jueves atrás, la deje el sábado siguiente. —Le digo, para ser honesta.

— ¿Solo la tomaste, tres días? —Me mira impresionada. — ¿No habías tenido control de la natalidad anteriormente?

Aprendiendo a Vivir Sin TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora