Recogió las latas y las puso sobre la mesa y volteó a mirarme.

-¿Ahora qué hago?
-Ábrelas mientras yo me encargo de servir el jugo.

Mientras servía el jugo, una voz muy conocida captó mi atención:

-¿Qué hacen, chicas?-Bernard ovservaba todo.-Escuché un grito, y si no me equivoco, diría que tú fuiste quien gritó.
-Esa loca me asustó.-Señalé a Christie.
-Dejen de hacerse bromas, chicas, lo digo en serio.-Él se reía.
-La que empezó fue ella. No se rían.
-Esto no es nada con todas las cosas que has hecho, Bri.
-Odio decir esto, pero Christie tiene razón.
-Ok, como sea, mezclen ese atún con el tomate y la cebolla, no toquen el aguacate.

Terminé de servir el jugo en cada vaso y fui llevando las bebidas al comedor poco a poco y antes de ir a la cocina a servir la comida, le dije algo a las chicas.

-No tomen el jugo hasta que todo este listo.
-Entonces, ¿por qué trajiste el jugo primero?
-Dorothy, sólo hazme caso.

Volví a la cocina y ya Bernard y Christie estaban sirviendo en los platos, ahora es mi turno de hacer una broma... Me aclaré la garganta y voltearon a mirarme.

-¿En qué momento les dije que podían empezar a servir?-Los miré con los brazos cruzados con una expresión muy seria en mi rostro para que no sepan que estoy bromeando.
-Sólo queríamos adelantar mientras te encargabas de las bebidas para que no tengas que hacer todo el trabajo tú sola.
-¡No soy ninguna inútil! Saben que no me gusta que hagan las cosas sin antes hablar conmigo...-Una risa se me escapó y ambos me miraron extrañados.-Olviden eso, intentaba hacer una broma fingiendo estar enojada, pero la risa me delató.
-Por un momento me lo creí.-Dijo Christie.-Pero cuando te enojas no hablas con tanta tranquilidad como lo hiciste.

Maldita sea, ¡sí que me conoce!

-Maldición, debí haber intentado algo diferente... Llevemos los platos a la mesa.-Yo tomé dos platos y los llevé hasta la mesa.

Christie y Bernard llevaron los tres restantes y yo eché un vistazo a Bernalie, que dormía muy feliz en su coche, así que me senté a comer con los demás, realmente todo estaba rico, más que todo los tomates, no entiendo por qué me gustan tanto los tomates, pero es que son deliciosos.

¿Un error o una bendición? (En Edición.)Where stories live. Discover now