Capítulo 34:

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Miércoles:

En la mañana desayuné pan con huevos y tocino y un vaso de leche y alimenté a Miu, me puse un short y una camisa deportiva, salí a trotar por todas las cuadras y regresé a casa caminando, me di una ducha y me puse algo cómodo, puse música y pasé el resto de la mañana bailando hasta que llegó el momento de ir a la escuela, dejé que los niños jueguen y de regreso me quedé en la sala viendo una película con palomitas y en la noche me acosté.

Jueves:

Llegué al salón de los chicos unos minutos antes y Abigail llegó temprano, me saludó y se sentó en un puesto que estaba cerca del escritorio.

-¿Podemos hablar?-Me preguntó.
-Claro. ¿De qué quieres hablar?
-Sobre mí.
-Desahógate.
-Me he sentido muy sola desde que ella murió...-Sus ojos se pusieron llorosos.-Cuando nos volvimos mejores amigas hicimos un juramento de ser mejores amigas pase lo que pase, que nuestra amistad sería verdadera y para siempre, que seríamos mejores amigas hasta el final y de repente la vida me la arrebató de la peor forma, se supone que ese día íbamos a pasar juntas las vacaciones, ese iba a ser uno de nuestros mejores días, estábamos tan felices y emocionadas porque nuestros padres al fin nos habían permitido salir solas, ese día ella estaba tan feliz, no dejaba de sonreír y me dijo que siempre me amará pase lo que pase, y que si algo llega a pasar siempre será mi mejor amiga...-No pudo seguir resistiendo las ganas de llorar y dejó que las lágrimas salieran.-Todo es mi culpa, si no hubiese planificado pasar las vacaciones juntas nada de eso habría pasado y ella seguiría con vida... Soy un asco de persona.-Los sollozos no la dejaban hablar bien.-Yo también tenía que morir, no sólo ella, pero sólo quedé en coma y cuando desperté, lo primero que hice fue preguntarle al doctor por ella y me dio la horrible noticia, ese mismo día intenté saltar desde la ventana pero el doctor me detuvo, me pasé dos días enteros llorando y sin querer comer ni dormir... Recuerdo que un auto a toda velocidad se dirigía a nosotras, ella logró esquivarlo pero nos fuimos en bajada por una montaña, luego desperté en un hospital dos meses después y mi papá me dijo que el auto estaba totalmente destruido y que ella murió en el acto.-Se acercó a mí y me abrazó y apoyó la cabeza de mi hombro.
-Abi, esto no es tu culpa, es culpa del auto a toda velocidad, es obvio que quien iba en el otro auto estaba bajo los efectos del alcohol, además de eso, ninguna de las dos sabía que algo así tan horrible iba a ocurrir, así que no te culpes, sé que es doloroso, pero tu mejor amiga no quiere que estés triste, ella sabe que la adoras y la extrañas mucho, es muy triste perder a una persona que quieres mucho, sientes mucha tristeza y un gran vacío que nadie entiende más que tú misma...

¿Un error o una bendición? (En Edición.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora