Vuelve conmigo

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Pasados otros tres meses

Ya voy por mi octavo mes de embarazo, aún no me lo creo.
Lector me ayuda mucho con las tareas de casa y puesto que en estas condiciones no puedo hacer misiones, Rogue y Levy me ayudan a pagar el alquiler.

- ¿Vamos? — preguntó Lector dandome mi bolso.

- Sí — salimos de casa rumbo a Fairy Tail.

Como cada mañana nos dirigimos al gremio para estar un rato con Sting, desde que está en coma viene mucha gente de Sabertooth a visitarlo.

Al entrar en el gremio empecé a escuchar murmullos por las mesas y la gente me miraba bastante. Decidí no hacer caso a lo que ocurría y fui directa a la enfermería.
Al abrir la puerta y echar un vistazo dentro no pude creer lo que vi.
No sabía como reaccionar, durante unos segundos me quedé paralizada y lo único que podía hacer era dejar salir mis lágrimas.

- Sting... — jamás me había costado tanto pronunciar su nombre.

Como pude avancé hasta su camilla y me tiré encima de su cuerpo.

- Oye rubia, cuidado con mi cara — dijo sonriente.

No me lo podía creer, me quedé un rato más observandolo... estaba sentado en la camilla con la espalda en la pared y se comportaba como si nada hubiera pasado, en todo este tiempo el pelo le ha crecido bastante.

- Después de ocho meses... ¿eso es lo primero que se te ocurre decirme? — le dije, reí sin poder parar de llorar, me hacía tan feliz volver a ver sus ojos.

- ¡¿Ocho meses?! — preguntó gritando y haciendo que una enfermera que había al lado se asustara.

- Sí, idiota — le abracé y me quedé así durante unos minutos hasta que habló.

- ¿Por qué lloras? — puso sus dos manos en mi cara para levantarla.

- Ha pasado mucho tiempo, pensé que nunca despertarías... te he echado de menos — sonreí dejando escapar algunas lagrimas, las cuales Sting me limpió.

- Para mi es como si solo llevara unas horas sin verte... pero me siento muy cansado — dijo incorporandose en la cama.

Se separó un poco y comenzó a mirarme de arriba a abajo.

- E-eh... Lucy — tragó saliva.

- ¿Qué? — no sabía que le ocurría.

- ¿Te has comido a Lector...?

- ¡Eres tonto! — grité enfadada — ¿cómo iba a comermelo?

- ¡Estoy aquí Sting! — gritó emocionado saltanto encima de él.

- ¿Entonces que has comido Lucy? — dijo dejando a Lector a su lado y volviendo a retomar la conversación — pareces una pequeña ballena — los dos comenzaron a reirse y yo no pude evitar pegarles en la cabeza.

- No es por la comida Sting — no sé cómo pero me armé de valor para decirselo — estoy embarazada.

Sting se quedó quieto con la boca abierta y clavando su mirada en mí. Sin esperarmelo una sonrisa invadió su rostro, nunca lo había visto tan feliz... creía que iba a tomarselo a mal.

- Espera... pero, ¿es mío no? — preguntó dudoso.

- Pues claro que si tonto — refunfuñé.

El comenzó a reir y le dijo a Lector que si podía dejarnos a solas a lo que él accedió.
Nada más salir Lector, Sting intentó levantarse de la cama pero le costó bastante ya que al haber estado ocho meses sin moverse había perdido mucha fuerza.
Se sentó en el borde y me agarró de la camiseta para atraerme hasta él.

- Se supone que hace ocho meses que no te pruebo... — se acercó a mi cara con una sonrisa y me besó.

Me puse roja, es mi novio pero aún así a veces consigue ponerme así... esque es imposible no perder la cordura cuando me hace ese tipo de cosas.

- No puedo creerlo... — dijo mientras ponía sus dos manos en mi barriga — voy a ser padre.

Estaba muy emocionado, le estuve contando todo lo que había hecho en su ausencia y que lo visité todos los días.
Él me escuchaba sonriente sentado junto a mí.
Decidí volver a casa ya que Sting tenía que estar una semana más allí reposando, pero como era de esperar se negó.

- ¡Que no! Llevo aquí ocho meses, no pienso estar una semana más  — discutía con los enfermeros.

Parecía un niño chico enfadado, aparte tampoco le iba a pasar nada por estar una semana más, total, de los ocho meses ni si quiera se ha dado cuenta.

De repente vi como Sting comenzaba a caminar hacia la salida de la enfermería con 3 enfermeros colgados de sus brazos.

No sé de donde sacaba la fuerza pero en fín, era un show la situación.

Los enfermeros se dieron por vencidos y dejaron que Sting se marchara, pero me advirtieron de que debía vigilarle.

Podía andar bien pero no tenía fuerzas para mucho más, a partir de ahora debería entrenar.

Al llegar a casa se sentó en el sofá y no apartó la vista de mi en ningún momento, seguía alucinando por lo del embarazo y es normal... para él a sido de un día para otro.

- ¿Será niño o niña? — preguntó observandome.

Yo estaba ordenando un poco el salón mientras hablábamos.

- No lo sé, he decidido que sea una sorpresa.

- Seguro que es niño — dijo sonriente — y será como yo.

- Pues no veas lo que nos espera entonces... — susurré.

- ¿Oye que insinuas rubita? — rió — será el más ligón de la escuela.

- Yo quiero que sea niña — dije sentandome a su lado.

Me miró con una pequeña sonrisa, ¿en qué estaría pensando?

Me daba un poco de vergüenza que me mirara de esa forma a sí que me fui a hacer la comida.

Estaba preparando las cosas cuando de repente sus brazos me rodearon.

- ¿Sabes? — me susurró en el oído — yo no podría haber aguantado ocho meses sin ti, me haces tan feliz... Lucy.

Apoyó su cabeza en mi hombro mientras seguía abrazandome desde atrás y por primera vez, sentí las lágrimas de Sting caer por mi brazo.

**

Wattpad me hace imposible subir capítulos... ¡en fin pero aquí está! Espero que os guste y que os vaya todo muy bien, si es de su agrado voten y comenten para saber vuestra opinión, gracias a todos. ❤

En busca de inspiración [Stinglu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora