En busca de inspiración [Stinglu]

Engañado

Pov Lucy

Esta semama la he pasado con Kay, mi nuevo espíritu.
Hemos estado entrenando y es increíble todo lo que puede hacer.

Ahora mismo estamos en una cafetería que hay muy cerca de casa, como parece humano puedo ir con el por la calle sin problemas.

- La antigua portadora de mi llave era estúpida — me explicó mientras se sentaba en una de las mesas — no le importaban ninguno de sus espíritus.

- Hay gente tan egoista... — levanté la mano para llamar a la camarera.

Pov Sting (Siiiiiii jodeeer por fin)

- Lector te pesa el culo — tenía que meterle prisa.

- Sting hace mucha calor... — paré de caminar y lo cogí en brazos.

- ¡Frosh piensa lo mismo! — dijo secándose el sudor con la patita.

- Ven aquí anda... — Rogue también decidió cogerlo, así al menos dejarían de quejarse e iríamos más rápido.

Estábamos en Magnolia, obviamente veníamos a ver a Lucy y Levy pero antes de eso alquilamos una habitación en un hotel que había cerca.

- Ve a verla si quieres — dijo Rogue dejando su maleta en un rincón del cuarto — yo me quedo con estos dos — achuchó a Lector y Frosh.

Le sonreí en señal de agradecimiento y me dirigí a casa de la rubia.

Me moría de ganas de verla.

Iba a mandarle una carta hace un tiempo, pero en fin... no me sabía su dirección.

Mientras caminaba por la calle que daba a su casa me pareció verla en una cafetería, paré para comprobarlo y efectivamente era ella. Una sonrisa se apoderó de mi cara hasta que a su lado vi a otro chico. ¿Quien coño era?
Se les veía muy felices y riéndose, sinceramente me estaba poniendo de mala leche.
De repente el chico se acercó a ella y la tomó de la mano, estaban muy pegados, cara a cara... hasta que la besó.

Me acerqué un poco más para comprobarlo pero cuando levanté la mirada el chico ya no estaba. Busqué por todas partes pero ni rastro de él, en cualquier momento yo iba a explotar... a sí que me fui de allí.

Al llegar al hotel y entrar en la habitación vi como Rogue me miraba sorprendido.

- ¿Qué haces tan pronto aquí? — se levantó de la silla y se acercó.

Pegué un puñetazo en la pared que dejó unas cuantas grietas.
Rogue se sobresaltó y me sujeto los brazos para tranquilizarme.

- ¡¿Que mierda te pasa Sting?! — dijo gritandome.

Como pude me solté de él, me dirigí despacio hacia la cama donde me senté y me pasé las manos por la cara para calmarme.

No podía creer lo que había visto, estaba muy nervioso.

- Sting... — Rogue se puso de pie delante mía y apoyó su mano en mi hombro.

- Fui a su casa a verla... — comencé a relatar — y por el camino la vi besandose con otro chico.

- ¿Qué? Eso es imposible, ¿seguro que era ella?

- Rogue... — lo miré enfadado, necesitaba su apoyo no que dudara de mí.

- Esta bien lo siento, ¿por qué no vas a hablar con ella? — se sentó a mi lado.

- ¿Crees que ahora mismo estoy en condiciones de hablar con alguien? — apreté mi puño en respuesta.

- Sting... es normal, ha pasado mucho tiempo desde que os visteis — tenía razón.

Sé que ha pasado mucho tiempo, exactamente un mes y una semana sin saber absolutamente nada el uno del otro. Pero tampoco es tanto como para olvidarse así de rápido de mí, ¿no?

- Ahora mismo no puedo pensar con claridad... — aclaré.

Después de nuestra conversación fuimos a cenar fuera y volvimos pronto, el viaje nos había cansado mucho y aunque tenía muchísimas cosas dando vueltas por mi cabeza caí rendido ante el sueño rápidamente.

Amaneció y fui al salón de aquella habitación, había una pequeña mesa y un sofá en el cual me senté.

¿Qué hago yo ahora? He vuelto por Lucy, pero después de lo que vi ya no puedo ir a verla.

Decidí pasar la mañana dando vueltas por Magnolia, la verdad que esta ciudad me encantaba y la gente era muy amable.
A mi lado estaba Lector, no paraba de mirar todas las tiendas que dejábamos a nuestro paso sorprendido. Es normal, en los alrededores de Sabertooth no hay nada de esto.

- Sting, ¿por qué no hablas con ella? — Lector se detuvo esperando una respuesta.

- ¿Como sabes tú eso...? — que yo recuerde no le dije nada.

- Os escuché ayer en la habitación hablar a Rogue y a ti — comenzó a caminar mientras hablaba y yo lo seguí — deberías verla.

- Las cosas no son tan faciles Lector — le sonreí.

- Eres tú que las vuelves difíciles, solo tienes que ir y que te aclare todo Sting — al acabar la frase puso una pequeña cara de enfado que me hizo reir.

- Vale, vale... ya iré.

Lector le tiene mucho cariño a Lucy.

La plaza como siempre estaba abarrotada de gente, pero me fue fácil localizar a Rogue, Levy y Frosh.

- ¡Hola Sting! — Levy se levantó a abrazarme.

- ¡Hey! — le correspondí dudoso al abrazo inesperado.

- ¿Qué haces por aquí? — preguntó Rogue.

- Vine a dar una vuelta con Lector.

- Y... ¿no estás con Lu-chan? — Levy estaba confusa.

- No... — evité el tema — ¿queréis que me lleve a Frosh?

Rogue miró al pequeño en señal de pregunta y Frosh asintió.

- Vamos anda — lo cogí en brazos, ya que Frosh tiende a perderse.

Estábamos en la plaza caminando cuando de repente la vi.

Era Lucy... al lado de ese chico, otra vez.

Ella me miró sonriente, pero yo solo pude darme la vuelta y seguir mi camino, no me puedo creer que aún así actúe como si nada. La escuché gritar varias veces mi nombre mientras me alejaba.

Decidí volver al hotel, las calles estaban llenas de gente y era difícil abrirse camino. Además no quería volver a encontrarme con ella.

- ¿Sting ya vamos a volver? Es muy temprano... — preguntó Lector.

- ¡Frosh piensa lo mismo!

- Ya está oscureciendo — aclaré.

- Pero hoy hay mucha gente fuera — Lector no paraba de mirar impresionado la calle.

- Mañana volveremos, vamos chicos — seguí caminando y pensando en mis cosas.

Casi sin darme cuenta llegamos al hotel, al entrar en recepción me atendió una chica bastante guapa y amable. Me dijo que Rogue le había encargado de informarme de que hoy no dormiria aquí.

Como lo envidio.

- Lector lleva a Frosh a la habitación, ¿de acuerdo? — le dije dandole la llave.

- ¿A donde vas Sting? — me preguntó dudoso.

- Tengo que hacer unas cosas... portaos bien y no salgais — les acaricié las cabezas y salí de allí.

En realidad... solo quería beber.