Tonto

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Pov Kay

- Espero que ese rubio haya reaccionado, ahora lo único que puedo hacer antes de volver a mi mundo es visitar a Lucy... — dije casi en un susurro.

Me dirigí a su casa y desde fuera pude ver la luz de su cuarto encendida.

Seguía despierta.

Toqué en su puerta y escuché unos leves pasos tras ella, Lucy me abrió y me invitó a pasar.

Nos sentamos en el borde de su cama y al levantar su mirada pude ver que tenía los ojos rojos, había estado llorando... o fumando... pero no, eso definitivamente no.

De sus grandes ojos apareció una lágrima que le caía despacio por su mejilla y no dudé ni un segundo en abrazarla.

- Kay... ¿Soy idiota verdad? — me preguntó sin dejar de abrazarme.

- ¿Eh? Claro que no, ¿por qué dices eso? — le agarré la cara suavemente con las dos manos para que no me apartara la mirada.

- Confié en él... creía que había cambiado — puso una pequeña sonrisa irónica — pero no.

- Lucy, quizás deberías hablar con él y — me interrumpió.

- Quiero dormir — se apartó de mí y abrió las sabanas para acurrucarse dentro — gracias por todo Kay... — dijo cerrando los ojos.

Le di un beso en la cabeza y después de contemplarla un rato me fui.

Pov Sting

Después de que esa chica se fuera maldiciendome me vestí y salí de mi apartamento, no podía dormir sabiendo que Lucy estaba mal.

Recorrí lo más deprisa que pude las calles de Magnolia para llegar a su casa. Observé durante un rato su puerta, quería tranquilizarme para no hacer nada indebido, a sí que tomé aire y pegué.

Escuché a Lucy refunfuñar, supongo que la desperté.

- Hey — fue lo único que me salió después de que abriera la puerta.

Ella tenía un gesto serio y a la vez de sorpresa, supongo que porque estaba enfadada conmigo y porque tenía sueño, aún así se puso a un lado invitandome a pasar.

- ¿A qué has venido? — dijo sobandose los ojos con su puño.

Decidí ser directo, ir al grano, la duda me estaba matando.

- ¿Quien era ese chico Lucy? — apreté mis manos, estaba nervioso, por mi cabeza pasaban muchas ideas y ninguna era buena.

- ¿De qué hablas Sting? — cerró la puerta y se apoyó de espaldas a ella.

- Del chico con el que te reias en la cafetería — la miré fijamente, me costaba pronunciar cada palabra — con el que te besaste.

Sus ojos se abrieron de par en par. Se quedó un rato en silencio, supongo que ahora empezó a entender por qué yo estaba así.

- Sting... ese chico se llama Kay — estaba nerviosa, miraba al suelo — yo... no quería besarlo, no siento nada por él — se llevó las manos a la cabeza — lo siento... él estaba confundido, aún así ya le dejé todo claro y ni si quiera es humano, es un espíritu.

Ajá, uno de sus espíritus... por eso en parte ayudó a Lucy dandome la pulsera.
Vine dispuesto a arreglarlo todo y no pensaba irme de aquí sin hacerlo.

- ¿Vale, pero por qué te pones así? ¿No crees que era normal que yo estuviera enfadado? En ese momento yo no sabía qué es lo que estaba pasando, pensé que te había perdido... — me pasé la mano por el pelo — Ag, Lucy me molesta que el te haya besado, pero aún así sabes que te quiero y no me gustaría que acabaramos mal por esa tontería.

En busca de inspiración [Stinglu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora