En busca de inspiración [Stinglu]

Despedida (actualizada)

Tras una larga semana en la mansión tuvimos que volver a Sabertooth, no sin antes despedirnos de Anne y prometerle que volveríamos a verla.

Era la hora de la cena a si que en la segunda parada del tren decidimos bajar y alquilar una habitación en un hotel de un pueblecito.

Cogimos solo una habitación pero con dos cuartos para no gastar mucho dinero.
Sting se ducho primero y justo al salir entré yo.

- Lucy nosotros vamos bajando ya - gritó Lector.

- ¡Está bien, ahora voy! - tenía que darme prisa.

Me maquillé, me peiné y me puse un vestido no muy arreglado pero ajustado, corto y negro que tenía.

Al bajar al restaurante que había en el hotel vi a Sting en una mesa, iba en camisa, le quedaba demasiado bien.

- Hombre rubia, creía que te habías perdido - levantó la mano para pedirle al camarero la comida.

- Te queda muy bien esa camisa - Lucy ataca.

- Lo sé - ni se inmutó.

Ni si quiera me dijo nada de mi vestido o de mi pelo... nada. No sé, podría decirme algo bueno alguna vez.

- Lucy que pulsera tan bonita - vaya, al menos Lector me dice algo bueno, aunque sea sobre algo que no sabía ni que llevaba puesto.

- Oh gracias Lector - le dediqué una gran sonrisa.

Al llegar el camarero todos pedimos.

Lector comió muy rápido, una hamburguesa y patatas.

- Lector deberías irte a dormir ya, dile al encargado que te abra la puerta ¿Sabes llegar a la habitación? - Sting parecía tramar algo.

- Sí, buenas noches Lucy - me abrazó y se fue saltando como si nada.

- Bueno, luego nos vemos - Sting se levantó y se dirigió a una mesa donde habían dos chicas sentadas.

Ahora entiendo.

Me sentó bastante mal que hiciera eso, estaba incómoda y no sabía que hacer allí sola así que decidí ir a la barra a beber algo.

Una, dos, tres y cuatro.

No necesitaba más para empezar a contarle mi vida al camarero.

El parecía divertirse escuchandome, daba mucha pena en ese estado.

Pasaron 15 minutos más y empezaron a darme vueltas las cosas.

De repente sentí que alguien me tomaba del brazo.

- Rubia, no seas mala - era Sting.

- Q-que te paasa - me sacó del restaurante y fuimos al pasillo de la habitación.

- No hagas más la tonta, ¿Que hacías bebiendo? - estaba buscando las llaves de la puerta en sus bolsillos.

- Sting... - se giró para verme - ¿Por qué yo no te gusto...?

Obviamente en otra situación yo sería incapaz de decirle esto, pero el alcohol siempre hace de las suyas.

- ¿De qué hablas? - estaba nervioso.

- Siempre andas con muchas chicas, sin embargo a mí nunca me dices nada, ¿No soy tú tipo? - me acerqué a él.

Pov Sting

Madre mía, no paraba de arrimarse más y más a mí. Me va a volver loco, no quiero cagarla con ella, pero esque joder, no me lo pone nada fácil.

- Lucy - me hize el serio - vamos entra - abrí la puerta.

Al escuchar que la llamé por su nombre se despegó de mí y entró.

Fuí a su habitación y le saqué su pijama de debajo de la almohada, le indiqué que se cambiara en el baño. Lector dormía en el otro cuarto plácidamente, intentaba no despertarlo.

Cuando salió del baño me di cuenta de que estaba un poco mareada a sí que la sujete.

- Sting, me encuentro mal, me duele la cabeza - no había manera de que me soltara.

- Es normal, venga ve a dormir - la llevé hasta su cama.

Se tumbó y cuando iba a taparla me habló.

- Sting... - de repente me agarró de la camisa y me tiró encima suya - al menos duerme conmigo.

Pufffffffffffff... ¿Yo? Sting Eucliffe... ¿dormir con una chica?
Esto no va conmigo pero en fin.

- Está bien Lucy - dije levantandome de nuevo - pero espera que me cambie al menos.

Me quité la camisa y pude sentir la mirada de la rubia, estaba embobada, era muy graciosa así.

Me puse una camiseta gris básica y me quité los vaqueros para ponerme el pantalón del pijama.

Volví a la cama y me quedé mirandola fijamente.

- ¿Me haces un hueco o qué, rubia?

En ese momento se puso a un lado y no tardé en tumbarme.

Al rato noto que Lucy se movía, no le presté mucha atención, hasta que sentí su mano metiendose por mi camiseta.

- Quiero abrazarte - me susurró, se acercó más a mi y me rodeó con su brazo.

Voy a ser sincero conmigo mismo, me gusta.
La chica me gusta.
Esque es tan diferente a todas, no quería encariñarme con ella pero en fin, al final esas cosas no las elige uno. Yo que sé, no quiero tampoco hacerla sufrir, nunca he tenido ninguna relación y la cagaría rápidamente.

Me di cuenta de que tenía que dejar de ser tan duro algunas veces.

Levanté mi brazo y lo dejé caer encima suya para luego contraerlo y acercarla más a mí.

Juro que nunca había sentido esto antes.

Al abrazarla me di cuenta de que no llevaba sujetador. Necesito ayuda.

Esto es demasiado para mí.
No sé si voy a poder controlarme.

Podía sentir su respiración en mi cuello, eso no hacía más que ponerme nervioso.

Retiré un poco la cabeza sin mover el resto del cuerpo para poder verla.

Estaba dormida.

Había muy poca luz en la habitación pero era la suficiente como para poder ver su rostro.

Me tranquilice bastante, tenía cara de chica buena. Eso me gustaba.

La abracé más fuerte y cerré los ojos.
Necesitaba dormir.