¿novios?

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-¡FALTA!- se escuchó el grito después del silbato. El entrenamiento del día estaba en curso y los chicos en la duela se veían ya cansados.

-¿Qué te pasa Inuyasha?... no puedes cometer faltas tan inocentes- regañó Miroku cuando su peliplta amigo caminó con el balón.

-Cierra la boca- contestó fastidiado mientras le lanzaba el balón al árbitro y limpiaba el sudor de su rostro con la casaca amarilla de entrenamiento.

-¿Qué te tiene tan distraído?- cuestionó curioso al caminar con él y tomar posición a su lado.

-Nada.- fue seco en su respuesta y miró fijamente a cierto moreno ojiazul que lo veía con burla y con el balón ya en las manos.

-Creo que te está quedando grande el puesto de capitán, capitán- soltó con burla el moreno al sostenerle la mirada al peliplata.

La mirada dorada se tornó todavía más molesta y estuvo a punto de ir a encarar al moreno, pero Miroku lo detuvo al sujetarlo del brazo.

-¡Juega Bankotsu!, y déjate de comentarios sin sentido.- exigió el coach a varios metros de distancia de ambos chicos.

-Mph. Solo digo la verdad.- sonrió de manera torcida el moreno, y lanzó el pase a Kouga, su compañero de casaca roja.

-Aun así... tú tampoco haces mucho para merecer el puesto.- mencionó el coach al seguir la jugada, y dando la razón al ojiazul en lo referente al peliplata. El otro solo se encogió de hombros.

Inuyasha prestó atención a lo dicho y solo negó impotente, siguió corriendo en dirección al balón... se esforzaría por cambiar esa idea en su entrenador... con astucia se había interpuesto y arrebatado el balón, corrió y continuó una nueva jugada. Desde el fin de semana que estúpidamente se le ocurrió intentar besar a Kagome, no estaba pensando bien, y más por el hecho que ella no había querido verlo aun cuando le había dicho que lo haría. Eso le había traído problemas tanto en el equipo, con sus clases, incluso, con Kikyo que lo veía distraído y preocupado.

En cambio, Bankotsu veía complacido el patético estado de su todavía capitán... sonrió de medio lado al quitarle el balón en una jugada de frente, con media vuelta ya estaba corriendo en la dirección contraria a la que llevaba el peliplata... lanzó un largo y atinado pase, y Kouga anotaría los siguientes dos puntos que bastarían para acrecentar su ventaja ante el equipo amarillo. Sonrió por ello... una nueva asistencia a su marcador personal. Pronto Inuyasha tendría dos cosas por qué preocuparse.

-¡Prrrrrrr!... eso ha sido todo por hoy, reúnanse.- silbó y ordenó el calvo entrenador, minutos antes de lo que acostumbraba.

Los jóvenes no tardaron en formar un medio círculo frente a su coach, algunos lo hacían sentados en la pulida madera, otros agotados pero de pie.

-Solo una cosa jóvenes, dentro de dos semanas tenemos el primer partido oficial para la universidad...- habló y sus discípulos no tardaron en comentar unos con otros.-¡Silencio!- ordenó molesto -... los necesito al cien por ciento ese día, la universidad Keio es una de las mejores y nos puede dar problemas... no quiero eso.

-Eso será pan comido- mencionó el siempre confiado Kouga.

-No estén tan seguros, ellos han adquirido nuevos talentos y también se están preparando.- apuntó el entrenador.

-Podremos con ellos- mencionó fastidiado el capitán del equipo.

-Eso espero... el rector espera mucho de nosotros, no podemos perder. Ambas universidades son la principales de cada sector y se juega más que un partido.- sentenció y brindó una mirada seria a todo el equipo.

Razones Equivocadas (Disponible en Amazon como original)Where stories live. Discover now