Capitulo 44

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Isabel

-¡¿Dónde estan mis flores?!¡-grito al no verlas por ningún lado. Finalmente es el día de mi boda, los nervios me consumen y me complican todo, hacen que no pueda conseguir nada ¿o es que todo se me esconde?, en la mañana perdi el celular, y cuando Alberto lo encontró estaba justo en mis narices. 

-Aqui las llevo Isa...-dice Elena, saliendo del dormitorio de Juli, su casa se ha vuelto el salon de belleza, un espejo largo se encuentra posicionado en una de las esquinas, al ver que efectivamente, Juli tiene mis flores: una mezcla de flores entre tonalidades claras de rosa y púrpura, decido darme un último vistazo en el espejo y lo que veo se me hace irreal. Creer que finalmente llegó el día que tanto espere se me hace un poco loco. Verme vestida de novia ya con mi peinado y maquillaje me sorprende hasta a mi. A veces estamos tanto tiempo distraídos esperando que llegue un día, una fecha, un momento, y cuando ése día llega, no nos lo podemos creer. Tomo un suspiro mientras pienso en que hoy me tengo que disfrutar el día.

Alberto aparece detrás de mi, dándome un abrazo mientras nos miramos en el espejo. Su mirada me dice lo feliz que está por mi, no hace falta que diga una palabra, ya con eso me ha comunicado todo, sin embargo mi hermano se dispone a hablar y me dice:

-Éstas hermosa...-sonrío ampliamente.

-Gracias,  también te habéis puesto guapo..

-Isa..-me voltea para mirarme de frente, toma mis manos y continua:- quiero que sepas que siempre vas a ser mi hermanita, no me importa cuántos años tengas, siempre estaré aqui para ti, por favor si Tomás te hace algo..

-Thomas-le corrijo.

-Como sea..-reímos- si el alemán te hace algo, no dudes en decirme, y ten por seguro que de ésa no sale vivo eh..

-Tú siempre tan protector..-no puedo evitar abrazarle, ya que las ganas de hacerlo me invaden, éste es mi hermano, no esperaba nada menos de él, el abrazo me tranquiliza, los nervios hasta me han quitado el hambre hoy. Permanecemos un rato abrazados hasta que Juli aparece gritando como loca:

-¡Aww ,Vosotros os veis muy tiernos! ¡Pero tenemos que irnos! ¡Una boda nos espera!-reímos y asentimos, no puedo creer que me voy a casar, no puedo creer que ya es la hora. 

¡Por Dios! ¿Qué pensará mi alemán?, ¿Le gustará mi vestido? , ¿Será que si estoy bien arreglada?, mi corazón late a mil kilómetros por hora, juro que siento que en cualquier momento me dará un infarto. Juli por suerte contrató a una chica para que le ayudara con la pequeña Isa, mi sobrina cada vez está más grande y hermosa, hoy sobretodo, ya que le hemos puesto un vestido blanco y su cintillo de flores que hace juego con el ramo que yo llevo. Juli y Elena están muy guapas con sus vestidos color lila claro. Alberto en su traje gris también conquistaría a cualquiera. Si ya no tuviese mujer, pero la tiene. Minutos después entramos todos a una limusina blanca que Thomas ha alquilado, la verdad que yo no quería pero ha dicho que si lo quería hacer feliz , que le permitiera darme unos gustos.

-Hemos llegado..-anuncia nuestro chófer. 

¿Qué?¿Tan rápido? El estómago se me revuelve, el corazón amenaza con salirse de mi pecho, me entra un calor sofocante y siento que me quedaré paralizada. ¡Ay Dios!. ¡Me voy a casar!.

-Isa ¿estás bien?-pregunta Elena muy amablemente mientras aprieta mi mano- todo va a salir muy bien, Thomas te quiere, y tú a él, sois el uno para el otro..-agradezco sus palabras, me calman un poco, sin embargo sigue ese nervio allí, de esos que no pasan hasta que enfrentas lo que tengas que hacer. Un pequeño golpe a la ventana de la limusina nos sobresalta a todos, reímos , es Mario, Elena abre la puerta, y él le da su mano para ayudarla a bajar del auto.

 The German #Wattys2016Where stories live. Discover now