¿Los sueños se cumplen? (ElRubius y tu)

Capitulo 70:

-          ¡Idiota! – le grité – me has dado un susto de muerte – me tapé la cara con las manos – creía que estaba en casa de un desconocido que había hecho cosas no muy…

Estel se puso a reír de golpe.

-          En serio, eres tonta. – dijo entre carcajadas.

Le lancé un cojín en la cara y provoqué que riera más.

-          Anda vamos, que llegaremos tarde. – le limpió las lágrimas de la risa.

-          Vaaaaaaaaale – bufé rendida – pero déjame ropa, no pienso ir con la de ayer.

-          Valep – remarcó la “p”.

Me trajo un vestido muy mono de calle de color naranja y una chaqueta fina de conjunto.

-          Gracias – la abracé.

Salimos de su casa y revisé el móvil. Ninguna llamada ni mensaje, ¿acaso mis padres no se percataron de mi ausencia? Fruncí el ceño.

-          Les envié un mensaje diciendo que te quedabas a dormir – Estel leyó mi mente.

-          Gracias, otra vez – sonreí – Una cosa… no recuerdo que tu habitación fuera así.

-          No era mi habitación – me sacó la lengua – es la de invitados.

-          ¡Ah! – reímos.

Las horas de clase de ese día no hicimos nada, pues eran para recuperar las asignaturas suspendidas, pero Tel y yo no teníamos ninguna pendiente.

-          Mira quien tenemos aquí – dije mirando cómo se acercaba Nacho - ¿Dónde te metiste ayer?

Él se sentó a nuestro lado con cara de agotamiento. Estábamos en la hora del recreo.

-          Exámenes y más exámenes. – recostó la espalda en el banco – Estoy jodidamente harto.

-          ¿Te ha quedado alguna? – preguntó Tel colocándole el pelo a Nacho porque estaba despeinado.

-          Puede, hoy me lo dicen, pero creo que Mater – bufó.

Le acaricié el brazo.

-          No te preocupes, Payne – sonreí y él hizo lo mismo.

-          Qué bien suena… Payne – reímos los tres – Por cierto, ¿cómo va con vuestros youtubers?

Tel y yo nos miramos y nos sonrojamos.

-          Perfectamente – soltó mi amiga – la semana que viene hacemos un año… - sonrió tontamente.

-          Ohhh – aclamó Nacho - ¿y tú, ___?

-          El sábado conocí a su familia.

Abrió los ojos sorprendido.

-          ¿Rubius no era el de Noruega…? ¿O era otro youtuber…?

-          No, es Rubén, pero como no estaba dispuesta a irme hasta allí, sus padres y su hermana vinieron sin avisar.

-          Wow, ¿y qué tal?

Le conté todo y él sólo hacía que sonreír.

-          Chicas, me voy a clase.

-          Adiós – dijimos al unísono.