Capitulo 46:

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Intenté ignorarlo por completo, simplemente estaba dispuesta a subir por las escaleras pero su voz hizo pararme.

-          ¿No irás en ascensor?

Yo, estaba de espaldas a él, giré sobre mis talones y fingí una sonrisa.

-          No, ya que no voy a molestarte más – dicho esto, subí.

Entré en mi casa directa a mi cuarto y empecé a hacer la tarea.

RUBÉN P.O.V.

-          No, ya que no voy a molestarte más – dicho esto, subió.

Me sentía mal. De verdad le había hecho mucho daño. Con solo unas palabras. Soy el chico más imbécil que puede haber en este mundo, ¿quién le dice algo así a la chica que quiere? Pues yo, Rubén Doblas, ¿quién si no?

Entré en mi piso rendido.

-          Rubiuh’ – gritó mi mejor amigo desde su habitación.

-          ¿Qué quieres, Mahe? – le dije apoyándome en el marco de la puerta.

-          Pueh’ que no sé… - estaba con el ordenador y me miró a mí - ¡¿pero que ta’ pasao’?! – se levantó y empezó a tocarme la cara.

-          Nada, ¿por? – le separé de mí.

-          ¿Tas’ vihto? ¡Pareceh’ un zombie viviente! – reí un poco. – Tú siempre ehtáh’ con una sonrisa y hoy, se ha dehvanecío’

-          No es nada, Mahe… - suspiré.

Frunció el ceño.

-          Anda, siéntate en mi cama, pero no hagah’ náh raro, ¿eh? – me senté. – Bfff ehtáh tan raro… ¡ni te hah’ reío’! – se sentó a la silla – Deja, voy a llamá’ a ___ para que te anime… - iba a coger el teléfono pero se lo impedí.

-          Ella no quiere verme. – agaché la cabeza.

Me levantó el mentón con su mano para que le mirase.

-          ¿Eh’ por ella que ehtáh’ así? – asentí - ¿Qué pasó? ¿por eso no cogía las llamadas?

-          Eso creo… le hice daño Mangel y me siento muy mal…

¿Desde cuándo estoy así de mal?

-          Rubiuh, de verdá’ te afecta ehto… Cuéntame tóh’.

Y así hice.

-          ¿¡Pero tu ehtáh tonto?! – me gritó. - ¿Cómo le puedeh’ desí’ eso por loh’ celos? – negó con la cabeza. – Pobre ___, pobre… - susurró lo último para sí mismo pero lo escuché.

-          Muy bien, Mahe, no te lo he contado para que me insultes, porque ya lo sé, quiero que me digas cómo puedo solucionarlo…

Se me quedó mirando sorprendido.

-          ¿Qué? – pregunté.

-          ¿Acaso te importa tanto? – asentí – Rubiuh… ¿la quiereh?

Me sonrojé. ¿Y sonrojado? ¿HOLA? Me estaba volviendo muy… ¿cursi?

-          ¡Poh dioooooooooooooooooh! ¡Rubén ehtá enamorado! – empezó a gritar por la casa recorriéndola y fingiendo celebrar una fiesta.

¿Los sueños se cumplen? (ElRubius y tu)Where stories live. Discover now