You Are Beautiful ©

Capítulo 4

—Lo siento, no sabía...

—Tranquila —me sonrió —Notaste que ella está en tu curso para ser mayor cierto? 

—Sí. 

—Por lo visto no eres curiosa... pero te diré de todos modos, ella repitió el año porque tuvo una pelea el año pasado en la cual la otra chica salió muy grave, fue una pelea fuerte y la expulsaron, por su expediente escolar no la admitían en institutos por la zona de nuestra antigua casa, así que nos tuvimos que mudar ya que acá si la aceptaron, pero tuvo que repetir el año perdido. 

—¿Y por qué golpeó a esa chica? —me regañé mentalmente por haber dicho eso en voz alta. 

—Al parecer si tienes una pizca de curiosidad... —sonrió—. Y eso debe decírtelo Abi, no yo. 

—Tranquilo, no quería preguntarl... 

—No no, está bien, no tiene de malo tener una pizca de curiosidad. 

—Vale, vayamos a dirección a ver que sucede.

—Señorita Adams, recuerde que su estadía aquí pende de un hilo, estás advertida, a la tercera serás expulsada, yo que tu voy con un especialista para tu problema. Ahora salgan —se escuchaba la voz del director desde afuera de su despacho. 

Rebecca salió con la cara inflamada del despacho del director y la cabeza gacha, mientras que Abi salió con la cara roja y los puños apretados de la furia.

—Abi, debemos hablar —espetó Jason con tono firme. 

—Ahora no, Jason —le dio la espalda y se fue.

...

Estaba en casa limpiando la cocina cuando escucho la puerta, llegó Cameron gritando.

—¡Al fin libre! —elevaba las manos al cielo y besaba el suelo simultáneamente. 

—Exagerado. 

—Ya quiero verte llorando cuando estés en la universidad, voy a reírme mucho.

—Ajá. Estaré en mi habitación —cuando subía las escaleras Cameron me gritó. 

—¡Amargada! 

—Cuando estaba en mi habitación me puse a dibujar, no lograba sacarme de la cabeza lo que sucedió en el instituto, ni tampoco lograba sacarme de la cabeza la forma en la que Jason se expresa conmigo... Nunca me hablaban así, se siente bien. Cuando termine de dibujar me di cuenta que había hecho un chico, esas fueron mis principales intensiones, pero no un chico que se pareciera a Jason. ¿Qué me sucede? ¿me está empezando a gustar Jason? Imposible, a mi me gusta Logan... ¿cierto?

—¡Baja a comer, o es que también tengo que servirte la cena!? —gritó Cameron dándole golpes al techo con el trapeador.

Estábamos en la mesa contando nuestro día y Cameron se atragantó cuando le conté lo de Abi.

—¿Y es linda? 

—Cameron, ni lo pienses. 

—¿Qué? No he dicho nada... 

—Se lo que piensas y no. 

—El día que la traigas a casa, avísame para arreglarme y ponerme un protector en mis niños solo por si acaso —señalaba hacia su entrepierna. 

—Serás cerdo, ¿cuando se te quitará lo casanova? 

—No sé, cuando encuentre a la indicada supongo. 

Sí, mi hermano es un casanova, no anda con varias chicas al mismo tiempo, pero no dura nada soltero, sale de una y entra con otra, pero ¿quién lo culpa? Aprovecha su físico, cualquiera que nos viera pensaría que no somos parientes, la verdad Cameron es mi medio hermano por parte de mi papá, su madre murió al darlo a luz, pero nunca le afectó del todo, ya que mi madre lo trata como un hijo, además que él y yo somos muy apegados, él se parece más a su mamá, es pelinegro con los ojos azul grisáceos, tiene la tez muy pálida y muy alto gracias al basquetbol, cualquiera al verlo se sentiría intimidado, pero es pura apariencia, Cameron es pacifista, no mata ni a una mosca. Mientras que yo en lo único que concuerdo con él es que también soy pelinegra y tengo la tez pálida, ahí se acaba el parecido, soy bajita, tengo sobrepeso, los ojos rasgados a lo que me hace parecer asiática, y los tengo de un color casi negro.

El teléfono de Cameron empezó a sonar y el fue corriendo a atender, atendió y al momento se le notaba la cara de sorpresa, aunque no se por qué, me hizo señas para que me acercara y le hice caso. 

—¡¿Cómo que le cayó el árbol encima?! Ese árbol tiene muchísimos años, es imposible que se haya caído tan de repente —puso el teléfono en altavoz. 

—Brother, no tengo ni idea, pero esa familia vive a unas cuadras de tu casa, el árbol ha caído sobre la casa y destruyó casi todo, la madre está desconsolada, dice que no tenían seguro y sus ahorros lo gastaron en esa casa, que no tienen a dónde ir, le comenté que tu tienes en tu casa el tercer piso abandonado, que tienen las intenciones de alquilarlo algún día. 

—Pues sí, pero aún no encontramos quien nos alquile. 

—Creo que te los he encontrado, son buena familia por lo que se ve, en total son cinco, qué dices? Aquí tengo a la señora esperando la respuesta. 

—Maddie, ¿qué piensas? 

—Yo diría que sí, obtendríamos más ingresos y no dependeriamos tanto de nuestros padres, además, me da lástima su caso, el tercer piso creo que es lo suficientemente grande para ellos cinco, solo habría que arreglar la tubería de la regadera, pero mientras tanto pueden usar el del segundo piso. 

—¿La escuchaste? 

—Sí, y la señora también, están en altavoz, está muy contenta y agradecida, y pregunta que si no pueden recibirlos de una vez ya que no tienen donde dormir y mañana hacen la mudanza. 

—No hay problema, dales nuestra dirección, por cierto, como dices que se apellidan? 

—Somos los Ad... y muchas gracias, apenas tengamos el dinero le pagamos el depósito —el apellido no se escuchó bien ya que pasó a toda velocidad un automóvil tocando bocina en ese preciso momento. 

—Disculpe, ¿podría repetir su apellido? 

—Somos los Adams.

Los Adams... Espero que no sea los Adams que me imagino.

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~Madison en multimedia~

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