EIGHT S2

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Se había hecho algo tarde entre risas y comida en la sala de estar de el departamento de Justin. Maddie se había quedado dormida por completo y Justin decidió que sería buena idea si ella se quedara aquí.

-¿Piensas quedarte tú también? -preguntó Justin acercándose a mí y tomando mi cintura para acercarme hacia el.

-No puedo, mañana tengo algo de trabajo. -me disculpe. La empresa ha estado algo apretada.

-Puedo llevarte en la mañana. -se ofreció regalándome una de sus sonrisas encantadoras moja bragas.

-Justin, todavía no podemos hacer esto. -hable con un gesto de molestia. El solo mostró confusión con su ceja enarcada. -No podemos solo volver a hacer pareja. Yo tengo una, no puedo evitar estar loca por ti, pero las cosas se ganan. -dije con un nudo en mi garganta como él pudiera reaccionar.

-¿Y eso que? No me importa lo que diga la gente, yo te necesito. -dijo cuando sus ojos conectaron con los míos.

-Justin, no creas que por qué me tuviste en la cama podré volver a caer para ti. No intento hacerme la difícil, solo que el tiempo pasó y las cosas pasaron, y si quieres recuperarme, tendrás que ganarme, podrás haberte ganado a Maddie, pero a mí no. -hable con algo de superficialidad.

Las cosas no eran así, y el cree que aún puede ir de chica en chica, ya no tiene 21 años, que reaccione a la realidad.

-Ni tú ni yo tenemos edad para estar con cosas de adolescentes. -dije cuando rodó los ojos. -Siempre estaré para ti, pero quiero que de verdad luches por mi. -hable caminando hacia el para abrazarlo.
Enrede mis manos alrededor de su abdomen y me aferre a él todo lo que pude.

-Voy a tenerte de nuevo, lo juro. -dijo aferrándose a mi de la misma manera que yo lo hice.

-Si. Sabes que te amo. -dije acercándome a él para poder besar sus labios, pero el solo se alejó. Lo mire molesta y el solo negó con una sonrisa pícara en su rostro.

-No, tienes razón. Debo ganarte de nuevo, así que nada de te amo, nada de amor, y nada de demostraciones físicas de afecto. -dijo mientras hacía una cuenta con sus dedos.

-Bien. -bufé molesta. De verdad se tomaría esto enserio.

****

Estaba con mi ropa puesta lista para irme, después de vestirme e ir al cuarto de Maddie para darle el eso de buenas noches, me dirigí hacia la puerta, ya era algo tarde, y Cam pasaría la noche en casa.

-Adiós. Papi. -me despedí dando un beso en su mejilla.

-Nena, has que te tumbe en ese sofá y te folle ese bello culo que tienes. -amenazo mientras yo lo veía atónita.

-Puedes hacerlo. -me ofrecí en el marco de la puerta con vista al pasillo.

Él estaba apunto de acercarse para hacerle honor a mi oferta grata hasta que lo detuve colocando una de mis manos sobre mi pecho.

-Oh, pero... Nada de demostraciones físicas de afecto. -recordé con sarcasmo. Él me miró con una cara de desprecio. -Así que adiós, papi. -volví a decir esta vez alejándome de la puerta y de su apartamento.

-Cuando dices eso se me para la polla. -murmuro cuando estaba apunto de desaparecer del pasillo.

Alcé un pulgar en alto y con eso fue lo último que tuve que decir antes de irme.

Baje en el ascensor hasta llegar a la recepción, donde estaba la recepcionista de todos los días, nos habíamos vuelto algo así como amigas.

-Ya es hora de irme. -dije despidiéndome.

-Que te vaya bien. -dijo sonriendo como siempre.

Estaba apunto de salir cuando me detuve. Puedo hacer algo.

-Una pregunta. -me acerqué a su escritorio y ella asintió invitándome a continuar. -¿Hay cámaras? -dije mirando de un lado a otro para asegurarme.

-Si. Contamos con cámaras de seguridad en cada pasillo y apartamento de este edificio. El dueño lo recomendó por seguridad de cada uno de nuestros huéspedes. Y yo puedo verlo con ayuda de estas pantallas. Solo colocó el número de apartamento y me muestra todo. -dijo ella enseñándome todas las funciones de este maravilloso aparato.

-Es bueno saberlo. Es que sabes lo que le da pánico a una madre es no poder saber que hacen sus hijos a cada minuto. -dije riendo. -¿Tienes hijos? -pregunté. Ella solo sonrió y se puso de pie mostrando su vientre algo abultado.
La mire sorprendida y ella solo río un poco.

-Es el segundo. -admitió con felicidad esparcida en sus ojos.

-Me alegro por ti. Felicidades. -tome una de sus manos y la estreche amablemente.

-Gracias. Si necesita algo por aquí, solo pídalo. De verdad. -ofreció con una bella sonrisa planteada sobre su rostro.

Yo solo me limité asentir y seguir con mi camino hacia afuera de el edificio. Camine hasta mi auto y de la nada, tuve la sensación de estar siendo observada por alguien. Mire a mi alrededor pero no logre ver nada a la vista.

-¿Hola? -hable lo suficientemente alto como para que la gente a mi alrededor me escuchara.
Pero no conseguí respuesta alguna.
Decidí seguir caminando hasta que el movimiento de un arbusto de la entrada me hizo saltar del susto. Trague el grito que estaba apunto de emitir cuando aclare mejor mi vista para ver de quién se trataba. Era broma ¿no?

-¿Camerón? -hable acercándome al arbusto. Pude ver su cabellera entre las hojas, pero el solo no respondía.

-No soy Camerón. -dijo imitando la voz de alguna mujer, mujer algo mayor.

-Deja tus juegos y sal de una maldita ve de ahí. -replique molesta. ¿Me estaba espiando? Espero que diga que no. Por qué puedo darle la pálida de su vida por irrumpir mi privacidad.

El solo dio un pesado suspiro y se rindió por salir de ahí. Antes de comenzar a gritarle ayude a limpiar su cabello que tenía alguna que otra pequeña rama atorada, al igual que se camisa. Cuando mi pareja quedo pulcro, golpee su hombro con algo de fuerza.
El solo gimió de dolor.

-¿Me estabas espiando? -pregunté cruzando los brazos por encima de mi pecho mientras fruncía el ceño.

-¿Te estaba esperando? -dijo con una estupida sonrisa mientras se encogía de hombros.

-Dímelo, ya. -exigí la verdad, odiaba que me mintieran.

-Lulu me dijo que habías venido, espere pero te tardaste mucho, así que conseguí la dirección rastreando el iPod de Maddie. -admitió todo con algo de pena en sus palabras.

-¿Fueron celos? -pregunté con molestia rondando en mi.

Se limitó a asentir como tonto, y yo solo pude darle otro golpe en el hombro.

-Si estoy contigo es por algo. Si fuera por mí ya te hubiera dejado y me hubiera ido con Justin, pero no lo hice. Por qué de verdad siento algo lindo por ti, te amo, Cam. -hable colocando mis manos alrededor de su nuca. Y el solo las colocó alrededor de mi cintura para poder mirarme mejor.

Se acercó a mí y plantó un suave beso sobre mis labios. Hasta que una voz familiar nos interrumpió del todo.

-¿Hija?

-¿Mamá?

¡¿Pero qué rayos?!

Daddy's Little Princess (j.b) (h.s) Where stories live. Discover now