CAPÍTULO 4

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Cuando desperté esta mañana, mientras me removía de mi lugar, las papas fritas estaban revueltas en mi cabello, los sobres de comida estaban por toda mi cama y mi cuerpo olía a aceite quemado.
Después de el percance que tuve con Justin, llegue a casa y no dormí hasta tarde, debía asegurarme de que no me siguió o algo por el estilo, además de incómodo, fue abrumador, no es normal para mi que el se acerque a mi, o aún peor, que me salude y que quiera ser mi amigo. Creó que no tendré que esforzarme nada, es de esos chicos demasiado fáciles, pero yo no lo soy, sólo me haré la difícil, eso siempre funciona para los chicos como el.

Cuando me logre poner de pie, después de desechar todo la basura que estaba en mi cama, claro, me dispuse a darme una buena ducha mientras que en mi iPod se escuchaba la voz de Kurt Cobain, el vocalista de Nirvana, se que la banda es algo vieja, pero a mi simplemente me fascina. Cante una que otra canción en la regadera hasta que decidí salir de ahí dentro para poder arreglarme un poco. Envolví una toalla en mi cuerpo y con una atada a mi cabello salí hacia mi habitación, la cual ya estaba acomodada, supongo que la chica de limpieza lo dejó asi, se lo agradezco, detesto limpiar mi habitación o cualquier otra cosa que produzca trabajo, siempre lo digo, yo no nací para limpiar, y nunca lo haré, yo nací para ser servida. Como toda una princesa.

Me acerque a mi armario con tan sólo usando mi ropa interior, que consistía en un sostén con caritas felices por todos lados, y su conjunto con mis pantaletas. Busque en el armario algo que ponerme, pero en eso... La puerta de mi habitación se abrió, haciendo llamar mi atención ya que la puerta se encontraba a mis espaldas, cuando gire mi cabeza me encontré con la mirada de Cameron sobre mi, creó que a alguien le gusta mi ropa interior. Tome rápidamente la toalla y me cubrí un poco.

-¿Que haces aquí? -pregunté mientras el seguía mirándome, pero esta vez se acercaba a mi.

-Tu mamá me dejó entrar, ¿no quieres que este aquí? -preguntó sentándose a mi lado en la cama.

-Si quiero. Pero aprende a tocar quieres. --dije mientras me ponía de pie, arrojando la toalla por algún lado de la habitación, quedando como antes, con tan sólo mi tierna ropa interior.

Sentí las frías manos de Cameron posarse sobre mis caderas, me hizo voltear mi cuerpo hasta quedar de frente con el, se acercó un poco a mi rostro y me besó. Pero este no era otro de nuestro beso típico de cuando teníamos sexo, esta vez, no se, era diferente simplemente.
Me llevó en sus brazos hasta mi cama donde me dejó finamente sobre las sabanas, para después volver a besarme, el beso comenzó a tomar algo de pasión, ya que el y yo nos movíamos mientras nos susurrabamos cosas sobre los labios del otro. Nos movíamos sensualmente uno sobre otro, mis brazos estaban envueltos en mi cuello y los suyos estaban sobre mis caderas que de ves en cuando bajaban a mi cintura y me hacían sentir una pequeña corriente con su tacto. Normalmente esto siempre acaba en sexo, pero por alguna razón ni el ni yo queríamos ceder a ir más lejos, sólo éramos un par de amigos besándonos en mi habitación.
Me separe de el un poco y le sonreí, el se mordía levemente el labio, no quería decir nada, pero tenía que hablar.

-¿Quieres salir a desayunar? -le pregunte mientras acariciaba su castaña y desordenada cabellera.

-Esta bien, vamos. -dijo alejándose un poco de encima mío. Me acerque antes de que el se fuera y lo bese mucho, hasta que me hizo alejarme un poco.

-Calma, mejor salgo para que puedas arreglarte. -dijo besando mi frente y poniéndose de pie, yo sólo asentí como una idiota.

Cuando escuche el sonido de la puerta significó que Cameron se había ido. Volví al armario y me elegí por un vestido color azul turquesa, con unos zapatos del mismo color y un bolso color dorado. Cepille mi cabello y puse algo de maquillaje en mi rostro, algo discreto. Cuando salí de mi habitación con todas mis cosas en mi bolso y baje a la planta baja, donde encontré a Campeón sentado sobre el sofá mientras bebía un poco de soda en un vaso.

-Hey, vámonos. -dije llamando su atención. El enseguida dejó el vaso sobre la mesa de centro, tomó mi mano y fuimos hacia la puerta principal, por la cual salimos hacia el auto de Cameron.

Cuando entramos en este, conducimos hasta un establecimiento en el que el y yo habíamos ido en ocasiones anteriores, y en el cual nos advirtieron, ya que Cameron casi golpea a un mesero por verme los pechos. Y el dueño nos advirtió que otra situación así y nos cancelan la entrada a el restaurante.
Cuando entramos obtuvimos una mesa de manera casi inmediata. Nos instalamos en la mesa y ordenamos algo de comer. Por mi parte ordene una ensalada con pollo, y Cameron sólo ordenó huevos revueltos. Hablábamos mientras bebíamos del jugó de naranja que el mesero nos había proporcionado.

-¿Y que tal? -preguntó el mientras dejaba su vaso de jugo sobre la mesa.

-Bien, todo genial, ¿iras hoy a la fiesta de Malik? -pregunté imitando su acción.

-Sobre eso, estarás sola. -dijo con algo de pena.

-¿De que hablas? --pregunté con algo de preocupación.

-Malik y yo tuvimos una discusión, el y yo peleamos por una tontería y ahora nos odiamos. -dijo algo cabizbajo.

-Pero tu y Zayn eran mejores amigos. No puede ser, si no quieres que vaya, lo entenderé. -dije algo avergonzada.

-No claro que no, pequeña, debes ir, tu quieres ir y no pienso negartelo. -dijo mientras bebía otro poco de su jugo. Prefiero tener sólo un mejor amigo y que sea el.

El mesero se acercó con una botella de champaña en una pequeña cubeta de metal con hielo. Tenía una copa en su mano y se acercó a nuestra mesa, Cameron lo miró con confusión y habló para protestar.

-Disculpe, no pedimos ninguna botella de champaña. -protestó Cameron.

-No, un chico acaba de obsequiarle a la bella chica esta botella de la champaña más costosa con la que contamos. Me dijo que le diera esta nota. -dijo el mesero entregándome un pedazo de papel. El ceño de Cameron se encontraba fruncido.

Abrí la nota lentamente mientras mis manos no paraban de sudar ni de temblar.

"Hola, chica de las hamburguesas, te ves tan linda en ese vestido. Tu amigo: Justin."

Cerré la nota rápidamente mientras giraba mi cabeza hacia todos los ángulos posibles, hasta dar con la mirada ojimiel que me devoraba. Estaba sobre el mostrador de la caja, me obsequio una sonrisa antes de tomar sus cosas e irse.

Mi mirada fue hacia la de Cameron que se encontraba molesto. El sólo dejó un par de dólares sobre la mesa, se puso de pie y comenzó a caminar hacia la salida.

-Cam, espera. -dije tomando su brazos bajo la chaqueta de cuero color caramelo que vestía.

-Alejate, Aria, sólo, Alejate. -dijo mientras se safaba de mi agarre. Camino hacia la salida, de donde desapareció.

Corrí hasta la salida, donde busque a Cameron con la mirada, pero no estaba. Tome un taxi y me dirigí hacia mi casa, además de que quería desayunar, debía elegir que ponerme para esta noche, esta noche tan, pero tan especial, que cambiará la vida de muchos, en especial la de Bieber. Ahora gracias a el, perdí a mi mejor amigo y perdí parte de mi adolecencia, y eso, me las pagara, muy caro.

Daddy's Little Princess (j.b) (h.s) Where stories live. Discover now