Daddy's Little Princess (j.b) (h.s)

CAPITULO 21

El sonido de la voz de Harry diciendo "despierta" varias veces... Me despertó. Abrí los ojos y me encontré con la bella casa de Atlanta, y de pronto recordé mi "niñez" si es que así se le puede decir, claro, sabiendo lo que hice, no sé si tenga el mismo significado.
Sonreí al verla, era grande y bella, no tanto como la de Chicago pero esta me encantaba por el significado que tenía, sobre todo por que perdí mi virginidad ahí. Y no con cualquiera, solo fue con un multimillonario que se enamoro de mi, se siente bien decirlo.

-Me trae tantos recuerdos. -dije mientras veía encantada el lugar.

-A mí me hace recordar la vez en la que te quite tu virginidad. -dijo Harry tan cínico con una sonrisa en sus labios.

-Harry, no lo digas así. -dije algo ofendida. -Se escucha mal. Solo di que fuiste el primero. -dije con un tono más elegante.

-Bien, está bien. -dijo jugando haciendo el mismo tono que yo.

Ambos reímos y casi me hago pipi cuando se acercó y susurro en mi oído algo que me dejó perpleja.

-Eres la mujer de mi vida. -susurro con pasión en mi oído. Una pequeña corriente recorrió mi nuca hasta la parte baja de mi espalda.

Me aleje de él mirándolo sin saber qué decirle, no sabía si quería que él fuera el hombre de mi vida.

-También lo eres para mí. -en cierta parte, mentí.

Bajamos del auto y entramos a la casa mientras Lulu le daba órdenes a los cargadores de cómo acomodar. A Harry eso fue lo de menos, así que juntos entramos y me encontré con la misma casa de mis sueños. Era idéntica, nada había cambiado. Excepto por las personas que vivirán ahí.

Harry me tomo de la cintura y me levanto dando vueltas mientras besaba mis labios. Reí un poco y luego me puso de nuevo en el suelo.

-Estamos de nuevo aquí para algo nuevo, otro comienzo. Prometo que todo cambiara. -dijo mientras unía nuestras frentes.

-¿Cambiar? -pregunté al no entender a qué se refería.

-Dejaras de llamarme papi, tendremos una habitación juntos, tendremos una vida juntos, y quién sabe, tal vez podíamos después contraer matrimonio. Y una familia me gustaría. -dijo acariciando mi cabello.

Las palabras matrimonio y familia me aterraron. Esta maldita confusión me llega en cada una de sus frases. No sé si quiero un matrimonio con el, no sé si quiero una familia con el, no sé si quiero mi vida con el.

-Me encantan tus planes. -dije riendo algo falsa, pero no lo noto.

Me separe de él y camine por el pasillo mientras me acercaba casi a la entrada del living. Él me seguía pero con algo de distancia. Me detuve frente a la puerta corrediza para salir al patio trasero, en el que había muebles, un porche y la piscina.

-Harry... -dije dándome vuelta mirándolo mientras mordía mi labio inferior.

-¿Si? -preguntó admirando la manera en la que lo miraba.

-¿Quisieras... Tú sabes... Estrenar esta casa de nuevo? -dije mientras desabrochaba mi camisa del colegio y me lanzaba por algún lado de la habitación.

Hice lo mismo con mal prendas hasta quedar en ropa interior. El solo me miraba mientras sus pantalones se iban haciendo más grandes por el bulto en el.

-Podría ser. -dijo retirando el saco de su torso. Fue así hasta ser su camisa, hasta sus pantalones dejando en vista solo su bóxer de tela delgada. Que dejaban mejor vista a su polla, pronto me la comeré.

Deslice la puerta hacia un lado y esta se abrió, dejando una linda puesta de sol a la vista. Camine por ahí meneando mis caderas hasta llegar al porche, donde me acomode cómodamente en el sofá amplio que se encontraba en este.  Sonreí plácidamente cuando lo vi caminando hacia mi. Este sonrió al verme así y se acercó a mí hasta recostarse conmigo. Coloque mi cabeza en su pecho mientras acariciaba el tatuaje de mariposa de su torso con las yemas de mis dedos. El solo acariciaba mi cabello y de vez en cuando besaba mi cabeza.

-¿No te gusta? -preguntó mientras me miraba.

-Me encanta. -respondo casi de inmediato. No tenía nada que dudar, aunque solo buscaba una escapatoria.

Me removí de mi lugar y me coloqué a horcajadas de Harry, quien colocó sus manos sobre su nuca para mayor comodidad. Me incliné y beso mis labios y de inmediato ambas lenguas se presentaron, sus labios eran tan suaves y tan carnosos, su miembro chocaba con mi vientre, lo que me hizo venir sobre sus labios mientras esté gruñía y mordía mi labio inferior y lo succionaba.

-Ah. -gemí cuando presiono aún más sus dientes contra mi labio.

Este tomo una manta de peluche que se encontraba a un lado de el mueble. Cubrió mi espalda con esta, deslizó sus manos por la manta hasta mi espalda para desabrochar mi sostén. Lo soltó y yo accedí, deslizó la prenda por mis brazos dejando al aire mis pechos. Los miró con deseo y comenzó a acariciarlos con sus frías manos, gemí mientras sus manos se movía sobre mi, sus labios se posaron sobre mi pezon, lo lamió y mordió mientras jadeos y gemidos placenteros se escapaban de mi boca.

-Harry, vamos. -suplique entre gemidos haciendo referencia a que por favor me follara ahora.

Arrancó mis pantaletas y este solo liberó su erecto miembro. Envolví este en una de mis manos, su polla palpitaba y estaba tibia, comencé a mover mi mano de arriba abajo mientras el gruñía de placer. Seguí con algunos movimientos hasta que él me detuvo.

-Te quiero sobre mi, ahora. -gimió mientras tomaba mis caderas y sin tan solo meditarlo me penetro.

Sentí su longitud entrar en mi y gemí complacida mientras yo comenzaba a dar pequeño saltitos sobre el, era mejor aún. El de la misma manera comenzó a menearse, era un vaivén de caderas entre ambos. Entraba tan rápido y tan salvaje que me encantaba cada vez más. Nuestros gemidos reinaban en el pequeño espacio que abarcábamos, tanto los suyos como los míos. Gruño cuando me acerqué a él y bese su cuello, yendo hacia su clavícula, besándola de la misma manera.
Sentí mi vientre apretarse. Pero aún podía más.

-Harry, dame más. -gemí mientras él en un rápido y ágil movimiento se acomodaba mejor. Saliendo de mi.

Me obligó a ponerme en cuatro sobre el mueble, él estaba tras de mí, nuestras respiraciones eran algo entrecortadas. Se posicionó y penetro de nuevo mi feminidad, se sacudió dentro de mí y comenzó a embestirme. Una y otra vez, eran 5, 17, 25, Dios, se sentía tan bien.

Cerré los ojos dejándome llevar por la lujuria que era todo lo que sus gruñidos y gemidos representaban.

-Sigue. -suplique mientras los jadeos ahogaban mi garganta.

Se movía tan bien dentro de mí que no necesitaba que hiciera nada más. Esto era suficiente. Sentí mi cuerpo temblar y sacudirse, orgasmo.

-¡Ahh, Harry! -grite su nombre al llegar al climax así como el llego al suyo respirando mi nombre en sus mismos jugosos labios.

Salió de mi lentamente y se sentó mientras suspiraba. Me senté en mi lugar y me cubrí con las finas mantas de peluche y también lo cubrí con la manta a él, quien estaba algo cansado y respiraba algo cortado. Me acerqué más a él y me recosté en su hombro mientras sus largos rizos rozaban mi nariz. Me acerqué más y mordí leve el lóbulo de su oreja.

-Cuidado con esa boca. -advirtió con firmeza pero ni él lo tomaba enserio.

-Bien. -dije riendo un poco. Me puse de pie aún con las mantas y fui hacia adentro.

Algo de las cosas estaban acomodadas tal y como siempre estuvieron. Fui hacia mi maleta de ropa y saque un vestido que era holgado pero tenía un largo escote en el pecho. Lleve unos shorts de Harry conmigo y volví a afuera.

-Toma, amor. -lo llame arrojándole su ropa. El la atrapó y me sonrió.

-Gracias, amor. -dijo mientras se vestía y yo hacía lo mismo. Hale mi estudio desde mis pies hacia arriba sin tomarle importancia a la ropa interior. Arregle el vestido y me senté a su lado. Recargue mi cabes en su hombro y junte mis rodillas y las tome con mis manos.

La puesta de sol alumbraba todo el lugar, solo se veía la bella colina, el reflejo de la luna en la piscina y el bello y colorido sol. Era un tono rojizo a su alrededor se difuminaba, y fue cuando lo descubrí.

"Sea donde sea, sea con quien sea, este es el comienzo del camino hacia mi propia libertad absoluta." Estoy tan enredada en mis problemas que ahora no puedo escapar."

Pero sé cómo escapar, mi escapatoria es Harry. Necesito aprender a amarlo, a quererlo, a ser su mujer, y mi vida estará mejor que nada mientras estemos frente al altar diciendo "acepto"