FOUR S2

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Desperté por el grito de Maddie a mi lado mientras me sacudía sobre la cama.

-¡Mami! ¡Se hace tarde! -gritó Maddie a mi lado.

Me desperté de golpe mi refregué mi ojo con el dorso de mi mano mientras me ponía de pie y caminaba hacia el baño.

-Ya voy, linda. ¿Y Cam? -pregunté. Ella abrió los ojos como plato y pensó mucho.

-Se fue temprano. -dijo ella. Y sabía que mentía

-Maddie. Por favor. -suplique mientras peinaba mi cabello y cepillaba mis dientes.
Sabía que él aún estaba en algún lugar, yo llevaba puesta su camisa para la oficina.

-Bien. Iba a ir a su casa por ropa para el trabajo, y Lulu quería ir a ver a su madre, así que Cam la llevo. -dijo ella mientras miraba sus pies con nervios y yo solo caminaba hacia mi armario a buscar algo de ropa.

-Eso no tiene nada de malo, cielo. Pero no vuelvas a mentir jamás. ¿Okay? -pregunté. Ella solo asintió con algo de pena y bese su mejilla para aliviarla.

Me deslicé en una jeans que tenía a la mano y coloque una blusa de tirantes sobre mi torso.

-Mami, ¿quieres jugo? -dijo Maddie poniéndose de pie.

-Por favor, cielo. Supongo que papá nos invitara a almorzar. -dije sonriendo frente al espejo mientras me maquillaba. Estoy segura de algo, Justin nunca me verá justo cuando me levanto.

Busque unos zapatos color beige de piso y los deslice por mis pies. Se escucharon los pasos de mi pequeña mientras traía un vaso de jugo.

-Ten, mami. -dijo besando mi mejilla.

-Gracias. -dije besando su mejilla mientras ella se sentaba a mi lado.

Me puse de pie y camine hacia mi caja de joyas, tome unos pendientes de diamantes que Cam me obsequió en mi cumpleaños, y un collar con un dije de la misma piedra, que me obsequió en nuestro aniversario.

Tome mi bolso y mis pertenencias de inmediato.

-Maddie, andando. -dije tomando la mano de Maddie y caminando de prisa fuera de mi casa.

Entramos al auto y acomode a Maddie en el asiento trasero, abroche su cinturón de seguridad y camine hacia el asiento de el piloto, encendí mi auto y lo pude en marcha mientras Maddie jugaba Candy Crush en su iPod. La mire por el retrovisor y sonreí al ver que estaba bien.
Seguí conduciendo hasta parar frente al edifico de Justin. Maddie guardó su iPod y bajó del auto. Baje de él y camine junto a Maddie. Entramos a la recepción y salude a la recepcionista quien amablemente contesto con una sonrisa.

Llamamos al ascensor y este se abrió segundos después con un hombre dentro de él. Vestía un traje y llevaba un maletín, entre junto con Maddie y me pare junto a él.

-¿Qué piso? -preguntó el chico acercándose al tablero.

-8, por favor. -respondí con una sonrisa cuando me miro. De verdad era guapo.

El presionó el botón y el ascensor comenzó a subir. El chico y yo nos lanzamos una que otra mirada coqueta, aún soy joven.

-Mattew. -dijo el chico estirando su mano para que la estrechará.

Justo cuando lo iba a hacer el aseando se abrió, y adivinen quien estaba ahí, si Justin.

-Vienen conmigo, amigo. -dijo Justin con rostro de molestia.

El chico asintió y Maddie saltó a los brazos de Justin, rodee los ojos y con una mirada de despedida me fui.
Camine a lado de Justin y de Maddie.

-Papi, creo que a ese señor le gusto mami. -dijo Maddie mientras reía en el hombro de Justin.

-Maddie eso no es cierto. -dije en mi defensa mientras Justin me fulminaba con la mirada.

-Lo vi. ¿De verdad ibas a saludarlo? Lo conociste apenas 30 segundos y ya estabas coqueteando. -dijo Justin burlándose de algún modo de mi.

-Como sea, ese dejo de ser tu problema hace mucho. -murmuré para mí misma, pero el pareció escuchar.

Cuando llegamos a su apartamento Maddie quiso salir solo corriendo. No sé por qué.

-¿Por qué solo se va? -pregunté hasta que Maddie se acercó con la respuesta en sus brazos. Llevaba un pequeño perrito Bulldog en sus brazos.

Me desmayé de ternura al verlo, tuve que acariciarlo. Pase mis manos por si cabecita y este lamió mi mano.

-Papá me lo compro ayer, se llama Pubert. -dijo Maddie mientras sonreía con un lindo brillo en su rostro.

Sonreí y gire mi cabeza hacia Justin quien solo me miraba con una sonrisa.

-Gracias. -le susurré mientras dejaba mis cosas en el sofá.

Maddie corrió hacia otro lado de la casa y la perdí de vista casi de inmediato.

-Oye, aún no conozco el resto de tu casa. -dije mientras intentaba asomar mi cabeza por el pasillo.

-Cierto. Vamos. -dijo mientras hacía una seña para que lo siguiera y así lo hice.

Me mostró el comedor, su cocina, su oficina, sus habitaciones de huéspedes, y una habitación que había hecho para Maddie. Era preciosa.

-Me encanto la habitación de Maddie. -dije mientras seguíamos caminando. -Eres tan lindo.

-Es mi hija, no podía dejarla. -dijo el mientras se encogía de hombros. -Pero esto te gustará más. -abrió la puerta que se encontraba frente a nosotros. Vi una bella habitación bien adornada por todos lados. Una enorme cama y todo era demasiado elegante.

-¿Qué es esto? -pregunté mientras entraba y simplemente no entendía.

-Es mi habitación. -dijo. Sentí sus manos sobre mi cintura y de inmediato lo aleje.

-Deja de hacer eso. Ya no puedes hacer eso, tengo a alguien más. Entiende. -dije molesta mientras intentaba irme. Pero le no me lo permitió.

-Hagamos algo. -dijo a mis espaldas. Yo solo gire y lo mire con curiosidad.

-¿Qué?

-Una apuesta. -respondió acercándose a mi. No lo detuve. Quiero saber.

-¿Qué clase de apuesta? -preguntó enarcando una ceja.

-Si uno termina en la cama del otro, deberemos pasar todo un día juntos, todo. Desayunar hasta dormir. Claro, con Maddie. El primero que caiga deberá de quedarse en la casa de otro. -dijo mientras yo abría lo ojos como platos, pero quería demostrarle que no soy más la niña de la que se enamoro hace unos años.

-Okay. Empecemos. -dijimos ambos estrechando la mano.

Y así cerramos la apuesta.

No sé si pueda resistir todo esto, soy débil ante el, estoy algo asustada. No quiero arruinar nada de lo que tengo con Cam, pero,el trato se cerró, ¡mierda! ¿En qué me metí?

Daddy's Little Princess (j.b) (h.s) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora