Capítulo 7

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Narra Marinette.

No era necesario decir demasiado luego de leer eso. Sí tenía una mínima pista del paradero de André o más conocido como el maestro de la teliquinesia, mi deber era correr inmediatamente hacia aquél lugar, pero no con el objetivo de purificarlo de una vez, sino torturarlo hasta que me dijera la ubicación exacta de Hawk Moth para destruirlo y detener el sufrimiento de París de una vez por todas.

Con rapidez usé mi transformación y salí desde la ventana ubicada en mi habitación sin siquiera dudar un segundo antes de saltar. No daría paso a la debilidad ni tampoco a los fallos, mi objetivo era conseguir un éxito absoluto.

Bastaron unos minutos para llegar al lugar que el periódico había indicado, me encontraba justo bajo la torre Eiffel. Para prevenir riesgos de un ataque sorpresa, me escondí tras el árbol más próximo que vi.

Aguardé allí al menos media hora sin captar movimiento o sonido alguno, excepto por el de mi celular, el cual reproducía el molesto tono que indicaba la llegada de una llamada entrante.

—¿Sí?— contesté de forma no muy agradable.

Pero no hubo respuesta. Seguí esperando un rato, creyendo que tal vez se trataba de un problema de conexión y mi celular no tenía buena señal, pero la llamada marcaba más y más minutos y no se oía absolutamente nada desde el otro lado.

Como mis nervios en ese momento ya eran demasiados, corté. Sin siquiera darme cuenta, seguía escondida tras un árbol y a pesar de haberme levantado muy temprano, ahora ya era bastante tarde.

Al no querer que mi espera allí fuese en vano, me quedé hasta que fue medianoche. Vi gente pasar, familias, mascotas, de todo, pero no al villano que quería encontrar. Las luces de la torre ya dañaban mis ojos al estarlas mirando por tanto rato.

—Liberación— dije, viendo a Tikki aparecer —Creo que no debía fiarme tanto de la primera pista que encontré. El lugar de su aparición era un suposición, después de todo.

—Al menos estos últimos días te das cuenta rápidamente se tus propios errores. Ve un poco el lado positivo, te superas a ti misma— habló con una pequeña risa —Estás dejando de ser tan terca cuando te equivocas.

—Puede que así sea, pero estoy dándome cuenta de las fallas muy tarde— dije arrepentida —Acabo de perder un día completo de investigación por estar esperando que lo que leí en el periódico fuera verdad sin cuestionármelo antes.

Vi a mi kwami colocar un rostro de incomodidad, pues lo que yo decía era irrefutable. Para liberar la tensión solté una carcajada, lo que últimamente no parecía ser normal viniendo desde mi persona.

Evidentemente estos días no eran lo suficientemente comunes como para ser nombrados por mí con total normalidad. Me había privado de mis amigos, de la preparatoria e incluso de mi familia, ya que nadie sabía qué era lo que me sucedía.

—Deberías volver a casa— aconsejó Tikki, notando que comenzaba a divagar en mis pensamientos.

—Tienes razón, debería— contesté mirando el cielo —Pero quiero esperar un poco más.

Viendo como asentía, nuevamente, utilicé la transformación, pero esta vez no quería ser discreta, por lo que me paré justo debajo de la torre Eiffel. Tal vez así saltaba a la vista del villano y por lo menos intentaba atacarme.

Otra hora pasó entre bostezo y bostezo. Apreté el puño con impotencia sabiendo que ya era la hora de rendirme, abandonar. Pero mis piernas no se movían; dar un paso hacia delante de algún modo estaba significando dejar a Chat Noir atrás tal como un vacío recuerdo.

Vamos, Marinette, muévete. Nada pasará si te quedas aquí...

—¿My Lady?

Un temblorosa voz se oyó a mis espaldas.

Era un tono realmente inconfundible, pero que al mismo tiempo hizo algo con lo que todo mi ser se enredó. La misma voz que retumbó en mis sueños, diciendo esas misma palabras, la oía ahora.

Pero ésta vez era totalmente real.

Tu pérdida |MLB|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora