31. Lo lamento mucho

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31. Lo lamento mucho

14 de Julio de 2012
Lawrence, Kansas
10:56 p.m.

Miró al reloj una vez más, solamente para estar segura. Su cumpleaños ya estaba por empezar y estaba muy emocionada. Era la primera vez que Sam volvía de Palo alto para estar con la familia en vez de enfocarse en el estudio y también vendría Dean, el cual no se había pasado por la casa hacía meses. Por primera vez hacía tiempo, todos los Winchester estarían felices bajo un techo. Lily no podía imaginar mejor regalo que aquél.

Ella era una persona muy pegada a su familia. De chica siempre se llevó mejor con Dean que con Sam, tal vez porque al ser el hermano más protector él se encargaba de estar con ella, pero nunca sintió favoritismos. Amaba a sus padres y a sus hermanos, no importaba cuán protectores eran.

Sonrió también porque cierto rubio que amaba mucho estaba ahí para ella. Ya estaba saliendo año y medio con Brady, y él la hacía feliz. Incluso podía ver el futuro junto a él. Simplemente no podía estar más feliz aquél día. Después de todo era casi su cumpleaños.

—Lily, ¿me ayudas con los platos? —pidió su madre con una radiante sonrisa.

La rubia menor asintió mientras juntaba los mismos y seguía a Mary. La mujer tenía puesto un precioso vestido color celeste claro con toques blancos como si fueran nubes muy transparentes en el cielo claro. Llevaba su anillo de boda en la mano izquierda y un collar de oro que John le había regalado hacía algún tiempo.

Lily debía admitirlo, no importaba cuantos años tenía su madre, simplemente se veía como una diosa griega. Mary siempre se arreglaba para eventos tanto importantes como aquél inicio de cumpleaños casero. La rubia no quería nada demasiado importante para su día, Brady había sido quien le ofreció la idea de una cena en algún restaurante con toda la familia. Pero Lily terminó decidiendo que coman todos juntos en el comedor de su casa.

Ya habiendo dejado que la porcelana tocara el mármol de la mesada en la cocina, escuchó cómo Sam y Brady hablaban de los cursos de ingreso para las universidades. Ambos ya habían terminado el secundario unas semanas antes y el castaño ya se había instalado en Palo Alto, donde la universidad de Stanford ofrecía su carrera de Abogacía. En cambio, Brady todavía estaba indeciso en la carrera, se inclinaba por la parte de marketing y de ventas, pero seguía buscando la universidad que lo aceptara.

Y luego escuchaba la típica conversación automovilística de los dos mayores Winchester. John le preguntaba cómo iban las cosas en su taller, puesto que el morocho dejó a su hijo mayor a cargo del mismo. Dean hablaba de lo usual, los clientes eran casi los mismos con distintos pero fáciles problemas. Sólo en un momento tuvo un difícil trabajo ya que debía reconstruir todo un auto de serie vieja ya que el dueño se negaba a cambiar de carrocería.

Sí, cualquiera que viera a Lily en ese momento diría que estaba feliz. Mary abrió la canilla lista para ir lavando, Lily tomó el repasador para ir secando y luego guardar las cosas en su lugar. Recordaba cómo de chiquita una vez se pelearon ella y Sam por el puesto de secar los platos. La discusión terminó cuando uno de ellos, o los dos, tiró un plato de porcelana que venía con un juego. Mary, quien nunca tendía a retarlos duramente, los regañó y le dejó el puesto de secado al mayor de sus hijos. Sonrió ante la memoria.

—¿Lily estás bien? —preguntó su madre. Sus ojos verdes con destellos celestes viajaron a los celestes de su madre. Sonrió una vez más y asintió. Le encantaba cómo siempre su madre le preguntaba si estaba bien, era como una pequeña costumbre de ellas chequear de la otra.

—Estoy bien. Solamente recordé esa vez que Sam y yo rompimos aquél plato de sopa... —sonrió nostálgica. La sonrisa se contagió y la otra rubia también sonrió.

Black Wings [Supernatural]Where stories live. Discover now