𝑪𝒂𝒓𝒚𝒍: 𝘵𝘩𝘦 𝘴𝘶𝘯 𝘢𝘯𝘥 𝘵𝘩𝘦 𝘮𝘰𝘰𝘯

1; Criminal.

Summary; La joven Carol prometida de Peletier está enamorada del tipo rudo de la ciudad, a la mierda todos, sabe lo que desea.

-¡Mirate!- tomo un mechón de mis rojos rizos entre sus dedos y los soltó con furia, casi impotente. ¿que se creía?

-Ed...-Le susurré con voz suave, como cuando le hablas a una bestia para que no entre en pánico, en este caso para evitar que me hiciera daño.

-¡Arreglate Estúpida!- abrí los ojos como platos, la fiesta. Mi fiesta. Nuestra fiesta, asentí levemente me dirigí a paso perdido al enorme armario.

Y escondido en una esquina había un chaleco sucio, casi ordinario con un par de Alas en la espalda, quise tomarlo ponermelo saltar por la ventana e irme con él pero mis padres estaban abajo.

Terminé de arreglarme, casi a regañadientes enrede su brazo con el mío, bajamos las escaleras y la celebración se hizo oficial, entre los invitados estaba; Nadie que me importará, Ed me jalaba de aquí para allá, entre gente rica para presumirme como trofeo de fútbol.

Hasta que comenze a negarme, safandome de su agarre cualquiera diria que estaba haciendo berrinche, trote hasta la salida, pisé varias veces el vestido rojo que tenía puesto y mi peinado cayó como naipes en mis hombros, mi novio me siguió.

Y cuando estuvo a mi lado insistió en llevarme adentro primero por las buenas y después por las malas, como era siempre, entre sangoloteos me abofeteó y caí al suelo cubriendo mi mejilla que ardía horrores, dispuesto a seguir golpeándome se detuvo en un abrir y cerrar de ojos.

Ed fue a dar al suelo alguien le había empujado, cuando levanté mi vista, él estaba ahí y las palabras de Lori llegaron de golpe:

Él es un cazafortunas, no es para nada bueno, él es un perdedor, un vagabundo
él miente, es sucio, no es leal.

Es un imbecil con un arma.

Sonreí abiertamente y el me extendió su mano que acepte obviamente, pero al verlo sentí como si las alas de su chaleco se hubieran extendido cual águila, me tiro hacia adelante para ponerme de pie

-Vamonos de aquí - dijo y camino bajando las escaleras, directo a su motocicleta.

-Claro, espera...-vi a Ed en el suelo, adolorido y la oportunidad que estuvo frente a mi no la desaproveche: le di una patada en la entrepierna, ahogó un grito y se retorció ahí mismo, casi al borde del llanto, di media vuelta sonriendo y seguí al criminal.

Sé que me dijiste que me alejara
sé que me dijiste que él es un perro perdido
él es un rebelde sin corazon
y aunque sé que esto no es inteligente...

«-¡Lo amo!, madre, lo amo.-
-Di lo que quieras, Caroline, estas comprometida y no hay vuelta de hoja querida -» sacudí mi cabeza ante tal recuerdo y me aferré mas al chico que me llevaba fuera de ese infierno, Daryl Dixon un Rebelde sin causa.

La gente decía constantemente cosas terribles de él

Él es un villano, un diablo
él es un asesino, y lo hace por diversión
ese hombre es un espia, es impredecible
él no recibe ningun golpe.

Y cuando lo conocí en el Área Veloz, debí dejarlo ir, alejarme, entonces salvo mi vida y me enamore de él, dijo que era la razón de su esperanza y caí rendida llorando por la rosa Cherokee en el envase de cerveza.

No es la primera vez que me salva y tampoco es la primera vez que Edward intenta molerme a golpes, pero el llego justo a tiempo.

Pero Mamá, estoy enamorada de un Criminal
Y este tipo de amor es irracional, es física
Mamá por favor, no llores, estaré bien
Todas las razones a un lado, no lo puedo negar

Me encanta ese Tipo.

Llegamos a una pequeña cabaña, me ayudo a bajar de la motocicleta sonriéndome tímidamente y yo le devolví la sonrisa, entramos a la cabaña y todo lo que decían de él se fue a la mierda, yo lo conocía realmente.

La gente sólo sabe hablar, hacer comentarios, quieren separarnos, pero no los escucho, no me interesa

-Carol... -dijo viéndome fijamente volví mi vista hacia el rudo motociclista de dulces ojos azules frente a mí

-¿Si Daryl? - y el sin previo aviso capturó mis labios con los suyos en un timido y desesperado beso, también un poco tosco y apasionado, tierno sobre todo, como él.

Y Tiene mi nombre, tatuado en su brazo, es su amuleto de la Suerte.
Supongo que eso está bien, él esta conmigo.

Estaba enamorada sin remedio de un criminal.