—¿Y qué piensas hacer cuando se presente delante tuyo con un arma?

—Apretar el gatillo antes que él.—Dije serio. No iba a ser la primera vez que apretaba un gatillo.

—Te daré un consejo, chico. No le muestres tu punto débil.—Dio un trago a su Whiskey.

—No tengo ningún punto débil.—Me levanté de la silla.

Allan ensanchó su sonrisa para después volver a ponerse serio.

—Ten cuidado, no vayas a acabar igual que ellos.—Además de seriedad su rostro mostraba preocupación.

A día de hoy, seguía sin confiar en él. No te podías fiar ni de tu propia sombra.

Salimos por la puerta, en la cual estaban dos de sus hombres. Allan nunca iba a un sitio sin sus hombres y a veces, podía resultar muy cansino.

Nos subimos al coche. Llevábamos callados la mitad del camino cuando Tyler rompió el silencio.

—Tengo un mensaje de Emma.—Rompió el silencio Ty.

—¿Y?—Espeté.

—¿Celoso?—Alzó la ceja divertido. No empecemos otra vez, Ty.

—Para nada.—Dije con indiferencia.

—Sigue negando lo evidente.

—Lo que tú digas, Tyler.—Rodé los ojos.

Entramos en casa y no se oía ni una sola mosca así que decidimos ir al salón. Cuando entramos, vimos que Emma estaba acompañada de Carol quien se calló de golpe. Genial, habíamos interrumpido su reunión de chicas.

—Hola.—Saludó Emma. Al verla me acordé de la noche anterior, con ella en mis brazos.

—¿Os molesto si me quedo en el salón?—Preguntó Ty.

Tyler era muy capullo, lo que quería era poner oreja para luego venirme con esa sonrisa estúpida y me negaba a que esta vez se saliera con la suya.

—Claro que no.—Dijo Emma con una sonrisa.

—Yo también me quedo.—Afirmé.

Emma's POV

Me incorporé en la cama, y santo cielo; qué dolor de cabeza. Definitivamente no tenía que haber bebido tanto ni tan rápido. Me daba vueltas todo. No recordaba todo, pero sí que recordaba lo que me gustaría haber olvidado. Le había contado a Hache lo que pasó con mis padres y Dani y no sabía si arrepentirme o no.

Imágenes de Hache y Vanessa agolparon de pronto mi mente. Yo suplicando a Hache que se quedara conmigo. ¿Qué cojones pasaba por mi cabeza para pedirle que se quedara?

Encendí el móvil y tenía seis mensajes de Carol y dos llamadas perdidas. Eran de ayer, mierda.

Carol: ¿Dónde estás?

Carol: Mira que es grande su casa, pero tampoco tanto como para no encontrarnos.

Carol: ¡Mañana te cuento sobre Ethan!

Carol: ¡Besa de maravilla!

Carol: Por cierto, me ha dicho algo sobre Liam.

Carol: ¡Arriba dormilona!

¿Había besado a Ethan? Una parte de mí se alegraba por ella, pero la otra estaba preocupada por si él estaba jugando con ella. El último mensaje me lo había enviado hace dos horas; miré el reloj y... ¡Eran las tres de la tarde!

Yo: Carolina, tienes mucho que contarme.

Carol: Vaya... La bella durmiente decidió despertar. ¿Dónde te metiste anoche?

Yo: Ven a casa, petarda.

Hablando de petardos, faltaban dos. Me levanté de la cama y los busqué por toda la casa, pero no había ni rastro. No tenía ni idea de dónde podían haberse metido un domingo a estas horas. Me decanté por mandarle un mensaje a Ty.

Yo: ¿Dónde estáis?

Rubito: Estamos en 10 minutos.

Carol me estaba contando super emocionada la noche de ayer cuando de repente entraron los chicos. No me molestaba para nada que se quedarán. Más que nada porque la conversación no iba sobre ellos.

—Y bueno, cuéntame lo de Ethan.—Animé a Carol.

—Él me sacó a bailar y después de un par de canciones, se acercó a mí. Y entonces... ¡me besó!—Podía notarse una clara emoción en su voz.—¡Brooks me ha besado! ¡Es el mejor beso que me han dado en mi vida!

Reí.—¿Y tú con Liam? ¿Qué te traes entre manos?—Canturreó.

—Nada, me sacó a bailar, pero me di cuenta que no me apetecía y nos tomamos unos cuantos chupitos.—En verdad si que me apetecía bailar, lo que no me apetecía era ver a Hache con Vanessa.

—Liam está enamorado de ti. Me lo dijo ayer Ethan...—Soltó aquella bomba de repente. Mi rostro expresaba sorpresa y confusión.

Hache se levantó del sofá y salió del salón sin decir nada, pero... ¿Y este? ¿Qué mosca le había picado ahora?

Dirigí mi mirada a Ty quien se encogió de hombros.—No le des importancia, es muy cabezón.

—¿Qué?—No sabía a qué se refería.

—Nada, cosas mías.

Después de un rato largo de conversación, Carol se despidió de nosotros y se fue a su casa.

—¿Crees que debería agradecerle a Hache lo que hizo ayer?—Pregunté algo tímida.

No contestó, simplemente me sonrió.

Decidí que si se las tenía que dar, y fui camino de su habitación. Me detuve unos segundos, pero al final toqué la puerta.

Hache. Saga H1 ✔️Where stories live. Discover now