Slythendor. [Dramione. Harry Potter]

Ridículo.

Ridículo.

Draco nunca se imaginó terminar en la enfermería por besar a Hermione. Es más, ni siquiera se imaginó llegar a besar a Hermione algún día, siquiera que le empezase a gustar.

Pero las cosas pasan, y es la ironía de la vida la que a veces nos juega una mala jugada. Como por ejemplo a Malfoy en esos instantes, quién tenía la mejilla inflamada como un sapo, el labio roto sangrando y los oídos irritados de tanto escuchar a Trevor reírse.

–¿No te callarás nunca, verdad? – Preguntó molesto por enésima vez.

–Tienes que admitirlo: fue lo más gracioso que vi en mi vida. – Se excusó el otro, agarrándose el abdomen fingiendo dolor por tanto reírse. Draco le propinó una patada desde la cama donde se hallaba acostado.

–¿Por qué estás aquí, de todos modos?

–Porque soy el único al que le importas, al parecer. – Le respondió tomando asiento al final del viejo colchón, mirándolo con una expresión de burla en su rostro.

–Eso no es cierto. – El rubio se incorporó con una mano, mientras que con la otra sostenía el hielo que impedía que su mejilla se volviese más grande. – ¿Dónde están Crabbe y Goyle?

–¿Te refieres a ese par de idiotas que siempre te siguen el culo como perritos falderos? – Preguntó Trevor, examinándose las uñas y sacándose la mugre que tenía debajo de éstas. Se encogió de hombros mientras continuaba: – No los he visto. Lo último que supe de ellos era que no sabían a quien olerle el culo ahora que tú es... – no pudo continuar porque Malfoy le tiró el hielo por la cabeza, pero Trevor fue lo suficientemente ágil como para esquivarlo. Riendo, se incorporó y se acercó a su compañero. – Mírate Campanita: das lástima.

–Si solo has venido a burlarte de mí, puedes ir dando media vuelta antes que te rompa la cara. – Amenazó.

–Uy uy uy, ¿con esa boca le dices a tu madre que la quieres? Cuida tus tratos hacía mi persona, Malfoy, que si prestas atención soy el único que está contigo en este momento.

–Eso no es verdad. – Murmuró caprichoso el otro.

–Que sí.

–Que no.

–Que sí. – Volvió a insistir. Ambos estaban inclinándose hacia el otro, dispuestos a empezar una pelea, cuando una voz los interrumpió:

–¿Quieren dejar de hacer el ridículo? Me han retado por su culpa, par de idiotas. – Se quejó Hermione enojada, sin atreverse a dirigirle la mirada al chico que se encontraba en la cama.

–Yo no he sido quién estaba besuqueándose por allí. – Comentó risueño Trevor, guiñándole el ojo a Draco y ganándose un golpe en la cabeza por parte de Granger.

–Yo no fui quién gritó como un gato en celo apenas nos vio. – Replicó la chica.

Trevor posó una mano en su mismo pecho, y fingiendo indignación dramatizándolo todo, miró escandalizado a Draco, quién se resistía a lanzar una sonora carcajada:

–¡¿Gritó como un gato en celo?! ¡¿Qué quieres decir con eso?!

Granger puso los ojos en blanco y le dirigió una mirada de soslayo a Draco.

–¿No vas a decirle nada? – le preguntó molesta.

–¿Por qué debería? – se encogió de hombros, restándole importancia. Ya le había dicho todo lo que tenía para decirle cuando, momentos atrás, Trevor había abierto la puerta del salón donde practicaban magia preguntando por el estado de Draco. Y había sido tal la sorpresa que se llevó al verlos besándose que no pudo impedir que un grito agudo emocionado saliese de su boca, alertando sobre la presencia de los tres a un miembro de la Brigada que pasaba por allí. Del susto que se llevaron, Hermione había empujado a Draco, pero éste perdió la estabilidad y se había caído al suelo, aterrizando con el lado derecho de la cara, ganándose una hinchazón en su mejilla y una rotura en su labio.

Hermione lo miró con odio. ¿Acaso era ella sola quien se sentía molesta con Trevor por haberlos interrumpido?

–Oh no sé, tú sabrás.

Y como Draco era tan idiota (o le gustaba hacerse pasar por idiota, porque la verdad era que no lo era), frunció su ceño y negó con la cabeza.

–Creo que el haberme embrujado y luego caído no le ha hecho muy6 bien a mi cerebro. No logro entender porque estas molesta con el pobre de Trevor. – Comentó, o más bien, mintió.

Wicket se encontraba cruzado de brazos, con un pie repiqueteando en el frio suelo de la enfermería, mirándola acusadoramente.

-¿Lo ves? Vamos, se buena chica y dime que lo sientes.

–Tú deberías ser quien lo siente. – Dijo Hermione con los dientes apretados, lanzando fuego con la mirada.

–Nuestro Draco ha dicho que no está molesto. – Dijo con fingida dulzura. Faltaba que pasase sus dedos por el pelo del muchacho y que le diera pequeñas palmaditas en la cabeza para que la escena terminase por verse como dos padres teniendo una discusión por la travesura que acababa de hacer su hijo.

–¿Nuestro? – preguntó incrédula la chica. El rubio cerró los ojos, maldiciendo por dentro a Trevor: ya se estaba yendo demasiado lejos.

–Bueno, sí eres tan posesiva perdona por decir también que me pertenecía. Pero... – se acercó al muchacho y le levantó descaradamente la remera, inspeccionando su cuerpo mientras era observado con sorpresa e incredulidad por los otros dos. – Yo no veo que le hayas dejado marca alguna de que lo reclamaste como tuyo. O tal vez... – Trevor tapó su boca en cuestión de segundos con su mano, volviendo a dramatizar las cosas. Luego, con la otra que tenía disponible, apuntó acusadoramente a la chica, quién se encontraba seria a unos metros de distancia. – Picarona. – Murmuró. Draco quitó su mato del cuello de su remera y se tapó, avergonzado y furioso.

–¿Qué insinúas ahora, idiota? – Preguntó fastidiado.

–Malfoy, bájate los pantalones. Tal vez Hermione te haya marcado como de su propiedad allí y ... – Esta vez, no pudo continuar por culpa de la chica, quién ni bien escuchó eso, se acercó a él como hojas que lleva el viento, dispuesta a pegarle.

Wicket comenzó a correr a lo largo y ancho de toda la enfermería, con una avergonzada y furiosa Hermione detrás, tratando de alcanzarlo para luego darle su merecido. Malfoy suspiró, pero luego de estar observando la escena por unos cortos segundos, se echó a reír de toda la bizarra situación.

N/A: Capítulo corto, lo sé, pero prometo que luego empieza lo interesante. Si supieran lo que se me ha ocurrido chicas... No sé si es bueno o malo >:D Como tampoco sé si a esta historia le faltan muchos caps, o pocos. Dependerá de como me trate la facultad :( Nos estamos leyendo!  *Se va corriendo a tomar el bondi para no llegar tarde*