Inevitable (II)

896 67 17
                                    

Camino rápido entre los invitados mientras me aflojo el nudo de la corbata. La americana negra yace en mi antebrazo y llevo los puños de la camisa remangados. Algunas personas me miran, otras me dicen algo que no logro escuchar y otras intentan iniciar una conversación. Pero nada de eso me importa porque mis cinco sentidos están puestos en otra cosa. Algo mucho más importante.

Mis pasos cada vez aumentan más su rapidez junto a la desesperación por encontrarla. Las gotas de sudor me caen por la frente haciendo que mi pelo quede húmedo. Me paro fastidiado y bufo antes de inspirar el viento con sabor a sal. Nicholas ha elegido un buen lugar para casarse, pienso. Es un restaurante bastante famoso en las afueras de Los Ángeles y cerca de la playa. Por lo que he oído, aquí se han casado varios famosos así que el caché es alto.

Joder, toda mujer querría casarse en un sitio como este. Sólo espero que la mía no.

Me enciendo un cigarrillo y me apoyo en la barandilla metalizada observando el atardecer.

Sesenta minutos.

Eso es lo que falta para que el amor de mi vida se vaya a casar. Y con otro. Doy una calada y cierro los ojos negando con la cabeza. No sé qué hacer. Hace dos días estábamos en su cama, haciendo el amor hasta la madrugada. Hoy no sé dónde está y dentro de una hora va a ser definitivamente de otro hombre. Tampoco sé qué es lo que ella va a hacer porque no hemos podido hablar. No sé si está dispuesta a dar este paso y olvidarse por completo de mí.

Eso me aterra, me duele. Me mataría. Pero sería lo más lógico porque durante todo este tiempo no he tenido claro qué es lo que quiero respecto a Jennifer. Respecto a nosotros. Y ahora, me parece una tortura que se case con alguien que no sea yo. He sido un egoísta y me he dado cuenta tarde. Tampoco tengo el derecho de pedirle nada, no soy nadie en su vida. Bueno, un amigo con el que tiene más que palabras. Pero ya está. Se queda ahí.

Bien cierto es la frase de que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos. De nada han servido mis intentos de olvidarla con otra mujer, en concreto con mi novia. Sí, lo he intentado por todos los medios. Olvidarme de ella con Claudia era un plan bastante oportuno al principio. Sin embargo, no contaba con una cosa y es que Jen siempre será ese alguien que no podré quitarme de la cabeza hasta que me muera.

Ella no sabe que estoy aquí puesto que le dije que no vendría. No obstante algo en mí me ha hecho asistir. Mientras me ponía el traje tenía la sensación de que iba camino a un funeral. Y nada más lejos de la realidad, estoy en mi propio funeral.

Decía la verdad cuando le dije que si lo hacía me destrozaba. Y joder, me va a matar directamente. Sin anestesia.

Me giro y contemplo el pequeño prado dónde yacen las sillas, las flores, la alfombra y el pequeño altar. Sólo espero con todo mi alma que los pies de Jennifer no crucen ese pasillo tan bien decorado porque no lo podré soportar. Mis ojos viajan entre los invitados colocados y me fijo en alguien en concreto. Lleva un vestido color azul eléctrico y el pelo recogido. Es Laura, su mejor amiga. Está hablando con su marido así que decido acercarme a ella. Tengo que preguntarle dónde está, necesito hablar con Jennifer. Al llegar, Laura me mira de arriba a abajo con una ceja levantada.

"Vaya, ¿has venido solo? ¿Y tu novia?"

Vale, lo he pillado. El tono de su voz me ha dejado claro que no está intentando ser amable. Pero no se lo voy a tener en cuenta ya que Jen ya me ha hablado de ese instinto protector que caracteriza a Laura. Igual que su mejor amiga, tal para cual.

"Hola Laura..."

"Por lo que veo, al final has venido. Y solo." vuelve a repetir pero cambiando el tono.

Joshifer: "...a very different love."Where stories live. Discover now