Extra 1

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Francia, día de San Valentín.

Aquí estoy, en una mesa de restaurante esperando por más de media hora a mi novio. ¡Qué hermoso día de San Valentín! Nótese mi sarcasmo.

Es el primer San Valentín que paso en pareja y aquí estoy como una soltera en una mesa con un asiento vacío ante mí, hubiera rentado un DVD como los años anteriores y comer como loca para olvidar la soledad del día. Pero no, hoy estoy aquí con un regalo de 100 euros celebrando con nadie.

Reviso por décima vez mi celular ¡No hay ni un mensaje! Creo que esperar una hora es suficiente tiempo para retirarte con la poca dignidad que te queda. Repaso una y otra vez en mi cabeza los últimos días, todo entre nosotros estaba bien. ¿Qué diablos sucede?

Me gustaría llamar a las rubias, pero ambas tienen una cita a ciegas y no quiero echarles a perder el día, consideró también llamar a Valeria, pero en estos momentos Mathieu debe estar con ella en la cena súper romántica que ayude a organizar, así que descartó esa idea también.

Reviso mis contactos en busca de un consuelo, pero no tengo muchos amigos con los que quiera pasar este día. Debería ir a casa y olvidarme de este estúpido día. ¿Quién invento esta fecha?

Nota mental: hacer más amigos, así tendrás con quien salir cuando tú novio te dejé plantada.

Nunca había tenido una relación tan larga, creo que mi noviazgo con Nathan ya podría llamarse algo "estable" si consideramos que llevamos tres años juntos, no puedo creer como el tiempo pasa de rápido, mi mente aún guarda todos esos raros momentos que Nathan y yo compartimos estando en el cuerpo del otro. Sé que esto parece película pero aunque no lo crean la magia existe, al menos en mi caso.

Camino por las calles de Francia encontrando en todas partes amor, parejas tomadas de la mano, chicas caminado con un hermoso ramo de flores, no sé si es mi imaginación pero me parece que hasta los cachorros del parque celebran.

Mi celular suena y al ver el nombre de Odette en la pantalla siento una gran desilusión.

— Hola — digo tratando de sonar emocionada por la llamada — ¿Cómo van las cosas?

— El tipo es un imbécil — contesta, me preocupa que la cita a ciegas de mi amiga vaya tan mal

— ¿Qué sucedió?

Por un momento escucho la voz de Nathan, volteo a todas partes con la ilusión de encontrarlo.

— ¿Podrías venir al colegio? — Comienza a llorar — Te lo contare todo cuando vengas.

—No te muevas de allí.

Cuelgo y tomo un taxi, mi cabeza es un revoltijo de pensamientos que saltan sin parar ¿Qué abra pasado en la cita a ciegas de Colette? ¿Qué demonios hacía en el colegio? ¿Y porque estoy sola en un taxi y no con Nathan?

Me toma 20 minutos llegar, me bajo y vuelvo a llamar a Odette. El colegio esta vacío porque es fin de semana. Veo al guardia tomar un café en una de las sillas de afuera.

— ¿Dónde estás?

—Estoy en el campo de futbol —dice mi amiga.

Cuelgo el celular, se me hace raro que el guardia no me haya detenido, creo que el colegio debería contratar mejor seguridad. Entro por la parte trasera del edificio. Cuando estoy a punto de llegar mi celular suena.

¡Es él!

— Espero que tengas una buena explicación para desaparecer todo el día y no llamarme ¿Acaso sabes lo preocupada que estaba?

Una Apuesta. Un Ganador©Where stories live. Discover now