Capítulo cinco

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Reina de las venganzas.

La idea de hacer que Nathan quedara como homosexual ante todos, fue la mejor venganza, no fue complicado hacer que el hermano de Valeria creara la foto de Nathan y Logan, sólo tuvimos que tomar fotos de ellos con chicas y como tienen miles de conquistas, fue pan comido.

Ha pasado una semana... y estoy atenta a cualquier movimiento, sé que Nathan se vengará y eso me tiene algo nerviosa, pero hasta la fecha el rumor de Nathan y logan todavía se comenta.

Me adapté rápidamente al colegio. Valeria se ha vuelto una gran amiga, y pasamos mucho tiempo juntas.

He ganado la prueba de Matemática y me convertí en la capitana.

Valeria aprobó conmigo y la profesora Harrison aún no decide quien más conformara el equipo.

—Hola Ana —reconocida voz de ángel.

Al voltear encontré a Adrien.

En el tiempo que tenemos de conocernos se ha adueñado de mis pensamientos. Hablar con él definitivamente alegra mis días. Es un chico sensible y súper chistoso.

—Hola. ¿Cómo va todo?

—Por fin termine el proyecto de física, Marco y Colette al fin dejaron sus problemas de pareja y me ayudaron a terminarlo.

—Eso es increíble, supongo que ahora tendrás más tiempo libre —mi tono es coqueto. Espero que entienda mi indirecta.

— Por lo mismo quería preguntarte algo —se ve tan nervioso que el corazón me quiere explotar — ¿Te gustaría salir conmigo esta tarde?

¡Por Dios, me pidió que saliera con él!

Me derrito.

—Yo..yo.. —quiero decirle que sí, pero estoy tan nerviosa que las palabras se ahogan en mi garganta.

—Tomaré eso como un sí, pasaré por ti a las seis —me da un beso en la mejilla, y se marcha

Salto de la felicidad, ¡tengo una cita!

— ¿A qué se debe tanta alegría?

En ese momento todo rastro de buen humor en mí se esfumó. Me desinfle cual globo espinchándose lentamente.

—Eso a ti no te importa.

Ha pasado una semana desde que Nathan habló conmigo, me sentí aliviada pensé que por fin había logrado que perdiera interés en mí.

Pero me equivoqué.

—No me digas que es por ese chico —su sarcasmo me enferma.

— ¿Acaso estas celoso? Vaya, me siento halagada.

— ¿Tienes planes esta noche?

—No entiendo a qué viene la pregunta.

—Pasaré por ti a las seis.

—No, no lo harás. Tengo planes y no pienso cancelarlos.

Dicho esto, doy media vuelta, dejándolo parado sin darle tiempo de responder.

Mi hermano me espera en la entrada del colegio, tenía que llevarme como papá ese día porque mi mamá tuvo una junta muy importante y la salida que teníamos preparada como familia tuvo que ser suspendida.

—Hola moco. ¿Qué tal tu día?

—No me digas así, le diré a papá.

—Es de cariño, no llores —Burlándose me ayuda con la mochila.

Una Apuesta. Un Ganador©Where stories live. Discover now