Una Apuesta. Un Ganador©

Capitulo seis.

Un desastre llamado Cita

Estoy nerviosa, falta media para que Adrien pase por mí, lo único que espero es que al idiota no se le ocurra aparecerse por aquí. Fui clara dejando en claro que no tengo interés alguno en salir con él. Si tienen un cerebro espero que pueda entenderlo.

—Te quiero de regreso a las diez.

—Mamá y papá dijeron que podía llegar a las once.

—Pues soy tu hermano mayor, y si digo que estarás aquí a las diez, a las diez será. Soy capaz de salir a buscarte. —sentencia.

—Si claro, lo que digas —le restó importancia a sus estúpidos celos —ahora sal de la habitación, tengo que cambiarme.

Nathan

No sé exactamente qué hacer en una cita... puf... ni siquiera he asistido a alguna. Yo voy directo al grano y siempre me ha funcionado. No tengo ni la menor idea de a donde se lleva a una chica hoy en día.

¿A un restaurante? ¿A un club? ¿Al cine?

Tengo que quedar bien con Ana, ser caballeroso y el hombre ideal para las mujeres. Estoy seguro que por fuera aparenta ser una chiquilla rebelde que no le teme a nada, sin embargo a todas las mujeres les gustan las estupideces cursis.

Ana no es la excepción....espero.

Falta media hora para recogerla, decido llevarla al restaurante más lujoso de Paris, no me importa el dinero, después lo recupero con la apuesta. No tengo auto, el año pasado lo choque y mi padre me castigo. Solo tengo mi vieja Harley.

Me visto lo más sexy posible; una camiseta que resaltaba mi abdomen, pantalón azul y una chaqueta negra.

Parezco una chica por preocuparme por mi atuendo.

Esta es la primera vez que me arreglo para una chica. Lo divertido es que me gusta esta estúpida emoción de querer verte bien para alguien.

(...)

Estoy a punto de tocar el timbre, pero un auto se estaciona detrás de mi moto. Adrien sale de ese BMW, una punzada de celos pellizca mi estómago. El si tiene un auto para llevarla.

Él también tiene una cita con Ana pero eso, no lo voy a permitir.

—Hola Nathan —frunce el ceño confundido por mi presencia— ¿Qué haces aquí?

Lindo, ahora hay que darle explicaciones a él.

—Tengo una cita con Ana.

Que idiota me escuché al decir la palabra "cita".

—Creo que te equivocaste de casa, tal vez buscas a otra Ana.

—Estoy seguro que estoy en la dirección correcta, ¿Y tú qué carajos haces aquí?

—Tengo una cita con Ana.

Su notito me irrita. Parece muy seguro de sí mismo con ese estúpido ramo de flores. Se nota que enserio le interesa esta chica.

Nota metal: Para una cita hay que llevar flores.

—Pues lo siento pero yo saldré con ella.