Tao [Artes marciales]

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Como estoy de vacaciones voy a intentar actualizar más de una vez al día~ ¡Muchas gracias a los que leéis, votáis y comentáis~! ^^ 

Pedido por @MayumiKimi, espero que te guste~ 

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Dos veces a la semana tenías que llevar a tu hermano pequeño a su clase de artes marciales. Normalmente era tu madre la que lo hacía, pero le habían cambiado el turno de trabajo hacía medio mes y te había dejado a cargo del pequeño durante las tardes, cuando no tenías clase. Al principio se te hacía pesado, sobretodo porque tenías que quedarte ahí durante la hora y media que duraba la clase, pero desde el segundo día, cuando un profesor nuevo apareció, tu opinión sobre tu tarea cambió.

Era un chico joven, de unos veinte años. Tenía el pelo rubio, cosa no muy usual en vuestro país, y era bastante delgado. Lo primero que te había llamado la atención de él, sin embargo, habían sido sus ojeras y su expresión seria, que cambió por completo cuando los niños se acercaron a él. La verdad, no tenias ni idea de quién era o qué hacía ahí, bueno, sí, supusiste que era un ayudante o un aprendiz de otra academia, pero el caso es que nunca habías hablado con él.

Los primeros días pasaron entre miradas cruzadas y pequeñas sonrisas a escondidas, pero ninguno tenía el valor de acercarse al otro. Gracias a tu hermano habías podido averiguar que se llamaba Zitao, aunque todos se dirigían a él como Tao y que había venido de Qingdao para hacer unas prácticas como profesor de artes marciales. Aun pudiéndole poner nombre a su cara bonita, aun no tenías el suficiente valor para acercarte a él, y menos aún cuando te habías dado cuenta de cuan atraída te sentías hacia él.

-Bien chicos -Habló el profesor durante una de las clases, haciendo que todos los niños atendieran- La lección de hoy la hará Tao.

-Espero que podamos trabajar bien. -Se puso en el lugar del profesor cuando este se apartó un poco y hizo una reverencia. Miró nervioso a sus lados y a los pequeños y se preparó mentalmente para empezar- Hoy... hoy vamos a practicar con los nunchakus.

Mientras explicaba la teoría y lo demás, el profesor con más experiencia empezó a repartir las armas hechas de goma-espuma a los niños, quienes los cogieron emocionados y empezaron a jugar con ellos emocionados.

-P-Por favor chicos... atendedme, si no no sabréis como hacerlo -Intentó llamar la atención de los más rebeldes, pero habló tan bajo que apenas lo oyeron, y si lo hicieron decidieron no hacerle caso. Reíste suavemente, viendo desde las gradas del gimnasio en donde se llevaban a cabo las clases. Pese su aspecto de chico amargado y serio era realmente adorable. La manera en que tartamudeaba y se ponía nervioso por unos niños que no pasaban de lo diez años era  tan linda que no podías dejar de mirarlo, pero también sentías la necesidad de ayudarlo. 

-¡Minhyuk! -Llamaste a tu hermano pequeño, quien era uno de los que estaba causando el caos- ¡Pórtate bien! 

-¿Eh? -Tanto el pequeño como Tao levantaron la mirada al oírte- ¡Sí noona! 

Gracias a dios tu hermano aun no había llegado a la edad de revelarse contra ti, así que asintió y volvió a su sitio. Tao se te quedó mirando por unos segundos más y no fue hasta que le sonreíste tímidamente que él hizo lo mismo e inclinó un poco la cabeza en forma de agradecimiento, volviendo también enfrente de los niños.   

-Bien chicos, para usar bien los nunchakus tenéis que cogerlos de esta forma. -Ahora sí, todos los niños le escuchaban y él pudo empezar a explicarles los movimientos básicos y la manera de hacerlos. 

-¡Hyung! -Alzó la mano un niño- ¿Antes de que lo hagamos nosotros puedes hacernos una demostración? 

-A-Ah... sí, claro -Un poco nervioso Tao cogió firmemente sus nunchakus y se preparó- Atended bien, solo lo haré una vez y entonces vosotros empezareis a practicar. 

Respiró profundamente antes de empezar a moverse. Sus movimientos eran ligeros y rápidos, lo hacia a la perfección. Cogía las puntas de los nunchakus con precisión y los giraba en el momento exacto, aunque todo se fue a pique cuando vuestros ojos se cruzaron. Sin querer su mano se movió demasiado lenta, haciéndole incapaz de coger a tiempo la otra punta del arma y soltándola sin querer. Por el susto soltó un pequeño grito y se llevó las manos a la cara, tapándosela avergonzado mientras oía como tanto los niños como las madres espectadoras estallaban en una carcajada. Tu también reíste, aunque intentaste disimularlo sabiendo lo tímido que era. 

-Lo... lo siento mucho... -Se disculpo mientras sus mejillas empezaban a teñirse. 

-Vamos chicos, ahora es momento de que lo intentéis vosotros. -Ordenó el profesor, ahorrándole a Tao el mal trago de tener que volver a intentarlo. 

El resto de la clase fue rápido, los niños se lo pasaban bien haciendo rodar uno de los extremos del arma y moviendola de una lado para otro y, aunque a Tao le costaba un poco controlarlos, nadie salió herido. 

Estabas esperando enfrente de los vestidores cuando se te acercó. Te giraste sin esperar encontrártelo a él y él también se sorprendió. 

-H-Hola... -Dijo mirando al suelo avergonzado- Quería agradecerte por ayudarme antes con el niño... 

-No hay de que -Sonreíste tu también tímidamente- Minhyuk es un poco travieso pero es un buen niño. 

-Sí -Dijo él, ganando confianza poco a poco- Se le dan muy bien las artes marciales, tiene futuro. 

-Mientras no le de por ponerse a practicar dentro de casa y empezar a romper cosas... -Respondiste, mirando de reojo la puerta del vestuario para ver si salía. 

Oíste a Tao reír y volviste a dirigir su atención hacia él.

-Soy Zitao, por cierto, aunque puedes llamarme Tao. -Se presentó por fin, aunque tampoco hacía mucha falta. 

-Yo soy- -Ibas a decirle tu nombre, pero tu hermano no pudo elegir mejor momento para regresar y te interrumpió.

-¡Ya sabe como te llamas noona! -Exclamó inocentemente, sonriéndoos a los dos- ¡Me lo ha preguntado antes! 

-¡M-Minhyuksshi no le digas eso...! -Tartamudeó Tao, incapaz de controlar la situación de nuevo. 

-Ella también me preguntó el tuyo hyung. -Le miró el pequeño sin entender el por qué de tus nervios. 

-¡Minhyuk! -Le reñiste tu esta vez- Anda, ves a jugar un rato con los demás chicos que noona está hablando. 

-¡Pero...! -Intentó quejarse pero le diste un ligero empujón y no le quedó más opción que irse. 

-¿De verdad le has preguntado por mi...? -Te atreviste a preguntar. 

-¿Y tu por mi...? -Respondió él. La situación no podía ser más incómoda, pero a la vez tenías unas ganas increíbles de ponerte a reír por eso mismo- Solo le he preguntando si tu eras su hermana, para no confundirme de persona al venir a agradecerte lo de antes... 

-A-Ah... ya veo. -Dijiste notando como las cara empezaba a arderte. ¿Qué ibas a decirle tu? ¿Que se lo habías preguntado porque te parecía mono?- Y-yo... 

-Y además... -Te interrumpió sin darse cuenta- Hacía tiempo que te veía por aquí así que me había entrado curiosidad. Normalmente solo hay madres que vienen a acompañar a sus hijos así que... 

-Entiendo... -Medio sonreíste, evitando su mirada a toda cosa- En realidad antes venía mi madre, pero últimamente está ocupada así que como tengo las tardes libres soy yo la que tienen que venir.

-¿Tienes las tardes libres? -Su cara se iluminó al instante, olvidando por un momento lo cargado que estaba el ambiente. 

-Aha -Hiciste que sí con la cabeza- Solo tengo clases por la mañana.

-Entonces... ¿podría invitarte a tomar algo...? -Preguntó inseguro, aunque enseguida buscó una excusa mejor- P-para compensarte por lo de antes. 

-Por supuesto, me encantaría -Dijiste con un peso menos encima, incapaz de resistirse a lo adorable que se veía cuando no podía controlar la situación. 

K-POP ONE-SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora