Estaba dispuesta a cargar todo mi armamento esta noche. Lo iba a seducir y el que estaría bajo mi total control sería él. Y algo me vino a la mente. ¿Qué es lo que tienen en común todos los amantes? Aparte de ser infieles, claro.

Lencería, de la cara. A Josh le iba a sorprender, eso era algo que tenía bastante seguro. Ya me imaginaba su boca abierta y sus ojos tan abiertos como órbitas.

Pero toda la valentía y mi carácter de persona impulsiva, se desvaneció en la puerta de aquella tienda de ropa. Esto iba a ser patético pero lo tenía que hacer.

Una dependienta pareció notar mi presencia y no dudó en correr hacia mí. Intenté que no me reconociera y me tapé aún más con el gorro de lana. Cogí uno de los encajes que estaban enganchados en una de las perchas de mi lado para disimular pero no sirvió de nada porque la chica me preguntó en seguida.

"¿Se le ofrece algo?" preguntó intentando averiguar quién se escondía bajo esas gafas de sol oscuras.

Negué rápidamente con la cabeza.
"No, sólo estoy mirando." dije tímidamente.

"Oh, bueno..." parecía desilusionada. "Si necesita ayuda, ya sabe que puede venir a preguntarme. Soy Lucy y estaré encantada de atenderla."

Mierda. En realidad sí, necesitaba ayuda.

"Perdona, es que estoy nerviosa. Bueno sí... estaba buscando algo." dije mientras la dependienta sonreía satisfecha.

"¿Quiere comprar ropa interior?" preguntó mientras yo volvía a dejar la prenda de mis manos en la percha.

"No, bueno..."

"¿Lencería?" me enrojecí y bajé el rostro con una risa un tanto extraña. "¿De qué se avergüenza? ¡Esto es lo más lógico entre parejas!"

Quería gritarle algo. Error. Josh no era mi pareja.

"Supongo que ya habrá tenido sus encuentros esporádicos con esa persona la cual quiere complacer. Estoy segura de que esta vez será diferente" dijo guiñándome el ojo. "Venga, sígame." continuó cuando con un dedo me indicó que nos moviéramos hacia una zona de la tienda más escondida.

Me resultaba incómodo que la dependienta me tratara de usted pero luego me preguntaba ciertas cosas que ni si quiera estaba segura de contestar. Es cuando el calor me empezó a molestar así que decidí quitarme el gorro y las gafas. Estábamos más apartadas y la gente de la calle no me iba a ver. Además, la tienda estaba vacía y no me importaba que las dependientas me reconocieran. Una vez Lucy se dio la vuelta para hablarme, se quedó en blanco.

"Usted... usted es..." intentó decir.
"Dios, es la primera vez que tengo a alguien tan famoso en mi tienda."

"Sí, vale..." sonreí para cambiar de tema. "¿Y bien?" pregunté mirando algunas prendas que colgaban por ahí.

"Bueno, como ve, estos de aquí son bastante provocativos. Básicamente es para avivar la llama, usted me entiende. Luego tenemos estos de por aquí... ah, sí. Algo más elegante con cierta picardía."

"En realidad..." dije cortándola. "Buscaba algo sencillo, no tan extravagante. Algo que pueda sorprender, no sé si me entiende." me rasqué la nuca con cierta duda. Estaba claro que esto no era un lenguaje que dominaba. Lucy me miró y asintió con la cabeza.

"¿Algún color en especial?"

"Blanco." contesté sin dudar.

"Está bien. Pues señorita acompáñeme, por favor."

"Sólo Jennifer." dije mientras la seguía por la tienda con inseguridad.

...

El timbre de mi casa sonó y me sentí estremecer. Joder, Josh ya había venido. Miré el reloj nerviosa y observé que eran las nueve de la noche. Tan puntual como siempre. Sonreí y hecha un manojo de nervios, abrí la puerta con los dedos resbaladizos en el picaporte.

Joshifer: "...a very different love."Where stories live. Discover now