Chicas Vs Chicos // COMPLETA

1. ¿Qué mosca te pico?

—¡Allison! Despierta de una vez. — gritó mi madre

—No. — alargue la última letra mientras rodaba por mi cama — Solo 5 minutos más.

Me dirigí al baño y me lavé la cara. Regrese a mi habitación y busque la ropa que había acomodado el día anterior. Short de mezclilla negro con medias de red debajo, botas mineras negras. Me amarré una camisa azul a la cintura para complementarlo y me coloque un collar. Mi estilo de vestir era extraño, tirándole a lo normal cosa que me agradaba demasiado.

— ¡Madre! — grite desde la planta alta. — ¿Me planchas mi camisa?

Ella se negó así que me resigné y bajé corriendo las escaleras, tenía que hacer algo en la escuela temprano, pero no lo recordaba, igual podía esperar.

— Buenos días, hermosa madre. — salude sentándome frente a mi plato de fruta.

—No puedes hacer nada bien mi amor. — dijo dulcemente acercándose a mí. — Dame la camisa.

Ella se fue con la camisa a su habitación en el segundo piso. Mi trasero vibro y saque mi celular del bolsillo de atrás. Mi hermano me pedía llevarle su libreta que había olvidado en la casa, lo ignore mientras seguía comiendo.

—Que le lleves su libreta a tu hermano.

—Pero...

— Nada de peros, toma. — me dio la camisa, pero aparentemente no le había hecho ningún cambio — lávate los dientes y lárgate.

—¿Acaso me estas corriendo?

— Si.

Que linda madre. Me limpie la boca y tome una bebida del refrigerador, uno de los "Canada Dry" de mi hermano.

— Me voy. ¿Sabes si Barry me traerá o me vengo en el autobús?

— Me parece que tiene clase extra, pero deberías de preguntarle. Aunque no te vendría mal caminar un poco.

— Te amo. — Fui corriendo a despedirme de ella, tomé la libreta de mi hermano, mi mochila y salí de casa.

Camine con paso apresurado para alcanzar el autobús. La parada estaba algo cerca de mi casa, pero aun así cuando llegue, el autobús ya había avanzado.  ¿Y ahora qué?

— Guapa — me di la vuelta, era la única persona en la acera.

— ¿Te llevo?  —Pregunto Ryan, el mejor amigo de mi hermano. Era guapo, de hecho, casi todos sus amigos lo eran, claro que la belleza es relativa, pero dudo mucho que a los quince años no te guste un joven con bonita sonrisa y buen cuerpo.

— Solo iría contigo si fuéramos las últimas personas del mundo.

Uy si, se ve muy creíble. Sabía perfectamente que iría con él en cualquier circunstancia.

— Si fuéramos las últimas personas del mundo, tu no tendrías que ir a la escuela. — le sonreí como respuesta y me subí al auto. Le pregunte sobre si tenía clase, digo, es compañero de mi hermano. — Si, pero...

— Te quedaste dormido. — dije completando la frase.

— Exacto, hubo fiesta en la casa de Mia Collins ayer ¿La conoces?

—¿Te acostaste con la porrista más popular de la escuela? Que cliché. — lo interrumpí.

—Claro que no. Primero, Mia no es mi tipo y segundo, eres muy pequeña para saber eso. — dijo alborotándome el cabello.

— Solo soy dos años menor. — dije dándole un sorbo a la soda tratando de olvidar el comentario anterior.

— Que importa, ¿Por qué Barry no pudo ir? — preguntó, quitándomela de la mano y tomando un buen trago. — Adivinare, se quedó dormido.