T W E N T Y O N E

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Jungkook la miró enojado, se sentía impotente por no poder hacer nada. Quería ir hasta la casa del tipo ese y romperle la cara, dejarle muy claro que Na Bong no estaba sola y que de ahora en adelante no podía pasar sobre ella y hacerla sentir una mierda, porque él no iba a permitírselo. 

Sin embargo, sabía que la chica no iba a dejarlo y eso era lo que más le molestaba ¿Por qué demonios lo defendía? ¿Por qué demonios seguía pensando y sufriendo por ese infeliz cuando lo único que hacía era humillarla y tratarla como si fuese de su propiedad? ¿O es que acaso era masoquista?

— ¿Cuánto vas a darte cuenta que ese infeliz no te merece?

Na Bong se mordió el labio nerviosa y se pasó el ante brazo por los ojos, queriendo quitar las lágrimas que la delataban. Quería ponerse de pie y correr hasta Jungkook, darle un abrazo y refugiarse en sus brazos que siempre parecían estar dispuestos a protegerla. Pero entonces recordaba todo y...volvía a sentirse la peor mujer del planeta.
 
— No sabes nada Jungkook...—Le dijo intentando que no siguiese hurgando en el tema, no quería contarle todas esas cosas que estaba pasando.

 — ¿Qué no sé? ¡Pero si soy la única persona que te ha visto así! ¿Cómo no voy a saber?  — Le gritó molesto. Ella se puso de pie y lo miró impasible

— No te metas, en serio — Le advirtió y aunque no lo decía desde el fondo de su corazón, sabía que lo mejor era que se mantuviese al margen, ya que no  quería que saliera más perjudicado de lo que ya podría salir.

Caminó fuera de la habitación tratando de ignorar la expresión dolida de Jungkook. Aquello le dolía más a ella que a él.

— ¡No me dejes hablando solo Bong-ah!— La siguió hasta la cocina.

— Y tú no me grites...— Le habló calmada mirándolo. Ya estaban ambos en la cocina, frente a frente. Ella lo miraba como si no sentiese nada ahora, sin embargo tenía dentro de su pecho el corazón apunto de estallar y su estómago se apretaba al ver el rostro confundido de Jungkook.

— Entonces no llores por ese idiota...

— Lloro por quien yo quiero Kook, eso no te incumbe en lo más mínimo —Intentó sonar pesada para que se enojase de verdad y fuera, la dejase sola para poder pensar y evitar que de sus labios saliese la verdad de todo lo sucedido.

No quería hablar con él ahora, se sentía demasiado culpable.

— No sé con quien debo enojarme...si con él porque te lastima o contigo porque lo dejas.— La chica frunció el ceño.

Hablaba como si a ella le gustase eso.

— Es fácil hablar de esto cuando no tienes experiencia alguna, cuando nunca te has enamorado o te ha gustado una persona.— Le respondió ella.

Jungkook se mordió la lengua intentando evitar soltar toda su verdad y terminar gritándole que la quería, que le gustaba lo suficiente como para ir a la casa de ese idiota y pelear por ella.

— ¿Y tú que sabes Bong?— Se acercó a ella unos pasos para mirarle de más cerca. La chica lo miró con los ojos bien abiertos mientras él pasaba su lengua por el interior de sus mejillas, un gesto que hacía cuando estaba realmente cabreado— ¿Tú que sabes?

— E-es demasiado obvio, nu-nunca te ha gustado alguien...— Le dijo mirándolo al rostro, nerviosa al notar lo cerca que lo tenía.

— Si tan sólo supieras Na Bong...— Comentó alejándose otra vez.

Na Bong creyó escuchar mal y lo siguió hasta la pequeña sala de estar, esperando a que le dijese a lo que se refería con eso. ¿Es que acaso le gustaba alguien? ¿Le gustaba alguien y no se lo había dicho? Jungkook por su parte agarró su chaqueta y tomó el pomo de la puerta para salir.

— ¿Qué? ¿Por qué te vas?

— Estamos enojados, se supone que uno siempre se va...— Habló sin dejar de mirarle.

— En ese caso me voy yo, esta es tu casa después de todo ...

— No, ni loco dejo que seas tu la que se marche. Siempre que te vas de casa terminas bebiendo, por eso me voy yo...— La chica lanzó un bufido molesta.

— Hablas como si fuese una alcohólica...—Se quejó cruzándose de brazos.

— Lo que menos me preocupa es el alcohol, Na Bong...— Le dijo el chico apretando la tela de su chaqueta entre sus manos.— Lo que si me preocupa... es esa maldita manía que tienes de llamar a alguien para que te vaya a recoger cuando bebes. Y sé que si estamos enojados no vas a llamarme a mi esta vez... vas a llamar a Jiho y eso por ningún motivo voy a dejar que ocurra...— Le confesó para luego darle la última mirada y salir por la puerta.  


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bastante corto, este cap está apenas editado 👌
Dígame si les gusta la historia😍
Muchos besos desde Chile
Con amor, Jeny🍀

Motel room » j.jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora