N I N E T E E N

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Había pasado una semana de aquel triste y decepcionante comentario de parte de Na Bong. Ella le había dicho, sin siquiera tener tacto alguno, que esperaba que nunca dejasen de ser amigos y eso era justo lo que Jungkook estaba esperando dejar de ser.

¿Qué más patético podía ser todo? ¿Qué más patético podía ser él?

El muchacho le había contado a Jimin del suceso y este se encargó de decírselo a los demás, como siempre se le abría la boca casi por si sola y soltaba los secretos de los demás. Sin embargo, a Jungkook no le molestó realmente.

Yoongi se rió en su cara y aprovechó de decirle que estas cosas pasaban siempre, sobre todo a los que recién se están enamorando de alguien.

Hoseok le reprochó que eso de la friendzone ya lo veía venir.

Namjoon que mirara las opciones que tenía.

Jin que intentara enamorarla y no se desanimara.

Taehyung que simplemente la besara cuando la pillara desprevenida, como aquella vez que ella lo besó en el Motel.

Y Jimin, le dijo que no había forma de salir de la zona de amigos.

Sin embargo ¿Qué pensaba Jeon Jungkook?

Pensaba que a Na Bong igual sentía algo por él, que quizá el sentimiento era mutuo . Lo más probable es que  no con la misma intensidad, pero que ahí definitivamente había algo. Las miradas que se daban, los abrazos y su imparable preocupación por él le decían que eso no lo hacía simplemente una chica "que quiere seguir siendo tu amiga".

Quizá Park Na Bong aún no se daba cuenta de sus sentimientos.

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(Hasta aquí está todo bien, si quieres tomar un respiro, beber agua , sentarte o que se yo, hazlo. Puede que lo que vayas a leer cause un malestar en ti 😒)

Na Bong se encontraba a las afueras de la que solía ser su casa, había decidido ir cuando Jiho le mandó un mensaje diciendo que se le habían quedado algunas de sus cosas en aquel lugar. Usó la llave que aún no había desechado y entró al lugar como si fuera el mismo en donde ella solía vivir, sin embargo, algo había cambiado, el sentimiento ya no era ni parecido al que solía tener cuando entraba allí.

Solo podía imaginar a esa mujer con toalla paseándose de aquí y para allá. Ocupando la que era su cama, bañándose en la que era su ducha y besando al que era su novio.

Estaba enojada, claro está, pero no iba a demostrarlo. Por ningún motivo iba a demostrarle a Jiho que lo él hacía a ella le afectaba, porque o si no  se daría cuenta que es posible hacerle daño aún estando a la distancia.

Caminó hasta la habitación principal, la cual compartían hasta hace poco. Ahí se encontraba él, sentado sobre la cama y revisando las cosas que provenían de una caja mediana de cartón.

— Estaba leyendo las cartas que me escribías cuando éramos unos niños...— Comentó él, la miró al rostro y soltó una amarga risa al momento de ponerse de pie.— ¿En qué momento cambiaste tanto eh? — Le reprochó haciendo que el ceño de Na Bong se frunciera. Demonios, ya va a empezar...

Siempre se encargaba de decirle que ella misma era la culpable de que su relación fracasase, de que él haya tenido que buscar el calor y amor de otra persona, porque Na Bong era demasiado fría y nunca podía dárselo. Era ella siempre la culpable de sus problemas y durante años estuvo martillando esa idea en su cabeza, sin embargo, aunque estuvo apunto de creérselo Jungkook le demostró lo contrario.

Ella no era culpable de nada.

Atso que con esa idea en mente, decidió simplemente ignorarlo.

— ¿Esas son mis cosas? — Preguntó ella acercándose a la caja.

Jiho asintió sin dejar de verla. 

Se dedicó a observar lo que había dentro ; Peluches, cartas, collares, anillos de pareja y algunas otras cosas que no recordaba o que no alcanzaba a divisar, eran demasiadas. Tomó la caja con sus manos y Jiho se puso delante de ella cuando intentaba marcharse.

— Na Bong, no tienes que irte, no es necesario...— Le dijo colocando sus grandes manos en los hombros de la chica, la miró a los ojos y las piernas de ella temblaron. Sí, apesar de todo, ella seguía sintiendo cosas por él. Había algo en Jiho que siempre le pareció insuperable, indejable...

No obstante, le había prometido algo a Jungkook y no iba a defraudarlo.

— E-es la segunda vez que dices lo mismo Jiho, ya no es divertido...— Intentó hacerse la fuerte, pero ese tartamudeo al principio la delató. Lo empujó levemente para que se alejara de su camino pero él no se movió ni un centímetro.  

— ¿Sales con ese tipo?— Preguntó Jiho mirándola fijamente, haciendo que instintivamente ella bajase la mirada.

 — Es mi amigo... —Murmuró Na Bong apretando la caja fuertemente en sus manos.

— No te creo ni una mierda.

— No me interesa... — Le respondió intentando sacarlo de su camino.

— ¿Se han besado?— Na Bong dejó de forcejear y lo miró.

¿Acaso tenía en la cara escrito aquel suceso en el Motel? Todo el mundo ya parecía saberlo o adivinarlo de alguna forma.

— Si...

Jiho apretó la mandíbula y se alejó hasta el comedor en donde comenzó a patear sillas, mesas , lo que estuviese en su camino. Na Bong lo miró con pena, ¿en qué clase de monstruo se estaba convirtiendo? Odiaba decirlo, pero era cierto, Jiho estaba enfermo.

  — ¿Cómo esperas que vuelva contigo? — Le habló.— Siempre te pones así, como si fueras un niño...— Jiho la observó unos segundos y se agarró la cabeza con las manos.

— ¡Es que eres una mentirosa! — Le gritó mientras se acercaba a ella — ¡Dijiste que era tú amigo, pero a los amigos no se le besa Na Bong! 

— ¡Eso fue antes de que tú y yo termináramos y me fuese a vivir con él!

Le gritó en su rostro, llena de rencor e ira. Hace mucho tiempo quería decirle que había besado a Jungkook, pero decidió esperar el momento adecuado, la ocasión exacta en donde le provocara tanto dolor que se arrepintiera por todo lo que le hizo y dijo a Na Bong. 

 — ¿Crees que me voy a quedar con los brazos cruzados?— Le preguntó con una sonrisa totalmente irónica.

— No me interesa Jiho , puedes hacer lo que quieras...— Lo empujó para seguir caminando hacia la puerta.— Este es el último día que nos veremos, así que has lo que quieras...

— Eso voy a hacer, lo que yo quiera — Le dijo mientras la seguía —  Voy a meterlo a la cárcel por haber allanado una propiedad privada y haberla  
dejado como la mierda — Na Bong se giró con el ceño fruncido — ¿Qué? ¿Por qué me miras así? Sabes que es cierto, sabes que puedo hacerlo...

Na Bong dejó la caja en el suelo y se acercó a empujarlo, una y otra vez. Sin embargo, no obtenía el resultado que esperaba y sí su maldita risa irónica resonando estridente por toda la casa, erizando cada uno de sus vellos y haciendo hervir su sangre.

¿Cómo podía aún querer a ese idiota?

—Enfermo de mierda, ni se te ocurra tocarlo, ni hacerle daño a Jungkook porque voy a—Jiho la interrumpió.

No lo haré si vuelves conmigo . 

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Son las 6:19 de la mañana y no sé qué hago despierta DDD:
Con amor, jeny💕

Motel room » j.jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora