Quisiera detener el tiempo.

Capítulo 15.

Desilusión.

Llamo al timbre de la casa de Logan, y no encuentro respuesta. Vuelvo a llamar varias veces, pero nadie sale.

Siento que no puedo respirar, así que llamo a Logan por teléfono.

-Kevin...- contesta Logan.

-¿Qué demonios te pasa Logan?- lo interrumpo.

-¿No me llames más vale? Es mejor que esto se quede así- siento como mi corazón se paraliza, dejándome sin aliento. -Todo esto ha sido un error Kevin, es mejor que me vaya del barrio por un tiempo-

-¡Espera!- exclamo a grito limpio.

Logan cuelga el teléfono.

No puedo soportar el peso de mi cuerpo, y mis piernas dan de sí, haciéndome caer al suelo.

Marco el número de Logan de nuevo, con los ojos encharcados en lágrimas. -no me hagas esto Logan...- susurro colocando el teléfono en mi oreja.

"El número al que llama se encuentra apagado o fuera de cobertura".

Tomo aire, y cogiendo fuerzas de donde no las tengo, me levanto del suelo y salgo corriendo.

Llorando, y apenas viendo por donde voy, me dirijo a la casa de Gigi. Llamo al timbre

Abre su madre, -¡Kevin, que sorpresa!- exclama.

-¿Esta Gigi, señora Enriquetta?- pregunto cabizbajo.

-Claro que sí pequeñajo, ayer vino apenada diciendo que discutísteis- comenta doña Enriquetta. -¿Vienes a arreglar las cosas con ella?- pregunta interesada.

-Sí-, contesto. -A eso he venido-

-Pasa Kevin, está en su habitación- me ofrece amablemente la madre de Gigi.

Subo las escaleras de esa lujosa casa, ¿alguna vez he mencionado lo asquerosamente rica que es Gigi? Porque lo es.

Me acerco a la puerta del cuarto de Gigi y llamo realizando dos golpecitos.

-Reyna, si eres tú, vete- contesta pensado que es su hermana.

-No, no soy Reyna- contesto abriendo la puerta.

Gigi se queda mirándome fijamente, y rompo a llorar.

-Oh... ¡Cariño no!- exclama Gigi tiernamente acercándose a mí, -pasa- dice con una voz dulce tomando mis manos, y una vez dentro cierra la puerta.

Me siento en un sofá que tiene Gigi en su cuarto, y ella junto a mí. Rodea mi cuello con sus manos, -¿qué te pasa amor?- pregunta Gigi preocupada.

-Tenías razón, Gigi- digo apenado.

-¿Razón? ¿Yo? Que raro...- comenta con prepotencia. -¿Que ha hecho Logan?- pregunta muy segura de que él es el culpable de mi llanto.

-Se ha ido, Gigi... Logan se ha burlado de mí- rompo a llorar.

-¡Ohh, mi vida!- exclama tiernamente, -no me llores- Gigi me abraza.

Tras llorar unos minutos, levanto mi cara de los pechos de Gigi, quedando nuestros ojos de frente. Gigi aproxima su boca a la mía, y yo, simplemente cierro los ojos.

Nuestros labios se funden en un tierno beso. -Kevin, creo que es el momento- dice Gigi.

Gigi introduce dos dedos en su sostén y saca un preservativo. -¡¿Pero que haces con eso ahí?!- grito.

-¡¡Shhhh!!- Gigi tapa mi boca con sus manos.

-¿Estás segura de que quieres hacer esto?- pregunto asustado.

Gigi vuelve a besarme, continua con pequeños besitos en mis pómulos, bajando lentamente por la mejilla hasta llegar al cuello, donde me hace un chupetón.

Noto como algo se pone duro ahí abajo. Gigi se sube encima de mí, haciendo movimientos indecentes con la cadera, aunque, la verdad es que no se siente tan mal.

Me recuesto relajadamente, Gigi sigue restregándome todo el conejo, pero a mí no me importa, mi miembro cada vez se endurece mas, pero yo no paro de pensar en Logan, en mí... Y en su piso. Suelto un suspiro de placer, y Gigi me quita el pantalón, continúa con su trabajo oral y yo agarro su pelo en un puñado, ayudándola a controlar la intensidad de la mamada. Entonces, levanta la cabeza y me coloca el condón. Cierro los ojos mientas Gigi se sienta, desnuda, sobre mi pene erecto.

**Narra Logan**

"Vuelo 146 destino Guatemala, por favor, salimos en 15 minutos"

Estoy recostado en un asiento del avión, mirando por la ventana. Mi laptop se está encendiendo.

No paro de pensar en él, ¡maldito crío! ¿Que te pasa Rémy? ¿No te habrás enamorado verdad? ¡Maldita sea! Sabes a lo que venias, y no era a enamorarte de un crío.

Entro en la carpeta titulada "Finde Genial" y me dispongo a ver esa infinidad de fotos que tomé con mi cámara. Kevin y yo en la playa, yo enterrado con un macropollón hecho de arena, ¡Ja!
Que payaso es este Kevin.

Fotos en el McDonals, en la bolera, en el pub.... Y en mi piso.

En esta foto Kevin es tan adorable... Las únicas prendas que llevaba en la foto era su calzoncillo blanco y una de mis camisas, le quedaba tan grande...

"Vamos a despegar, por favor, manténganse en sus asientos y abrochen los cinturones de seguridad"

Miro mi muñeca para ver la hora y descubro que no llevo mi reloj. -¡Mierda! Me lo habré dejado en casa con las prisas- me reprocho a mi mismo en voz alta.

~*Hasta aquí el decimoquinto capítulo, gracias por leerlo. Please si te gusta no olvides darle a la estrellita y comentar. ^.^ *~