Capítulo 3

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Al día siguiente (y como es de costumbre) estaba demasiado cansada. Pues claro, como no iba a estar cansada después de una serie de estúpidas pruebas y después de que me golpearan en una estúpida máquina.

Los dos días que hay que esperar para que las pruebas sean inspeccionadas correctamente son más que eternos, quisiera estar más del cien por ciento segura de que no nos descubrirán, pero no puedo, nunca he logrado entender cómo no nos descubren, pero lo agradezco demasiado. Dicen que si descubren que eres distinto te llevarán a un lugar especial que te ayudará a mejorar, nunca he sabido bien el nombre pero todos nos referimos a él como el «Instituto de Elementos», incluso los del gobierno lo refieren así. No me interesa en absoluto querer «controlar mis poderes» o «usarlos correctamente», al diablo, además ni siquiera los uso, se de lo que soy capaz, no por completo, pero no los uso por precaución. Julieta adora sus poderes y los usa en cuanto puede creo que esa es la razón por la cual Victoria no le agrada tanto, pero yo la dejo en cuanto no termine rostizando la casa.

-Avril, ¿viste eso?- dijo la voz de mi hermana sacándome de mis pensamientos.

-Ah, ¿qué?

-Logré hacer una bola de fuego gigante, ¡y esta vez no se me cayó!- se emociona cada vez que descubre algo nuevo de sus poderes.

-Jaja, bien bien. Pero cuidado mañana son los resultados de la prueba y no quiero subir la tensión.

-Lo siento, pero en tanto volvamos a casa después de que den los resultados me dejaras jugar todo lo que yo quiera, ¿vale?

-Si es que volvemos- dije para mí misma y después asiento.

-Muy bien, tengo sueño, me voy a dormir.

-Descansa- le dije en cuanto entró a la habitación.

Después me fui a la cocina y tomo una manzana. No puedo dejar de pensar qué pasaría si fuéramos a ese horrible lugar, solo imagínenlo, no se ha vuelto a escuchar de nadie que haya terminado allá, y aunque no lo conozco, no me queda ni siquiera la menor duda de que es un espantoso lugar donde no hacen más que torturar a los distintos. Y además la única persona que han dejado salir de ahí es una pobre anciana que ya ni siquiera puede hablar, así que la única custodia que tenemos de ese lugar es ella y se cree que no le queda más de un mes de vida.

Por fin, por fin llega el día de los resultados, nunca demuestro estar nerviosa, pero en el fondo me estaba muriendo de nervios. La junta es en la plaza principal a las ocho de la mañana, y como es de costumbre la plaza está a reventar. Julieta y yo conseguimos lugar en el centro de la plaza, obviamente con mucha gente aplastándonos. Se escuchan ruidos de voces, todas hablando al mismo tiempo, todo el mundo está solo diciendo «que no me toque, que no me toque» pero Julieta y yo solo nos quedamos calladas. Todas esas voces se dispersaron cuando llegó el presidente.

-Buenos días, queridos habitantes de Balmett- siempre empieza sus discursos igual- espero que estos dos días sin vernos no hayan sido... De tanta presión para ustedes, pero bien, como saben hoy daré los resultados de la prueba, y saben que muchas de las personas aquí presentes irán a nuestro instituto este año. Como es de costumbre, les voy a dar un minuto a todos para despedirse de sus familias solo por si es el caso de no volver a verlas- al terminar de decir esa oración todo el mundo comenzó a abrazarse e incluso a llorar, yo por mi parte solo le di un pequeño abrazo a Julieta y le susurré al oído «todo va a estar bien, te quiero» y ella me dice que también. En ese pequeño momento emotivo el presidente vuelve a interrumpir-. Muy bien, suficiente, no hay que hacerlo más duro de lo que ya es. Bueno quisiera decir que no hubo tantos distintos este año, pero en realidad fueron exactamente dieciséis. Si pero sin más preámbulos comenzaré a dar nombres:

-Camila Torres- en ese momento dos guardias del servicio especial la toman por detrás un poco brusco y la empiezan a llevar mientras ella dice «los amo los voy a extrañar» a sus familiares.
-Raiza Jones.
-Penélope Waters.
-David Lee.
-Ava Rogers.
-Tatiana Gómez.
-Lina Dánico.
-Paola Stevens.
-Katherine Sparks.
-Azul Kaluán.
-Christopher Miller.
-Camilo Hill.
-Star Marella.
-Hernán López.
-Alejandro Díaz.
En este momento hace una pausa.
-Y finalmente...
-Julieta Reyes.

¡No! No puede estar pasando, la descubrieron, no puedo dejar que se valla «¡¿QUE?!» es lo único que conseguí gritar, mientras se llevaban a mi hermana de los brazos y ella repetía «Haz algo Avril, por favor haz algo» pero yo me quedé pasmada.

-Y bien, éstas personas van a estar en un mejor lugar, bajo nuestro cuid...

-Espere- grité yo interrumpiéndolo, no sé cuál es mi plan pero no dejaré a mi hermana sola.

-Am que se le ofrece señorita?- preguntó el presidente, y todos me miraron. Estaba a punto de hacer una locura de la cual probablemente luego me arrepienta, pero haría lo que fuera por mi hermana.

-Yo también soy distinta- dije y todos los que estaban cerca mío dieron un paso atrás con cara de miedo.

-Eso es imposible la prueba nunca se equivoca- dijo bastante serio.

-Pues al parecer se equivocó conmigo.

-Si estás tan segura, pruébalo- dijo con mirada retadora.

-¿Qué?

-Ya me oíste, pruébalo- hace mucho no usaba mis poderes y no sabía qué podía llegar a pasar. Pero sin dudarlo lo único que se me ocurrió es hacer un remolino de agua en el aire, y obviamente todos se espantaron y gritaron, el presidente se sobresaltó, y yo liberé el agua-. Muy bien, si eres distinta, ¡LLÉVENSELA!- les gritó a sus guardias, y me empezaron a halar de los brazos por la parte de atrás, para luego depositarme en un camión. Por cierto, soy agua.

Cuando mi hermana me vio entrar solo puso mirada de sorpresa y enojo a la vez, sabía que no debí hacerlo, pero le prometí que nunca la dejaría sola, no puedo y nunca lo haré.

Instituto de ElementosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora