Capítulo 23: "Días Buenos"

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El confundido aprendiz gris parecía no entender lo que ocurria, y con pasos tambaleantes subío a la Peña Alta para ponerse al lado de Estrella de Luz.

-Codorniz, he visto como luchaste ayer en la batalla contra los gatos salvajes, y creo que ya es el momento de que seas un guerrero. -la gata hizo una pausa y miró hacie el cielo- Yo, Estrella de Luz, Líder del Clan del Hielo, solicito a mis Antepasados Guerreros que observen a este aprendiz. Ha entrenado duro para comprender nuestro Código Guerrero, y yo os lo encomiendo a mi vez como guerrero. Codorniz, ¿Prometes respetar el Código Guerrero y tu Clan, incluso a costo de tu propia vida?

Codorniz sacudió su cola nervioso y luego maullo con firmeza:

-Si, lo prometo.

-Pues entonces, con los poderes del Clan Estelar, te doy tu nombre guerrero. Codorniz, de ahora en adelante serás conocido como Ala de Codorniz. El Clan Estelar te honra por tu coraje y astusia, y te damos la bienvenida en pleno derecho al Clan del Hielo. Hoy por la noche tendras que hacer la vigia.

El nuevo guerrero se acerco a la Líder y le dio un respetuoso lametón en el omóplato mientras todos los gatos incluyendo a Turquesa, cororearon el nuevo nombre del gato gris.

-¡Ala de Codorniz! ¡Ala de Codorniz!

Ala de Codorniz bajo de la Peña Alta e inmediatamente muchos gatos se abalanzaron sobre el para felicitarlo, entre ellos estaba Copita Negra que ronroneaba felizmente al lado de su hijo. Cuando la masa de gatos fue desapareciendo, la joven Aprendiza gris oscuro se lanzó sobre su amigo para lamerle la oreja.

-¡Felicidades, Ala de Codorniz! ¡Por fín eres guerrero!

-Gracias, Turquesa. -dijo el nuevo guerrero muy alegre.

Plumerillo aparecio un momento después y se acerco a su antiguo compañero de guarida.

-¡Eres un guerrero! ¡Ala de Codorniz es un nombre muy bueno! -dijo ronroneando. -Te extrañare, eres un gran amigo.

-Bueno, ¡Pero a ti tambien te nombraran guerrero! -dijo Ala de Codorniz intentando animar a su amigo.

Plumerillo sonrió. Despues Codorniz se fue a la guarida de Guerreros a construir su nuevo lecho y Turquesa y Plumerillo se praparaban para sus respectivos entrenamientos. Cuando se diriguia a buscar a su meentor a la guarida de Guerreros, Ojos de Diamante se le cruzo por el camino.

-Hola Turquesa, Entierrada me dijo que Garra de Jaguar aún no se ha recuperado de las heridas de la batalla de ayer, asi que voy a ir a enseñarte un truco de pesca al río. -dijo la gata gris amitosamente.

-Bien, ¿Puedo comer algo antes? -dijo recordando todo el hambre que tenía.

-Si. Cuando termines me avisas, nos vemos en la salida del Campamento.

Mientras la Aprendiza se dirigía a la pila, vió a Lirio y Flor Plateada tomando sol fuera de Maternidad mientras sus hijos jugaban. Una gatita marrón jugaba con otra gatita blanca a perseguirse junto a Pequeño Abedul. Turquesa tiembien vio a una gatita roja y blanca sola, alejada de los demás cachorros. La gata gris se sentía un poco triste por la pequeña, pero ya tendría tiempo para jugar con las pequeñas crías.

Mientras caminaba cerca de la guarida de los Veteranos, la joven escucho la gastada voz de Flor de Amapola.

-¿Que como era Hielo? Ah, si. Era una gata de pelaje blanco como la nieve con la cara y la punta de la cola gris claro, con unos ojos azul claro que son poco comunes en los gatos. Ela obtuvo su nombre ya que le encantaba caminar sobre la nieve y el hielo, y cazar en ellos. Todo gato nacido dentro del campamento del Clan del Hielo es su descendiente.

Los Gatos Guerreros: La historia de Pequeña TurquesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora