Capítulo 22: "La Guerra no es próspera"

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Siguiendo las indicaciones del gato rojizo, Turquesa salio disparada hacia su Clan. Le dolía abandonar a sus compañeros de Patrulla, pero una órden era una órden, y la joven corrío con todas sus fuerzas. Paro en seco un momento y vio a los grandes peleando con los ahora pequeños gatos del Clan del Hielo. Pero se le desbocó el corazón al ver un enorme atigrado gris saliendo de entre la maleza para perseguirla. ¡Es igual que en mi sueño! Pensó Turquesa esupefacta.

Muy asustada, Turquesa corrió a travez del denso follaje sin parar ni un solo momento y ocupando toda la energía que tenía después de hacer un largo patrullaje. No podía ver detras suyo para ver si el enemigo la seguía opersiguiendola pero el fuerte olor a carroña lo delataba.

Después de un momento, las fuerzas de la joven comenzaron a agotarse y comenzo a correr un poco más lento, exhausta. Y por estar preocupandose de lo cansada que estaba, tropezó con una rama vieja.

La gata gris oscuro cayó, viendo como el gato atigrado sonreía maliciosamente y se tiraba hacia ella con las garras extendidas, preparado para matarla. No es el momento de morir, penso la joven.

Cuando el gato estaba casi frente a su cara, la Aprendiza extendió sus zarpas delanteras y rasguño con fuerza el ojo azul de el furioso gato, justo en ese momento, empujo con las patas traseras a la bestia en su hocico, haciendo que cayera y gimiera por el dolor que le habia causado en el ojo y hocico.

Aprovechando la oportunidad, la gata se levanto y siguio corriendo hacia el campamento. Con el rabillo del ojo pudo ver la entrada de aulagas del campamento, en medio de la oscura noche.

En poco tempo, estuvo en la entrada del campamento, y la cruzo rápidamente.

El Clan estaba casi vacio, con muy pocos gatos fuera de las guaridas comiendo y conversando.

Turquesa no pudo más, y se desplomó en el suelo, tomando aire desesperada. Los gatos cerca de ella se miraron sorprendidos, entre ellos estaba Estrella de Luz, que se acerco a la cansada Aprendiza.

-¿Que sucedió?

-Estabamos en la parulla, y de la nada, unos grandes gatos atigrados gris salieron de los arbustos, y comenzaron a atacarnos sin motivo. Viento Fugaz me dijo que pidiera refuerzos.

Los ojos de la Líder se estrecharon, y un segundo después dijo:

-Rápido. Traigan a todos los guerreros que tengan. Garra de Hielo, despierta a los Aprendices más experimentados. Salimos en seguida.

Luego paro un momento y se acerco a Turquesa, que habia logrado recomponerse y pararse.

-Buen trabajo, Turquesa. Hiciste algo muy difícil. -maulló amigablemente la gata amarilla.

-Gracias. -dijo la joven alegre.

En poco tiempo el claro se lleno de adormilados gatos, que estaban preparandose para la pelea. Estrella de Luz dijo desisva a la gata:

-Indícanos el camino.

Los gatos salieron por el tunel de aulagas, y Estrella de Luz y Turquesa iban adelante.

-Es en la Roca Musgosa.

La gran masa de gatos corría por el oscuro bosque. Todo parecía tranquilo, pero no era así. Detrás del oscuro silencio, se escondía una guerra terrible, que sería el comienzo de algo mucho peor.
Afrtunadamente, nonse encontraron con el gato atigrado que había perseguido a Turquesa. Debío regresar con los demás , pensó Turquesa viendo unas enormes huellas que se dirgian hacia la Roca Musgosa. No debío pasar mucho tiempo antes de que a lo lejos se escucharan unos bufidos, gruñidos, aulidos y otros sonidos de batalla. Aútomaticamente, los los en el cuello de a Aprendiza comenzaron a erisarse, al parecer cada vez la batalla estaba más cerca.

Después de pasar unos cuantos robles, la batalla se reveló. No podía saberse quien iba ganando, pero los gatos extranjeros peleaban rudaente, usando técnicas de combate que jamás había visto. Miro a su lado, a Estrella de Luz se le estrecharon los ojos, y gritó:

-¡Ataquen!

Apenas esucharon las órdenes de la Líder, los guerreros del Clan del Hielo saltron como liebres a la batalla. Turquesa se encontro con un gato atigrado gris pequeño, al que nadie estaba atacando, rápidamente, corrío y salto sobre la cabeza de la bestia, mordiéndole con ferocidad una oreja rasagada. El se sacudió con todas sus fuerzas, pero la joven esaba bien sujeta y no se soltaba. Cuando la sangre que manaba de su oreja fue mucha, la joven salto al suelo, aterrizando un poco mal. A su oado, noto n pelaje negro y unos ojos verdes que atacaban el costado del gato, ¡Azabachina!

Cuando el gato atigrado se preparaba para propinarle un zarpaso a su amiga, Turquesa le mordío con furza su enorme omóplato, haciendo que este aullara y se sacudiera. De un gran salto, aparecio Ojos de Diamante, que saltó y mordió el cuello del enemigo. La Aprendiza gris oscuro se soltó, y el atigrado se fue cojeando entre los helechos.

-¡Bien hecho, pequeñas! -laa felicito la guerrera.

Las dos Aprendizas se miraron entre sí, muy felices.

Entonces, detrás suyo, Turquesa sintió una presencia enorme, y sin pensarlo más, maullo.

-¡Azabachina, corre!

Las dos jovenes se pusieron a un lado, y una figura atigrada aterrizó en el suelo, con las enormes zarpas sucias y escupiendo tierra. Cuando este se volteo, la gata reconció un rasguño en unos de sus ojos. ¡Era el que la había perseguido!

Furioso, el enemigo se levanto y araño el costado de la Aprendiza, que adolorida le rasuño el cuello.

El estaba a punto de continuar cuando una voz rasgada y con palabras poco entendibles, grito:

-¡Retirada!

Todos los enemigos, al escuchar la llamada de su Líder, corrieron y se fueron entre los arbustos.

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-¿Estas seguro de que son estas semillas? -preguntó la gata negra.
-Por su puesto, yo las revisé. -se defendió Patas Mojadas mientras Azabachina masticaba unas extrañas semillas.

Después de la batalla, casi todos los gatos se dirigieron a la guarida de Entierrada y Patas Mojadas para la curación de las heridas, y Turquesa se encontraba recostada en un lecho cerca de Azabachina y Codorniz.

Cuando el Aprendiz de Curandero se fue para atender a Garra de Iceberg, Azabchina le susurró a su amiga:

- Te juro que esas semilas se parecen más a cagarrutas de conejo que a otras semillas.

-Seguro que Patas Mojadas las confundió -rió Turquesa.

La telaraña había detenido la hemorragia en el costado de Turquesa, y en poco tiempo podría retirarse a su guarida para descansar.

Ella había tenido mucha suerte, algunos guerreros se encontraba mucho peor que ella.

Al costado de la guarida de Entierrada, Manzano estaba recostado en un lecho. El guerrero se habia desmayado despues de la pelea y otros gatos tuvieron que arrastrarlo hacia el Capamento. Su pata trasera y delantera no habian parado de sangrar, a pesar de todaslas telarañas que Entierrada le había puesto en sus patas.

Junto con Codorniz y Plumerillo, la joven se fue de la guarida de la gata marrón, y se quedo dormida en su lecho.

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La aprendiza bostezó. Apenas recordaba la batalla de ayer y los músculos le dolían un poco. Asomandose por las aulagas de la guarida de Aprendices, Turquesa vió a la Líder amarilla, subiendo ágilmente a la cima de la Peña Alta. Los demás Aprendices se despertaron, y salieron fura de la guarida hacia la Peña Alta.

-Como ustedes saben, ayer tuvimos una lucha contra unos gatos salvajes, y gracias a todos ustedes, pudimos ganar.

Estrella de Luz paró un momento, y con una sonrisa, añadió:

-Codorniz, ven aquí.

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manetrostel , tu personaje aparecerá en el próximo capítulo, perdón por la espera.

Los Gatos Guerreros: La historia de Pequeña TurquesaWhere stories live. Discover now