Chorus

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PDV: Tercera persona

Camila volvió a su casa e intentó no dar portazos a las puertas para representar su ira, pero se sentía horrible. ¿Cómo le pudo haber hecho eso Lauren? Partió por sacarse el abrigo que traía y tirándolo contra la cama. Aquel abrigo le recordaba la noche en que "compartieron secretos". Dios cuanto lo empezó a lamentar Camila. Su actitud nunca iba a ser agresiva ni de impotencia, pero sentía una rabia inmensa hacia la de ojos esmeralda... Llegaban flashbacks de cuando estaba con ella y de cuando la encontró con Austin. Ella no era de enojarse por cualquier cosa, pero no soportaba la deslealtad y ver a Lauren con Austin no hizo menos que herirla.

La morena se sentó en la cama y puso su cara entre sus manos intentando dejar todo el stress afuera... sintió el silencio en la habitación por varios minutos e intentó no llorar en ellos, pero fue interrumpida por la vibración de su celular en su bolsillo.

Buena idea pensó Necesito distraerme.

Pero al ver su monitor no se encontró con lo que esperaba. Mientras los mensajes eran de quien ella menos quería, lo que decían la forzó a leerlos:

Camila

No te pido que contestes, pero cuando puedas leelo

Mis notas de suicidio están en mi escritorio bajo el pisapapeles de gato.

"¿Notas de suicidio?" Pensó inmediatamente Camila, recibiendo de golpe un último recuerdo de aquella noche de secretos, justo después de haberle quitado el abrigo a su amiga:

Camila: Lauren... L-Los hiciste tú?

Lauren: Si Camila... Los hice yo. - Dijo la muchacha de ojos esmeralda con decepción mirando abajo a las cicatrices. No se esperó la reacción de la Morena, pero la última llegó y la abrasó con fuerza.

Camila: No tienes porque volver a hacerlo... Me tienes a mí ahora... Solo te pido que no hagas ninguna locura... - Aquel susurro que Camila no pudo escuchar bien y que ignoró ese día se volvió claro ahora.

Lauren: No puedo prometer nada, perdón...

El último mensaje prendió una chispa en la muchacha y con urgencia salió a buscar a la traidora que fuese verdad o no, ella amaba:

Te quiero Camila... Adiós.

• • • • •

¿Qué había hecho?¿Por qué lo habría hecho? No importaba si era su culpa o no, los demás fueron heridos y eso es lo que importa.

Estaba cansada de sus errores, estaba cansada del dolor y más que nada: cansada de esta vida

Terminó de mandar los mensajes a Camila y de derramar la última lagrima mientras sellaba su ultima carta a la chica de los listones.

No puedo más pensó ella. Esta vida no está hecha para mi y nadie lo puede cambiar...

Tomó aquella delgada sabana que había sacado y terminó de hacer los nudos, asegurándose que estuviesen firmes y las colgó en el gancho que estaba puesto en el cielo de su habitación. Empezó a recordarlo todo. Cuando ella era pequeña y su padre la llevaba en sus viajes de trabajo; Cuando su madre le cocinaba su almuerzo favorito después de un día en la playa; Cuando el chico de la universidad de Nueva York le dio la lapicera; Las chicas; Camila; Cuando ella entró en el salón a inicio de semestre; Cuando la ayudó con el ataque de pánico; Cuando le gritó después del beso con Austin.

Lauren estaba cansada. Empezó a dejar caer sus últimas lagrimas mientras rodeaba su cuello con los nudos y susurró algunas cosas para que su conciencia quedara limpia, sabiendo que dijo unas sabias últimas palabras:

Papá... Un día me dijiste que yo era tu todo y que me llevarías a roma si fuese necesario... Pero lamento decirte que se ha caído el último pilar de Roma...

Y sin más se preparó para tirar el banquillo en el que ella se sostenía. Su corazón latiendo rápido en sus oidos, rebotando en toda la habitación... cuando de repente se oyen golpes desesperados fuera de la pieza y un tembloroso cerrojo intentando ser abierto por la llave que Lauren recién había recordado había regalado.

• • • • •

Lauren, no lo hagas!" Fue uno de los últimos gritos que escuchó la muchacha ojos esmeralda.

Dudó. Lloró la muchacha, pero su decisión ya estaba hecha... Ella no podía más así y solo un milagro haría que la puerta se abriese antes que ella saltase.

Fortuitamente la puerta cedió.

• • • • •

No hubo más que silencio. Silencio interrumpido por las irregulares palpitaciones de ambas muchachas que ahora compartían la mirada cristalizada. Ambas sabían lo que estaban esperando. Ambas sabían lo que venía y no querían que fuera cierto...

But I'm only human (Pero tan solo soy un humano)

Y como si fuese predicción, ambas niñas colisionaron gentilmente, labios con labios en un beso apasionado sellando aquel último deseo de ser humano: ser amado.

And I bleed when I fall down (Y he de sangrar si me he de caer)

Pero aquella ilusión, por más que las chicas no quisieran, llegaría a un fin y el beso eterno fue terminado por un agrio sabor a sangre en la boca de la morena.

Lauren había saltado y el grito de su nombré fue lo único que llenó el ambiente en sus primeros segundos de muerte.

Human {{Camren}}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora